La sumisión y complacencia son dos defectos muy importantes de corregir en algunos ámbitos de la vida, y saber decir no a tiempo es el primer paso para lograrlo.

No se trata de hacerlo de mala manera, ni de forma brusca, si no que hay una serie de pasos para aprender a hacerlo en el momento justo para que una persona no se vea forzada a hacer algo que no quiere, en un momento concreto, y que encima lleve a un sentimiento de culpa

La psicóloga Patricia Ramírez, en un programa de La2 de TVE, expone una serie de consejos que nos pueden llevar a un sentimiento de tranquilidad y calma con uno mismo después de decir no de manera apropiada y, sobre todo, a tiempo de no caer en alguna trampa que nos provoque malestar.

La seguridad en uno mismo y el hecho de que la opinión no constructiva de los demás no nos afecte resultan elementos claves en este proceso, donde la confianza se refuerza a la hora de negar lo que no queremos o no creemos que es positivo para nosotros o nuestros seres queridos. 

Las palabras egoista, insolidario y otros sinónimos pueden aparecer por parte de aquellas personas que desean que les hagas un favor a toda costa, o que cedas ante algo que no quieres en ese momento.

No hay que ser servil y es que los expertos inciden en la elección de los momentos en los que hay que decir que no, así como en la manera de afrontar el acto de negación, para que resulte lo más educado y convincente posible. 

Los consejos para decir no

Valorar la petición

Tomar el tiempo necesario para la respuesta, sobre todo cuando hablamos de circunstancias importantes, es relevantes para llevar a una valoración o incluso para, cuando ya lo tienes decidido, evitar una respuesta brusca que pueda provocar un enfado desde el lado de la propuesta. 

No acudir al chantaje

Es una de las grandes claves, ya que las personas que piden, en muchos casos, son también insistentes y usan la llamada técnica del disco rayado, con la que se repite una y otra vez la frase, buscando que acabemos cediendo. Decir no aquí tiene que estar presente, permanente y ser contundente. 

Decir claramente 'No'

No hay que buscar justificaciones, en caso de que no nos apetezca hacer algo y tengamos seguro de que no es el momento de ceder, por diferentes causas. Aquí hay que decir no de manera directa y clara, sin sentirse mal por tener otra opinión o predilección. 

Mantener en todo momento la calma 

No hay que mostrar dolor, vergüenza o pena por la persona a la que hemos dicho no a algo. Si se ha hecho es por un motivo y no hay que perder la calma tampoco, ya que es un atisbo de duda que no podemos permitir para mantener nuestra postura lo más firme posible. 

Marcharse como última opción

Para los insistentes, si después de haber negado una y otra vez siguen ahí, se puede activar la vía de escape como alternativa. Mostrará que estamos hartos, de manera discreta, ya que lo haremos con educación e incluso acudiendo a algún tipo de excusa, como la llamada de teléfono improvisada. 

Qué hacer si te sientes mal

Pasar de decir sí, de manera habitual, a decir no, no es un proceso fácil, y puede llevar a la persona a un sentimiento negativo, de culpa o pena. Sin embargo, la costumbre nos ayudará, así como la reflexión y hablar con uno mismo de la situación. Tenemos derecho a priorizar nuestras actividades sobre las de los demás, salvo en casos excepcionales.