“No lo tenía pensado” y tampoco se lo esperaba, pero un encuentro con Loquillo y su interés por publicar la que sería su primera biografía pusieron en marcha un proyecto de investigación de cuatro años que llevarían a desentrañar los secretos más ocultos que guardaba el cantante. Escribir esta historia no estaba entre los planes de Felipe Cabrerizo. Pero una vez empezó a indagar sobre esta figura iconoclasta, sí, pero sobre todo esquiva, no pudo parar, y así convirtió una vida entera en un refugio de 531 páginas que ahora serán compartidas con todo el que quiera saber.

"No hay barrio de la España de la época en el que la música no sea omnipresente, y en El Clot las cosas no son diferentes. Para José María la radio y la televisión son una puerta siempre abierta a ella, y revistas como Fans o Mundo Joven van nutriendo un interés que se salda con la escucha en el pick-up de los vinilos que conforman la pequeña colección familiar", cuenta un extracto del libro de Cabrerizo (Loquillo. La biografía oficial, editada por DeBolsillo). Para aquel chico de El Clot sin conocimientos musicales que jugaba al baloncesto de escolta a las órdenes de Aíto García Reneses nunca fue un impedimento convertirse en una estrella de rock, más bien un objetivo.

Loquillo (Barcelona, 1960) no pretendía gustar a nadie y así se forjó la personalidad hermética que representa al rock español más puro de las últimas décadas. Aunque con dinámicas poco entendibles, quizá, para algún público, este 'troglodita' se muestra al mundo tal y como es, sin edulcorar su imagen, sin contradicciones y así lo refleja el periodista Felipe Cabrerizo en su libro. Un recorrido por su infancia y su conversión en icono durante los años de la Transición.

Por lo que esto no es solo una historia del Loco, sino también la de dos ciudades, 'las capitales' de España (Barcelona, Madrid), y la del país, con una metamorfosis constante de sus últimas décadas que se lee con Los tiempos están cambiando de fondo.

P.- ¿Por qué sabemos o sabíamos tan poco de Loquillo?

R.- Porque la creación de un personaje sólido es básica para cualquier estrella del rock. Sin él no hay forma de protegerse y posiblemente tampoco de avanzar y plantearse retos. El Loco tuvo que empezar a desarrollarlo en cuanto encontró el éxito, siendo solo un chaval, y ya nunca pudo ni quiso prescindir de él.  

P.- ¿De dónde viene la idea de desentrañar la vida de alguien como ‘El Loco’? He leído que él te lo propuso pero, ¿lo tenías pensado o te lo esperabas?

R.- No, ni lo tenía pensado ni me lo esperaba, fue una sorpresa total. Conocí al Loco cuando estaba escribiendo ‘A toda tralla’, mi biografía del cantante francés Johnny Hallyday, que es un referente fundamental en su carrera. Lo que me pudiera contar alguien que lo había conocido personalmente, que había grabado con él y que había sido su principal valedor en España las últimas décadas era fundamental para encajar todas las piezas del asunto. En un principio ahí quedó todo, pero cuando el Loco leyó el libro le gustó su planteamiento y pensó en proponerme el lanzarme a esta aventura.   

P.- Y cómo ha sido la etapa de investigación, cómo empezó, de dónde vienen las consultas. ¿Hay colaboración por parte del cantante?

R.- Decidí plantearla en dos fases. Comprendiendo que lo principal para poder lanzarme a escribir era desentrañar el personaje del Loco y entender quién es y cuáles son sus motivaciones para seguir embarcado en esta batalla, dediqué el primer año a hablar con su gente más cercana, intentando que entre todos me desbrozaran este bosque, al tiempo que iba preparando un primer borrador donde reconstruía toda su carrera a través de declaraciones, entrevistas, reportajes y en fin, todo tipo de material de hemeroteca. El Loco entró una vez terminé este primer borrador, revisándolo una y otra vez con una paciencia infinita para advertirme de errores de datación, aportarme datos nuevos que nadie conocía y aclararme episodios cuya motivación quedaba un tanto confusa. Por lo que ha sido una parte fundamental para poder llevar enriquecer y concluir el texto.  

P.- ¿Qué tiene Loquillo que atrae tanto al público y engancha a los que le escuchan?

R.- Dos cosas fundamentales para cualquier rock star: un repertorio imbatible y habilidad para saber ir mutando su personaje para adaptarlo a las nuevas circunstancias que lo rodean sin que deje de ser nunca el mismo.

P.- ¿Cómo una persona que no tenía conocimientos musicales y además empieza en el baloncesto, tiene como principal objetivo ser cantante?

R.- Por pura fuerza de voluntad. Su fascinación por la música le hizo tener bien claro desde un primer momento que convertirse en una rock star iba a ser su objetivo único y no le importaron en absoluto las dificultades que sabía iba a encontrar para hacerlo, incluida su absoluta falta de formación como músico.

P.- ¿Qué problemas se le presentaron para llegar a donde está hoy?

R.- Muchos y desde muchos frentes. Es difícil poder desarrollar una carrera larga y coherente en un país como este, que siempre ha tenido una industria musical poco estable y donde el respeto por la cultura, no digamos ya por el rock, ha sido nula. Mucho más siendo un personaje tan polémico que no ha dudado en ningún momento en lanzarse a todos los jardines que se le presentaban por delante, y mucho más aún por haber luchado siempre por llevar las riendas de su carrera y no ceder a las muchas presiones que ha tenido desde todos lados. Es sorprendente la energía con la que sigue enfrentándose todavía a día de hoy para seguir en este camino. 

P.- ¿Qué crees que sería ahora si no fuese cantante?

R.- Pues supongo que paciente de algún psiquiátrico con una depresión de camello y tirando de ansiolíticos, porque tuvo siempre tan claro que esta iba a ser su vida que nunca manejó un plan B por si la cosa no funcionaba.

P.- ¿Cómo han influido las redes sociales en su carrera artística?

R.- De ninguna manera. El Loco se considera un hombre estrictamente analógico y mundos como internet, no digamos ya las redes sociales, le son completamente ajenos. No hay más que verlo con ese móvil del Paleolítico que lo más moderno que alberga es el juego de la serpiente…

P.- ¿Cómo es un día normal con Loquillo?

R.- Alejado de cualquier monotonía, desde luego. 

P.- ¿Crees que de esto podría salir un documental, o docu-serie (que están muy de moda)? ¿Te gustaría?

R.- Desde luego, es difícil encontrar un historión como este en la música española. No creo que fuera difícil sacarle chispas.

P.- ¿Nos puedes desvelar algún otro proyecto que tengas en mente?

R.- Me muevo tanto en el mundo de la música como en el del cine y manejo en estos momentos dos proyectos en paralelo que espero salgan antes de final de año. Uno, un libro sobre cine italiano de género, que es una de mis debilidades. Otro, la recuperación de la colección de libros musicales de mi programa de radio, Psycho Beat! Arrancó a buen ritmo, con las biografías de Serge Gainsbourg, Françoise Hardy y Johnny Hallyday, pero con tanto lío he tenido que ponerla en pausa y ya va siendo hora de arrancar de nuevo, que hay que tener entretenidos a los psychobeaters. Si todo va bien, ambos estarán en la calle antes de final de año.

P.- Lo más surrealista que hayas vivido con Loquillo

R.- Salir a la calle con él. Garantía de diversión inmediata viendo la gente que se acerca a decirle las cosas más variopintas que uno pueda imaginar.

P.- Lo mejor de él (que tú consideres)

R.- Su fuerza de voluntad, un derroche de energía contagioso y su manera de entender que una carrera solo puede seguir adelante si evoluciona y busca nuevos retos. Y el respeto que ha mostrado siempre por todos aquellos músicos de generaciones anteriores que abrieron el camino cuando este era difícil de transitar. 

P.- Lo peor

R.- La impulsividad. El Loco reflexiona y no poco las cosas con el paso de los días, pero, como persona impulsiva que es, puede ser explosivo en un primer momento, cosa que, claro, le ha creado no pocos líos.

P.- Una canción

R.- El Loco ha sido una máquina de realizar singles y es difícil quedarse solo con una. Pero dada mi devoción por Johnny Hallyday, no tengo más remedio que señalar Cruzando el Paraíso, no solo porque ambos la cantaron juntos sino porque es una de las composiciones más brillantes de la discografía del Loco. 

P.- Una curiosidad

R.- En la única gira europea que realizaron Loquillo y Trogloditas fueron teloneados por Radiohead. Ahí queda eso.

P.- “Ritual” antes de subir al escenario

Poder presenciar el ritual anterior a un concierto en el backstage es una de las fortunas que me ha traído este el libro. Ver al Loco animando a sus músicos para salir a arrollar al escenario con la adrenalina disparada y con el rugido del público de fondo es uno de los grandes momentos que me llevo de esta aventura.