Isabel Muñoz ha mirado cara a cara a su trabajo y ha descubierto cosas. Lo ha hecho en la muestra Isabel Muñoz. La antropología de los sentimientos en Tabacalera de Madrid. Allí los comisarios Audrey Hoareau y Françocis Cheval han hurgado en su pasado para, a través de 97 imágenes de sus series más significativas, reconstruir el universo de representación de la fotógrafa Premio Nacional de Fotografía 2016.

“Yo pensé que había empezado a hacer fotografía a los 13 años, cuando tuve mi primera cámara, pero cuando hice el recorrido por toda esta exposición, me di cuenta que no. Yo había empezado a hacer fotos sin cámara desde muy pequeña, haciéndome invisible, observando las miradas, las relaciones de poder, las relaciones de amor y de odio”, confiesa a El Independiente.

El mérito de ese descubrimiento lo atribuye a los comisarios sobre los que no para de destacar su importancia. Para Muñoz su aportación desde el exterior del universo creativo del artista - y un caso caótico, según reconoce- es fundamental. Lo ha sido en esta muestra en la que había que explorar su obra de una manera global. Ellos han encontrado el hilo conductor en la expresión del cuerpo humano y en el narcisismo de la especie, su exhibicionismo cultural y físico.



Vídeo: G. M. Piantadosi
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Mirada antropológica

El recorrido por su obra pone de relieve su mirada antropológica. Su acercamiento a otras culturas, su exploración de los símbolos en otros ámbitos culturales. En el recorrido por la muestra se pasa del éxtasis religioso al sexual, del dolor al placer, del origen de la vida a la destrucción del planeta. “Yo creo que conmigo, y con todos los fotógrafos, hay una relación entre la fotografía y la antropología que no se puede negar. La curiosidad por el ser humano, las ganas de saber de dónde venimos, a dónde vamos, qué es lo que estamos haciendo. Para mí han sido preguntas que he tenido siempre presente. Creo prácticamente en todos los fotógrafos”, asegura.

En ese indagar de Muñoz en otras culturas y en otras maneras de ver la vida y el mundo le han convertido en una fotógrafa comprometida cuyo trabajo, muchas veces, es una denuncia. “A través de la imagen puedo dar voz a muchas personas, me gusta hablar del ser humano, me gusta denunciar aquello que me emociona, la injusticia, la impunidad, la falta de libertad y el futuro con cosas como lo que estamos haciendo con el mar”, explica la fotógrafa en relación a la contaminación por plástico que hay en el mar. Una realidad que en la muestra se ve reflejada en fotos y vídeos de su creación.

Muñoz denuncia la presencia del plástico en los mares y lo hace con imágenes de gran belleza. Da voz al colectivo trans estableciendo un puente con las hijras, los miembros de un tercer sexo de la India, y todo lo hace con poderosos retratos en gran formato. “Esa es la luz que yo busco, para poder dar voz a través de la belleza”.

Nuevas generaciones

Muñoz asegura que el Premio Nacional de Fotografía le ha ayudado a hacer esta muestra que ya estaba en la mente de los comisarios. Desde la atalaya del éxito y de quien ha viajado por todo el mundo mostrando su trabajo se refiere al estado de la fotografía en nuestro país.

“Soy muy exigente, yo creo que las cosas se pueden hacer todavía mejor, no sólo dentro. En España hay muy buenos fotógrafos y tenemos los espacios pero sí que creo que es muy importante que se vea fuera”. Insiste en la importancia de los comisarios, pero lo que le preocupa realmente son los jóvenes. “La fotografía necesita medios para exponer. Estamos pasando por un mal momento para muchos fotógrafos, especialmente por la pérdida de ingresos de la prensa. Hemos vivido una época de privilegio sin saberlo”. Ahora los fotógrafos han perdido esa vía de ingresos que suponía el periodismo para la profesión, pero ahora están mucho más presentes en la galerías de arte.

A Muñoz la han metido en el grupo de fotógrafos que como Chema Madoz y García-Alix despuntaron en los 80. “Ahora hay gente joven superpotente, la hubo en los 80, en los 90 y los hay ahora. Cada vez hay más fotógrafos, hay más posibilidades aprender y yo creo que hay muy buena gente, muy buenos fotógrafos”, asegura. “Tenemos que seguir apostando por la fotografía, aparte de como arte o como comunicación la fotografía va a ser nuestra historia, debemos apostar la fotografía”.


Isabel Muñoz. La antropología de los sentimientos. Hasta el 17 de junio de 2018