Las primeras imágenes llegaron pasadas las 17.00 horas. Un feroz incendio devoraba un edificio de 14 plantas en Valencia, en el barrio del Campanar. Los bomberos llegaban a la zona mientras los vecinos se concentraban a los pies de las dos torres que posteriormente arderían con una virulencia imparable.

"Hay gente gritando en los balcones", informaba Las Provincias, que detallaba que el fuego había comenzado en la cuarta planta y se había extendido en todas las direcciones posibles. Una de las escenas más reproducidas en las últimas horas, y que ha arrancado todos los informativos, es la angustiosa imagen de dos personas rescatadas por los bomberos cuando ya eran prácticamente presa del fuego.

Los medios desplazados accedían con presteza en busca de posibles personas atrapadas en las 138 viviendas que forman la finca de 14 plantas construida sobre una parcela de 4.000 m2 en 2008; sin embargo, las llamas avanzaban a mayor velocidad. Según ha apuntado el catedrático del departamento de Ingeniería Civil de la Construcción y de Proyectos de Ingeniería Civil de la Universitat Politécnica de Valencia, Antonio Hospitaler, el motivo por el que el fuego se ha propagado tan rápido es porque la fachada estaba construida de un material combustible que sirve de aislante, el poliuretano.

Esther Puchades, especialista que peritó el edificio hace unos años, destaca que la fachada contenía poliuretano, que es altamente inflamable, "y eso es lo que ha ocasionado que el edificio ardiera en menos de media hora", ha señalado en declaraciones a À Punt, recogidas por Europa Press.

Puchades ha detallado que en el momento en el que se construyó el edificio siniestrado el poliuretano "no tenía la fama" de inflamable con la que cuenta en la actualidad después de varios incendios ocurridos por su presencia en los últimos años.

Antonio Hospitaler, que estuvo en la torre Windsor de Madrid después de que ardiera en 2005, ha detallado que la propagación por fachada es "mucho más rápida que un incendio al aire libre" y que, si esta hubiese estado construida con ladrillo y no con un material combustible, "no se hubiera propagado".

Hospitaler ha precisado que el Código Técnico de Edificación desde el año 2006, y con modificaciones recientes que ha habido, -tras 2017- "previene ese tipo de situaciones y que los materiales de la fachada no sean combustibles para evitar una propagación de incendios por la ella".

"La fachada tiene una propiedad física en la que se le pegan las llamas y, al hacerlo, suben a toda velocidad y entonces, el incendio se extiende por toda la fachada rápidamente. Eso ha provocado que se rompieran los cristales de las viviendas y se proponga el incendio al interior de las casas", ha detallado.

El ingeniero ha indicado que las investigaciones deberán determinar el origen, si las llamadas comenzaron en el interior de una vivienda, pasaron a la fachada y, de ahí, al resto del edificio, o si se originó en la propia fachada.

En cuanto al peligro de derrumbe, "aparentemente no hay, pero nunca se sabe". "El hormigón aguanta bastante el fuego, tiene buena resistencia. Lo que pasa es que no hay que entrar al edificio enseguida, hay que esperar porque el hormigón puede colapsar después, al cabo de unas horas, porque tiene un proceso físico-químico dentro que hace que se deteriore con el tiempo. El calor se queda adentro, no sale hasta que se enfríe. Se ha producido, en algunos casos, que han pasado horas, el incendio se ha ido y ha caído el edificio. Pero yo creo que aquí el nivel de incendio que ha habido no es tan elevado para eso", ha expuesto.

Fachada ventilada

El presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Valencia (COAV), Luis Sendra, ha señalado que la fachada ventilada que se ponía en la época en que fue construido el edificio ha hecho "efecto chimenea y ha ayudado a propagar el fuego".

Sendra ha indicado que el edificio fue construido por la promotora Fbex, que quebró posteriormente, entre 2005 y 2007 y que "es un edificio aparentemente bien hecho".

Sendra, que se ha desplazado a la zona del incendio, ha señalado que en esa época de crecimiento se hicieron muchos edificios y "nadie esperaba el boom inmobiliario" del segundo semestre de 2007.

"En esa época no había restricciones en los productos de las fachadas ni de los muebles de las terrazas; se han ido regulando con el tiempo", ha recordado y ha señalado que en el caso de las normas contra incendios ahora vigentes, la normativa se consolidó en 2011, informa Efe.

"Hoy el poliuretano no se pone directamente, si era lo que había -en ese edificio- porque hay que analizarlo y esperar a ver qué dice la pericial cuando se pueda hacer", ha añadido.

Ha detallado que "la fachada ventilada se empieza a poner en esa época para mejorar las condiciones térmicas de frío/calor. Se crea una pequeña cámara entre la fachada y el revestimiento, que es por donde han subido las llamas. Ha hecho efecto chimenea y se ha consumido".

El presidente colegial ha destacado que el colapso del edificio "se podría producir si el fuego ha atacado elementos constructivos como pilares y vigas durante mucho tiempo" aunque, "en principio, no parece que un colapso estructural sea posible".

No obstante, ha advertido que "hay que ir con cuidado y prudencia porque puede haber personas dentro".