Un año después del coitus interruptus en el que anunció que dejaba el FC Barcelona, y casi dos décadas después de su debut con el club azulgrana (temporada 2003-2004, con tan sólo 17 años), Lionel Messi ha puesto punto y final a su fructífera, triunfal, y en los últimos casi 365 días complicada, carrera en la entidad culé. El rosarino ha sido un emblema, un jugador sin el que no se entiende la filosofía de Can Barça. Cruzó el Atlántico con 13 años para probar suerte en el césped europeo, y más que fortuna encontró un espacio en el que desarrollar un fútbol que eclipsó al planeta.

Tristes, decepcionados, incrédulos o descompuestos. La afición del FC Barcelona se hace ahora la pregunta que llevaba cierto tiempo delegando al olvido: '¿Qué hará Messi cuando se vaya del Camp Nou?'. Ayer, en torno a las 20:00 horas de la tarde, la respuesta dinamitó a nivel global. El astro argentino salía del club por motivos "económicos" y "estructurales". Llevaba 24 horas en Barcelona y tuvo que volver a hacer las maletas. Esta vez definitivas.

Ni Joan Laporta, que ha preparado una rueda de prensa en la mañana del viernes para poner respuesta donde haya duda, ha conseguido hacer un cerco al jugador estrella de la plantilla de Ronald Koeman, ni el Barcelona ha conseguido despejar la X en su complicada plantilla económica. Las deudas y los sacrificios salariales pueden haber mermado las opciones de que Messi continuara un año más en el club de sus amores, aquel que hace unos días parecía tener todo atado para asegurar su renovación.

Es el fin de una era, no sólo en la entidad azulgrana, también en LaLiga. Poco acostumbrados a ver a un futbolista sostener su juego durante tantos años en el mismo club, la duda que brota ahora es qué destino elegirá el rosarino para continuar regateando al rival. Aunque el Newell's Old Boys ha pedido en Twitter que su estrella vuelva a casa, todo indica que, de momento, Messi aparcará su retorno al Río de la Plata.

Pep Guardiola, razón de peso para ir al City

Guardiola quiere una Champions League con el Manchester City, la espinita que sigue sin poder sacarse desde el banquillo del conjunto mancuniano. Lionel Messi sería un aliciente más que apetitoso para llevar a los citizens a la gloria europea. El argentino ya sabe lo que es trabajar bajo las órdenes de Pep y su etapa en Can Barça fue una de las más fructíferas de la carrera de ambos.

El City es una de las opciones más sonadas, no sólo por contar con suficientes fondos en su armario para conformar el equipo que guste y plazca, también porque la salida del Kün Agüero de la entidad de Mánchester ha acelerado el interés de Guardiola por hacerse con los servicios de un jugador que lidere sus estadísticas. Los rumores sonaban con fuerza, y todos apuntaban a Harry Kane: delantero estrella del Tottenham Hotspur que se habría declarado en rebeldía esta semana al no acudir a los entrenamientos con el objetivo de pactar su salida del club londinense.

El 'recién sacado del horno' fichaje de Jack Grealish por 100 millones de libras (en torno a los 118 millones de euros), un nuevo y magnánimo récord en la Premier League, podría obstaculizar la llegada del argentino o británico. También podría no obstaculizar nada y convertirse en la primera pieza de un ostentoso tridente ofensivo capaz de congelar a cualquier defensa . Y sí, goleando también al Stoke City en una lluviosa e invernal jornada intersemanal.

Neymar, el "hermano" que espera en París

Si la salida de Messi reporta alguna memoria al imaginario del aficionado medio del Barça, es al fichaje de Neymar por el Paris Saint-Germain. Ni siquiera el 'se queda' de Gerard Piqué fue un elemento de buen augurio. El brasileño, virtuoso como ninguno y que había conformado una dupla icónica en el Camp Nou junto con el argentino, puso rumbo al Parque de los Príncipes en 2017.

En la última década, el PSG se ha convertido en uno de los grandes alicientes balompédicos por su capacidad monetaria, sostenida en mayor medida por el dinero catarí que negocia entre despachos de la mano de Nasser bin Ghanim Al-Khelaïfi. Al-Khelaïfi pagó 222 millones de euros para sacar a Neymar de Barcelona, y su ambicioso plan de convertir al club galo en la gran potencia de la Ligue 1, y una de las más importantes a nivel mundial, sigue intacto.

A pesar de que el Paris Saint-Germain no ha terminado de experimentar el culmen del éxito que reclaman los jeques, y que marca el triunfo absoluto en la Champions League, algo que el conjunto francés todavía no ha alcanzado, el ímpetu por convertirse en líderes sigue latiendo con fuerza en las gradas del club parisino. Messi podría ser la pieza que termine de encajar el puzle al completo. Además de Neymar, otro gran aliciente para el rosarino es que su compatriota Mauricio Pochettino le dará órdenes desde el banquillo.

Pero al igual que el FC Barcelona, las cuentas del club francés no están del todo boyantes. A principios de año, el medio deportivo L'Equipe publicó que la entidad parisina presentó un informe a la DNCG (Dirección Nacional de Control de Gestión) de la Liga de Fútbol Profesional con unas previsiones de pérdidas de hasta 204 millones de euros para la temporada 2020-21, un 60% más que el año pasado.

Si los galos quieren mantener a Neymar o Kylian Mbappé, tendrán que vender a jugadores para poder sostener las finanzas del club, que penderían de un hilo si a los dos contratos anteriores se suma el de Messi. De momento, parece que priman las negociaciones de renovación con el joven Mbappé, que suena con cada vez más fuerza para plantarse en el Santiago Bernabéu como nuevo refuerzo merengue.

La Juve, ¿un reto alpino?

"Que Messi se vaya para la Juve y juegue con Cristiano", ha declarado el colombiano, y ex jugador del Real Madrid, James Rodríguez. Parece una opción disparatada, principalmente porque los dos clubes anteriores llevan la batuta en las posibles negociaciones que se puedan generar en torno a la figura del rosarino.

A diferencia de Francia, que cuenta con el agravante de los charges sociales -convirtiendo al país galo en uno de los territorios de la UE que más impuestos paga-, las tasas en Turín serían más bajas para Messi. Italia ha sido bautizada como "el chollo fiscal para los futbolistas" por dos simples motivos: el primero, un impuesto reducido del 30% sobre la renta imponible para los ciudadanos que trasladen su residencia a dicho país durante al menos 24 meses (sin haber vivido en Italia los anteriores 24).

El segundo, una medida de la que ya se ha podido beneficiar la estrella de la vecchia signora, Cristiano Ronaldo, la denominada Ley de Estabilidad, un impuesto fijo de 100.000 euros para nuevos contribuyentes (que no hayan vivido en Italia en al menos nueve de los diez últimos años) y sus rentas en el extranjero.

Como entidad canónica en la Serie A, Messi podría unir fuerzas con el que tantas veces ha sido su rival. El argentino y el luso jugando juntos en un mismo equipo sería una imagen para el recuerdo.

¿Es la hora de la MLS?

La Major League Soccer, liga de fútbol profesional de Estados Unidos, se ha convertido en nicho de expansión para inversores o incluso para ex futbolistas, como es el caso de David Beckham en el Inter de Miami. Aunque sigue siendo una válvula de escape para grandes jugadores que ya han cumplimentado sus minutos en las diversas ligas europeas, la MLS va poco a poco adquiriendo notoriedad suficiente para atraer a numerosas leyendas balompédicas a su estadio. Sin embargo, todo apunta a que Messi sigue contando con suficientes balas para continuar dando guerra en el escenario continental europeo.