Es 11 de agosto de 2017. Un grupo de amigos con camisetas rojiblancas se dispone a entrar en el Coliseum Alfonso Pérez. Se celebra un partido de fútbol amistoso entre el Getafe CF, recién ascendido a primera división, y el Atlético de Madrid. Para su sorpresa, no pueden acceder porque uno de ellos no tiene entrada: el bebé de 2 meses, que va en la mochila portabebés de su madre.

No va en un carrito, no va a ocupar asiento y mucho menos va a ver el partido, pero sólo podrán entrar con él si compran otra entrada. Sólo quedan en tribuna, que cuesta tres veces más que las que han comprado, pero no hay más opciones. Como ellos, varias familias se acercan a las taquillas en la misma situación. “En los otros campos que hemos visitado los niños no pagan hasta que no son más mayores”, reclama otro padre afectado. Quejas en las taquillas con la misma respuesta: es una cuestión de seguridad.

El Real Madrid y el FC Barcelona no hacen distinción entre niños y adultos. Atlético de Madrid y Sevilla, sólo a los abonados

Pese a la indignación de los padres, lo cierto es que no existe ninguna norma que obligue a los clubes de fútbol a permitir el acceso gratuito a los menores de una determinada edad, según Miguel Ángel Serrano, abogado de Facua. Ni siquiera están obligados a tener un precio especial para niños. “En ausencia de una norma, lo que impera es la libertad de empresa. No hay nada que lo regule”, explica. La normativa autonómica, apunta, es la que controla este tipo de cuestiones, pero únicamente en los recintos públicos.

Como el Getafe CF, muchos equipos de primera división cobran el mismo importe a todos los asistentes independientemente de su edad. En los partidos de la Liga Santander son minoría los clubes que permiten entrar a los menores de tres años gratis, aunque éstos no ocupen asiento. Sólo el Valencia, el Villarreal, el Espanyol y el Alavés tienen este detalle con los niños. Otros, como el Betis o el Real Sociedad, aplican descuentos a los menores de tres años.

En el caso de los grandes equipos como Real Madrid y FC Barcelona, no hay ningún tipo de distinción entre niños o adultos: todos pagan entrada y al mismo precio. Atlético de Madrid y Sevilla, por su parte, sólo aplican descuentos a los menores que estén abonados.

“Desde Facua entendemos que sería positivo que se facilitara el acceso a los eventos deportivos a los menores”, señala Serrano. Una buena medida, apunta, sería el acceso gratuito o facilitar unas entradas más baratas para promover estas actividades, pero manteniendo cierto control de seguridad como la identificación de todos los asistentes por si ocurre cualquier problema o tienen que ser evacuados. “Aquellos centros que permitan el acceso gratuito a los menores de edad deberían tener un seguro que de responsabilidad civil que les cubra aunque no ocupen asiento”, propone.

Cines, teatros y museos

La decisión de aplicar o no descuentos es una cuestión interna de los clubes como empresas privadas, pero el trato a los niños dista mucho del que ofrecen otros lugares de ocio como cines, teatros o museos. En todos ellos, la entrada de menores es gratuita siempre y cuando no ocupen asiento. En los teatros donde los niños no entran gratis, aplican descuentos de hasta casi el 100%, o, lo que es lo mismo: entradas a un euro. En museos, como el Thyssen, los niños sólo pagan a partir de los 12 años. En otro tipo de lugares de ocio como zoológicos, parques de atracciones, centros acuáticos y lugares similares, los niños pagan casi la mitad de un adulto, nunca lo mismo.

Fuera del ocio, en lo que respecta, por ejemplo, a los medios de transporte, los niños viajan gratis o cuentan con descuentos según la edad. Los menores de dos años viajan gratis en el AVE y el autobús e incluso en algunas compañías aéreas como Vueling o Air Europa. En Iberia, si no han cumplido los 2 años de edad pagan un 10% del precio del billete normal. En el caso de Ryanair, el precio estipulado por menor de dos años es de 20€. En ningún caso pagan lo mismo que un adulto.