Óliver, un niño de ocho años, ha regresado en perfecto estado a su casa de Fuente de Piedra (Málaga) tras cinco horas en las que se desconocía su paradero. La familia del pequeño había contactado con Guardia Civil y Policía Local Local para su búsqueda, aunque finalmente el menor volvió sano y salvo a casa y por su propio pie.

La situación fue mucho más complicada y angustiosa de lo que parece. Según afirmaron unas amigas de Óliver, el niño estaba jugando con ellas a la videoconsola en una partida online cuando de pronto se desconecto. La madre de Óliver argumentó que escuchó como el niño cerraba de un portazo y se marchaba. La reacción de la madre fue ir tras él, pero ya perdió la pista de Óliver y no le encontraría.

Durante las primeras horas de la operación se pensó que Óliver podría haber subido a un coche. Un monovolumen que fue visto por la zona a la hora de la desaparición, en torno a las 16:30 horas, centró la atención de gran parte de la búsqueda.

Según ha informado SUR, el niño explicó a los agentes que se había marchado porque su madre le había dicho que estudiara. Ante esa petición, Óliver cogió su abrigo y abandonó el hogar totalmente consciente de lo que estaba haciendo. Tras varias horas escondido en un parque, volvió a casa motivado por el frío.

La Guardia Civil mantiene abierta la investigación para terminar de confirmar la versión de Óliver, ya que a pesar de que no se descartó la fuga voluntaria, el secuestro era la principal hipótesis de la desaparición. Cinco horas después de su supesta marcha, Óliver aparecía sentado en la acera de su casa. Un vecino le localizó e inmediatamente avisó a los agentes, que acudieron al lugar en escasos minutos.