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Del movimiento rastafari a la homofobia y maltrato: la vida a ritmo de reggae de Bob Marley

Bob Marley con una hoja de marihuana de fondo

La vida a ritmo de reggae de Marley. Carmen Vivas

Robert Nesta Marley (Nine Mile, 1945 – Miami, 1981), más conocido como Bob Marlely cumpliría hoy 77 años. Considerado como uno de los divulgadores más importantes de la música reggae en el mundo. El cantante y compositor jamaicano compartió con el mundo el sentimiento hacia su país y el movimiento rastafari que tanto ensalzaba y comunicaba. Lo que nadie sabía realmente era la vida que llevaba de cámaras hacia dentro. Gracias a su esposa Rita Marley y la publicación de su libro No woman, no cry: My life with Bob Marley, se ha podido saber la cantidad de ambigüedades que han definido su vida. Excesos y dobles caras que han hecho que el artista sea amado y odiado a partes iguales.

Porque si hablamos de Bob Marley, todos hacemos una radiografía de un hombre pacificador, comprometido mediante sus canciones a explicar al mundo los problemas sociales que nos rodean y de ensalzar el amor como fórmula de unión y de necesidad para alcanzar la felicidad; pero nada más lejos de la realidad.

Rita Marley, viuda del cantante.

Como a otros muchos artistas, la fama no le llego sola. Mientras Marley escribía canciones para alcanzar el éxito y seguir siendo uno de los cantantes más importantes de la década, en su vida privada se convertía en un verdadero monstruo; una persona que maltrataba a su mujer, que le era infiel en multitud de ocasiones y que tenía comportamientos homófobos. Conductas totalmente opuestas a la imagen que daba al mundo. Así lo revela su esposa Rita en su libro, declarando que los fans tenían una visión completamente equivocada de su marido.

Es sabido que la vida de Bob Marley, sobre todo la niñez y juventud, no fue del todo sencilla. El jamaicano de origen inglés fue rechazado y discriminado por sus raíces mestizas. La familia de su padre, de clase alta inglesa, no le aceptó desde el primer momento por lo que tuvo que desarrollar su etapa adolescente lejos de la ciudad, buscarse trabajo e intentar subsistir en unas circunstancias precarias. Fue entonces cuando la música recaló en su día a día, le ayudó a evadirse de la realidad que le rodeaba y contribuyó a que informara al mundo de sus vivencias, las de su país, y transmitiera ese mensaje de protesta que utilizaba para originar conciencia de todo lo que estaba pasando a su alrededor.

Bob Marley en uno de sus conciertos.

Tenía una forma de cantar muy particular: suave, melosa y que cautivaba al que la escuchara. Unas letras que transmitían el amor por su tierra, por la cultura rastafari y que "gritaban" y denunciaban esos abusos que las potencias europeas llevaban a cabo en la colonización del continente africano. Todo esto creó un fenómeno social en su país muy grande; la influencia del cantante, tanto en la sociedad como incluso la política, marcó la década de los 70 en Jamaica. Aunque Marley no quiso ser partícipe de las decisiones del gobierno jamaicano, si se vio envuelto en numerosos frentes y altercados. Tuvo incluso que cantar en el concierto Smile Jamaica para calmar la tensión social que se vivía por aquel entonces ya que el propio cantante había sufrido un intento de asesinato días antes de dicho evento. Situaciones que alejaron al artista de Jamaica y de la opinión pública aislándose de cualquier noticia.

Un final inesperado

Con un éxito conseguido a base de buena música, con discos como Exodus y Kaya, transmitiendo la esencia de sus canciones, del reggae, a diferentes culturas, llevando una carrera hasta la cima más gloriosa y agrandándola con el paso de los años. Bob Marley se encontraba en su punto más dulce cuando un invitado inesperado "llamó a su puerta". Un cáncer propiciado por una herida mal curada en el pie se extendía por todo su cuerpo convirtiéndose en una batalla cara a cara contra la enfermedad. Fue el 11 de mayo de 1981, mientras disfrutaba de una exitosa gira junto a The Wailers, cuando la música de Marley se apagaba y se encendía su eterno legado.

La combinación impecable del reggae, el rock, y el rhythm and blues 

Redemption Song (1980)

No Woman, No Cry (1974)

Could You Be Loved (1984)

Jamming (1977)

Is This Love (1978)

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