Llegaron en bicicletas, en carros o subidas en trenes. Vestidas con pololos y agazapadas bajo el protagonismo de figuras como Sherlock Holmes, se colaron en los libros y las historias por entregas de la literatura inglesa del siglo XIX donde se hicieron fuertes en el imaginario colectivo. Son las primeras mujeres detectives que Siruela ha recopilado en Detectives victorianas. Las pioneras de la novela policiaca. Un volumen de historias de escritoras y escritores con mujeres detectives que resuelven casos.

El libro es una antología seleccionada por Michael Sims en el que se trata la génesis de la figura de la mujer detective. Una figura que existe en la ficción muchos años antes que en la realidad y que, consumida por las lectoras durante décadas, se convierte en una herramienta de empoderamiento. El primer cuerpo de policial del mundo fueron los famosos bobbies ingleses y nacieron en 1829.

En 1833 empezaron a participar las mujeres en el cuerpo policial, pero sólo hacían tareas poco cualificadas como registrar a los prisioneras. En 1905 se contrató a una mujer que tenía como funciones vigilar el absentismo escolar, celadora de prisiones y asesora legal. Las tareas de las primeras mujeres policía serían durante muchos años, asuntos como violencia conyugal (que no de género) o prostitución infantil, pero no homicidios o robos que eran materias de hombres. Pero no hubo una mujer en el cuerpo de Policía de los bobbies con plenitud de funciones hasta 1919.

Las detectives tuvieron que esperar más. El primer cuerpo de detectives británico se se creó en 1842. La primera mujer detective del cuerpo no entró hasta 1973. El resto del tiempo, las mujeres detectives fueron siempre ciencia ficción.

Las detectives españolas

En España, la mujeres inspectoras de verdad y las detectives de la ficción llegaron a la par, en 1979. Cuando la Policía Nacional abrió 42 plazas para mujeres y cuando Lourdes Ortiz publicó Picadura Mortal. Cerca de 40 años después la situación no se ha normalizado. María Frisa publica esta semana Cuídate de mí  (Plaza y Janés) una novela protagonizada por dos inspectoras que trabajan en el Servicio de Atención a la Mujer de la Policía en Zaragoza. Estas (ya sí) tratan asuntos de violencia de género. La novela refleja el machismo existente dentro de la policía y está documentada con los testimonios reales de mujeres policía que trabajan con violencia de género.

El cuaderno de Sara

En la cartelera se estrena este fin de semana El cuaderno de Sara, la historia de una mujer, interpretada por Belén Rueda, que lucha por dar con el paradero de su hermana, una voluntaria de una ONG que trabaja en el Congo, un país sumido en el caos por la violencia.

El futuro de Altered Carbon

Netflix nos trae hoy una nueva serie de ciencia ficción que nos lleva a un futuro donde los cuerpos son meros recipientes de mentes. Los personajes femeninos y masculinos carecen de diferencias, así como las razas.

Tulsa, Centauros de gira

Para terminar de desdibujar los cuerpos y los géneros nada mejor que el último trabajo de Tusla: Centauros, que ayer pasó por Madrid y que el día 9 estará en Valencia. Su disco, lazado a finales del año pasado, se llama Centauros porque está inspirado en estas figuras mitológicas medio humanas, medio equinas, “vigorosas, contradictorias y misteriosas”.