Oro, plata y bronce. Los metales elegidos para los mejores atletas olímpicos continúan siendo los mismos pese a las muchas innovaciones que introduce el Comité Olímpico Internacional. Sin embargo, en los Juegos de Tokio que arrancarán el viernes habrá una gran novedad en la preseas: estarán hechas de basura electrónica.

Los organizadores de los Juegos decidieron en 2017 que fabricarían las medallas con móviles y otros dispositivos electrónicos usados. Se pusieron a recolectar entre el 1 de abril de 2017 y el 31 de marzo de 2019: en total consiguieron 78.985 toneladas por todo Japón, donde se reciclaron 6,21 millones de teléfonos móviles.

La campaña tuvo una gran respuesta ciudadana, cuando todavía el apoyo popular a los Juegos era mayoritario en Japón. Según explica el Comité Organizador, el 90% de los 1.741 barrios, ciudades, pueblos y aldeas de todo el país participaron en la recolección de material. La mayoría de los teléfonos se consiguieron gracias a la cadena de tiendas NTT DOCOMO, que puso buzones por todas partes para que la gente reciclara su móvil antiguo.

Menos oro que plata y bronce

Tras el proceso de selección de los componentes, las partes elegidas se fundieron para conseguir todas las toneladas necesarias de oro, plata y bronce. En concreto, para las más de 5.000 medallas fabricadas se han utilizado 32 kilos de oro, 3.500 de plata y 2.200 de bronce.

La medalla que más pesa es la de oro, con 556 gramos

En realidad se reparten las mismas medallas de oro que de plata y bronce. La razón que explica la diferencia en los kilos de cada material está en la fabricación de las preseas. Las de oro llevan apenas seis gramos de baño de oro sobre plata pura; las de plata están hechas en su totalidad de plata pura; y las de bronce tienen un 95% de cobre y un 5% de zinc.

Todas las medallas tienen un diámetro de 85 milímetros y tienen 12,1 milímetros en su parte más gruesa. Sin embargo, hay una diferencia en el peso de cada una de ellas: las de oro alcanzan 556 gramos, las de plata 550 y las de bronce 450.

El diseño, presentado en el verano de 2019, fue obra de Junichi Kawanishi, que ganó un concurso público en el que participaron más de 400 diseñadores y estudiantes de diseño. El Comité Olímpico Internacional establece que en el anverso de la medalla tiene que haber tres elementos: Nike, la diosa griega de la victoria, frente al estadio Panathinaiko; el nombre de la Olimpiada; y los cinco anillos olímpicos.