Dicen que escribió el guión en un apartamento en Amsterdam. Lo hizo teniendo claro quién iba a ser el tipo malo de pelo largo y un aro en la oreja y cuando Miramax accedió a producirle la película, antes había sido rechazada por TriStar Pictures por considerarla "demasiado rara y demasiado violenta", Tarantino puso una única condición: sin John Travolta en el papel, la película no se rodaba. Aunque se trataba de su tercera opción, al final acabo siendo la única.

Travolta era entonces un actor venido a menos. Su carrera estelar en los años 70, con Grease o Fiebre de sábado noche, se había ido apagando y entrados los noventa no era capaz de conseguir grandes papeles. Pero Quentin Tarantino, que años antes habría puesto un pie en el mundo del cine gracias a Reservoir dogs, quería que su icono cinematográfico tuviese un lugar en Pulp Fiction.

La película, que este viernes 7 de julio se reestrena en España de la mano de Miramax, encumbró a Tarantino y dio una segunda vida a Travolta. Ahora, la productora que en su día confió en un guión que se convertiría en alabado por la crítica y los espectadores, en un humor negro mezclado con una violencia muy explícita, quiere darle otra vuelta este verano y para eso ha desplegado el filme original por toda la geografía española.

Cines donde se proyecta 'Pulp Fiction'.

Cines donde se proyecta 'Pulp Fiction'.

Volveremos a ver, intentado que nuestros ojos salgan del rectángulo de la pantalla y puedan observar desde otro plano, ese maletín cuyo contenido sigue teniendo en vilo a los más fanáticos. A Vicent y a Mia Wallace bailando como si el mundo no les mirase, a ella sangrando por la nariz y con falta de pulsaciones,  y a él inyectándole adrenalina en el corazón para sacarle de un malísimo colocón (escena que fue grabada al revés, Travolta tiraba de la jeringa hacia a él y luego en producción cambiaron el orden del tiempo). También a Bruce Willis, a Samuel L. Jackson, a aquella violación homosexual que Tarantino llevaba queriendo filmar desde que vio una escena similar en una película a los 7 años.

Pero encontrar a todos los protagonistas, a cada uno de los pilares de los que se convertiría en una película de culto no fue fácil. Quentin Tarantino estaba empeñadísimo en que todos los actores cobrarán lo mismo, sin tener en cuenta el caché de cada uno. Además, conseguir que la productora aceptase a Uma Thurman como Mia Wallace fue complicado. Ellos querían que el papel femenino fuese interpretado por una gran actriz, como Michelle Pfeiffer, pero el director tenía claro que el papel era de aquella chica rubia con pies enormes a la que dicen tuvo que llamar por teléfono y leerle el guión él mismo para que aceptase.

Pulp Fiction está lleno de anécdotas, lleno de principios, de empujones necesarios a las carreras de sus protagonistas. Ahora, y tan sólo durante algunos días, se podrá ver toda la genialidad del segundo filme de Tarantino otra vez en la gran pantalla.