El futuro de Novak Djokovic en Australia sigue estando entre gigantescos interrogantes dos días después de que el serbio quedara libre por orden de un juez. El tenista ha admitido haber cometido errores en su declaración de entrada en el país, al tiempo que Australia continúa analizando la documentación para cancelarle de nuevo el visado.

La situación es tan complicada para el número uno del mundo que hasta la presidenta de Serbia, Ana Brnabic, le ha pegado un tirón de orejas por no haber cumplido la cuarentena obligatoria del país tras dar positivo por coronavirus.

El campeón de 20 Grand Slam estuvo retenido cuatro días en Melbourne tras su llegada a Australia porque la documentación sanitaria que presentó en la frontera no era suficiente. Djokovic no está vacunado y la exención médica que había recibido por parte de la Federación Australiana de Tenis no fue reconocida por la Fuerza Fronteriza Australiana (ABF). El lunes, un juez le permitió la entrada en el país al considerar que las autoridades no le dieron el tiempo suficiente para aportar nuevos documentos.

Desde entonces, Djokovic se mueve con libertad y está entrenando en las instalaciones de Abierto de Australia, torneo que comienza el próximo lunes. Sin embargo, es difícil saber qué va a ocurrir en los próximos días y si Nole podrá jugar finalmente el primer Grand Slam de la temporada, donde busca su vigésimo primer grande y superar a Roger Federer y Rafael Nadal.

El comunicado de Djokovic

El serbio ha publicado este miércoles un comunicado en el que admite haber cometido un "error humano" a la hora de rellenar el formulario de entrada a Australia. En concreto, achaca a su agente que en el documento pusiera que Djokovic no había estado en un tercer país en las dos semanas previas a su llegada a Australia, cuando estuvo entrenando a finales de diciembre en Marbella.

"Mi agente se disculpa sinceramente por este error administrativo a la hora de marcar una casilla incorrecta. Es un error humano y no se hizo de forma deliberada", señala el deportista. Pero ese error podría costarle muy caro. Según medios australianos, dar información falsa en este formulario es un delito que conlleva una pena máxima de prisión de 12 meses, una multa de hasta 6.600 dólares australianos y puede provocar la cancelación del visado.

Además, Djokovic ha admitido en su comunicado que no guardó la cuarentena obligatoria en Serbia tras conocer su positivo. Según los documentos aportados por el jugador, dio positivo en una PCR el 16 de diciembre, pero hay varias fotos suyas los dos días posteriores en eventos, en las que aparece sin mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad.

Djokovic asegura que se enteró del positivo el 17 de diciembre por la tarde -en el documento de la PCR positiva aparece que el laboratorio obtuvo el resultado a las 20:19 del día 16-, y que por eso acudió a un evento el 17 por la mañana. Sin embargo, el 18 se realizó una sesión de fotografías y una entrevista con un periodista de L'Equipe. "Me sentí obligado a acudir a la entrevista con L'Equipe para no dejar tirado al periodista, pero mantuve distancia social y mascarilla todo el tiempo, excepto durante las fotografías. Al regresar a casa me aislé y reflexioné. Cometí un error de juicio y admito que tuve que posponer la cita".

Esta situación no ha sentado especialmente bien a la primera ministra serbia. Ana Brnabic ha señalado a la BBC que Djokovic habría "incumplido claramente" las leyes de Serbia. "Si eres positivo, tienes que aislarte. No sé cuándo el dieron los resultados, así que hay un área gris ahí y la única respuesta la puede dar Novak".

Australia todavía no toma ninguna decisión

Todos estos errores e incongruencias es lo que está estudiando el Gobierno australiano antes de tomar una decisión sobre el visado del tenista. El Ministerio de Inmigración es la autoridad que tiene ahora mismo la última palabra sobre el futuro inmediato de Djokovic.

De acuerdo al diario The Age, la investigación se ha ampliado y las autoridades están poniendo el ojo en su incumplimiento de la cuarentena en Serbia, en el formulario de entrada al país y en los datos inconsistentes sobre la fecha de su positivo. Por otro lado, el ministro de Inmigración, Alex Hawke, está analizando si le cancela la visa por un motivo sanitario: de acuerdo a la ley del Estado Federal, una infección en los últimos seis meses no es válido para entrar al país sin estar vacunado.

De momento, el ministro no ha tomado ninguna decisión sobre la posible deportación del serbio. Y los abogados del tenista aportaron este miércoles nuevos documentos para intentar frenar el asunto.