Ya hace tiempo que, en su retiro dorado, Kim Dotcom -de nacimiento Kim Schmitz- mantiene un sospechoso silencio en relación a la aplicación que le lanzó a la fama y que le cambió la vida: Megaupload.

Hace cinco años las autoridades estadounidenses clausuraron la página web más popular del mundo y obligaron a su orgulloso fundador a exiliarse en Nueva Zelanda, desde donde ahora tuitea proclamas en favor de un internet libre.

Con el calor austral por bandera, Dotcom -que literalmente significa punto com en español- anunció el pasado verano que la vuelta de Megaupload era inminente. El mayor contenedor de datos para descarga del mundo volvería con toda su fuerza, según él mismo decía, en una versión 2.0 igual de popular.

Porque Dotcom ya está renegando de Mega, el contenedor de datos que fundó cuando le cerraron la página original. "No creo que los datos que sube la gente a Mega estén seguros", ha asegurado en muchas ocasiones.

Lo cierto es que nunca le gustó que el Gobierno de Nueva Zelanda se hiciera con la propiedad de Mega, un proyecto en el que también hay capital de origen chino. Tampoco ha logrado alcanzar en popularidad al original, pues Mega apenas se ha aupado al puesto 13 entre las webs más visitadas.

Desde verano no se ha sabido mucho ni de Kim Dotcom ni de su supuesto Megaupload 2.0. Exiliado a miles de kilómetros, lanza pequeñas píldoras a través de su cuenta personal en Twitter para mantener viva la atención de sus fieles.

Si todo se cumple tal y como él mismo dijo, el 20 de enero es el día señalado para que la nueva versión esté en internet. Sus previsiones son muy concretas: espera un mínimo de 100 millones de visitantes diarios desde el primer momento, y ofrecerá a todos los usuarios 100GB de almacenado y encriptado. Los servidores, como ya ha dejado claro, no estarán en ningún caso en Estados Unidos.

"Será mejor que el original, la gente se sentirá como en casa", ha explicado Dotcom. A nivel económico no habrá demasiados problemas. El nuevo Megaupload, si es que algún día ve la luz, será gratuito y se financiará a través de las donaciones de sus usuarios emulando el sistema que utiliza Wikipedia para mantenerse a flote.

En cualquier caso, ese aspecto es el último del que tendrá que preocuparse el estadounidense. Según publicó Reuters, el FBI norteamericano estableció que Dotcom se embolsaba alrededor de 115.000 dólares, más de 107.000 euros, cada día por la actividad de Megaupload.

De momento, lo último que sabemos de Megaupload 2.0 ha llegado una vez más desde el perfil oficial de Kim Dotcom. Ha publicado, este martes, la canción oficial de Megaupload que lanzó la compañía hace cinco años. El vídeo ya ha superado, a media tarde de este miércoles, los 15 millones de visualizaciones en Youtube.

Una de las grandes novedades que podría presentar este relanzamiento del servicio es el protagonismo que, según parece, se le va a conceder al Bitcoin. La famosa criptomoneda, que últimamente ha estado de actualidad por superar los 1.000 dólares y por su posterior desplome, podría tomar un papel relevante como moneda de pago.

El tuit de Joshua Scigala, el CEO de Vaultoro, viene a decir: "Me acabo de reunir con algunos miembros del equipo de Kim Dotcom en Berlín. Megaupload y Bitcache son muy interesantes. Van a llegar el Bitcoin a la primer línea". Vaultoro es una de las mayores compañías de intercambio de Bitcoin y oro, y destaca por la seguridad que ofrece a los usuarios.

Hasta el viernes no sabremos si Kim Dotcom va a poner de nuevo en el aire la idea que casi profesionalizó la piratería y que provocó la intervención del FBI estadounidense tras las denuncias por violación de la propiedad intelectual. Su primera aventura le ha costado su matrimonio, si bien ahora sale con una neozelandesa 21 años más joven que él, y luchar por evitar la extradición a su país natal, Estados Unidos, que ahora le ha olvidado pero que quiso someterlo a juicio.