Mantener a tu perro bien hidratado es esencial para que se mantenga saludable, especialmente durante los meses más calurosos del año, pero los veterinarios han advertido a todos los dueños de mascotas que deben tener en cuenta el siguiente aviso: nunca permitas que tu perro beba agua de fuentes públicas o bebederos comunitarios. Aunque estos lugares sean lo más cómodo del mundo, también pueden estar llenos de bacterias y parásitos muy peligrosos que podrían provocar problemas graves de salud en tu mascota.

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Peligros del agua contaminada para tu perro

Aunque los bebederos públicos sean por lo general bienintencionados, conviene tener presente que pueden convertirse en un peligro oculto para el perro, pues el agua estancada y su falta de higiene pueden transformarse en un foco de infección.

Enfermedades que puede contraer

Los bebederos públicos pueden estar contaminados con microorganismos que provocan enfermedades como:

  • Tos de las perreras
  • Papiloma canino
  • Salmonella y E. Coli
  • Giardia
  • Leptospirosis

Razones por las que el agua puede estar contaminada

El inconveniente de estos bebederos no es tan solo el agua rezagada, sino que se da también la coincidencia con factores externos como:

  • La escasez de mantenimiento periódico de la copa, permitiendo así la existencia de bacterias.              
  • La presencia de orina y excrementos en las inmediaciones, incrementando el riesgo de contaminación.
  • Los restos de alimentos y la basura para la atracción de bacterias y parásitos.
  • Otros perros enfermos que se hayan alimentado del mismo recipiente, diseminando virus y bacterias.

Alternativas seguras para hidratar a tu perro

Es importante que tu animal pueda beber agua fresca y potable a todas horas:

Lleva siempre tu propio bebedero

Una buena forma de evitar riesgos consiste en llevar un bebedero portátil y agua limpia cuando salgas con tu perro. Se asegurará de que siempre tenga acceso a agua segura y fresca. Hay botellas especiales con dispensador para perros que simplifican la hidratación en el momento oportuno.

Solicita agua en establecimientos

Si por algún motivo se te olvida el agua, otra alternativa es pedir un vaso de agua en restaurantes o cafeterías, ya que en muchas ocasiones los establecimientos se pueden prestar a compartir agua potable para tu perro. Es preferible solicitar agua en un restaurante o cafetería que dejar que beba agua en un bebedero público con el riesgo que ciertas condiciones de higiene puede conllevar.

¿Cuánta agua necesita tu perro?

Los veterinarios apuntan que los perros beban de 40 a 100 ml de agua por kilo de peso al día, siendo dependientes las cantidades en función de la dieta, la temperatura ambiental y el nivel de actividad. Por ejemplo, un perro de 10 kilos necesitaría entre 400 ml y un litro de agua al día.

Señales de deshidratación

Por otro lado, si ves que tu perro tiene piel seca, encías pálidas, letargia o jadeo excesivo, puede estar deshidratado. En ese sentido, procura darle agua rápidamente, acudiendo a un veterinario si los síntomas no desaparecen. La deshidratación puede acarrear problemas renales o trastornos serios si no se trata.

Evita el consumo excesivo

Tomar mucha agua también puede resultar peligroso para nuestras mascotas. Puede desencadenar una alteración del balance de los electrolitos, una distensión abdominal, e incluso una hiponatremia. Cuando tu perro beba cantidades de agua elevadas, es aconsejable visitar al veterinario para descartar cualquier tipo de problema.

Procura que tu perro no use bebederos públicos y dale alternativas seguras para que se mantenga saludable y protegido. Actúa también con detenimiento para vigilar cómo beben y cómo debes actuar rápidamente ante cualquier signo de alerta. Algo tan aparentemente insignificante para tu mascota, puede derivar en una enfermedad y es muy sencillo evitarlo.

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