Vigente hasta el próximo 3 de julio, el Museo del Prado de Madrid expone la obra de Jan Brueghel (1568-1625) y Pedro Pablo Rubens (1577-1640), El Olfato. Una muestra sin precedentes que propone una relación con la pintura diferente a la habitual: La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa.

© Museo Nacional del Prado

La pinacoteca quiere que el público conozca el cuadro de una forma inusual, mediante el olfato. "Con la exposición buscamos dos cosas: por un lado animar a la gente a que se fije en Jan Brueghel, que acceda a la sala y observe los cuadros que son realmente espectaculares, y por otro lado llamar la atención sobre una parte del pasado como es la olfativa. Hace años las cosas se olían más que ahora porque la higiene era más escasa. La conciencia que se tenía de los perfumes era mucho más alta y había más sensibilidad hacia lo olfativo. La gente cuando veía un cuadro lo alababa y no solamente reaccionaba a lo que veía sino también aseguraba que olía bien", destaca Alejandro Vergara, Jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado y comisario de la exposición, en conversación con El Independiente.

La obra, óleo sobre tabla

Presentada en el 1617 y 1618 (La Vista y El Gusto, respectivamente), la obra representa el jardín de árboles y plantas que la hermana del rey de España Felipe III, Isabel Clara Eugenia, y su marido, tenían en Bruselas a principios del siglo XVII. Se cuenta que la pareja coleccionaba diferentes especies de flores y trabajaban en la creación de perfumes. De hecho, en el cuadro se aprecian animales asociados al olfato, como la civeta o el perro sabueso, y elementos relacionados con el perfume. Es por eso que la exposición, La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa, cuenta con diez tipos de olores creados por el perfumista Gregorio Sola relacionados con el cuadro y que el público podrá experimentar en las diferentes salas de la exposición.

El cuadro El Olfato forma parte de la serie Los cinco sentidos. Una colección que reflexiona sobre los gustos que desarrollaban las cortes europeas en aquella época. Los cinco cuadros pertenecieron a la colección del rey Felipe IV y se consideraban una de las principales joyas del monarca.

Brueghel y su dominio de la pasta pictórica

Queremos resaltar el trabajo de Jan, que es muy bueno. El arte en Europa ha tenido mucho desarrollo y él es uno de los artistas que ha contribuido a ello"

Alejandro Vergara

El autor, que se formó junto a su abuela la miniaturista Mayken Verhulst, vivió en diferentes ciudades italianas y trabajó para Federico Borromeo o Ascanio Colonna entre otros. Brueghel, que desarrolló su carrera artística entre Bruselas y Amberes, es considerado un pintor especialista en representar flores y la esencia que las caracteriza, logrando que el público empatice con la obra. "Queremos resaltar el trabajo de Jan, que es muy bueno. El arte en Europa ha tenido mucho desarrollo y él es uno de los artistas que ha contribuido a ello. Sus cuadros tienen muchos detalles, incluso se aprecia que ha habido partes del mismo que se han pintado con pinceles de un solo pelo, es muy detallista. Lo hace de tal manera que invita al público a empatizar con el cuadro”, destaca Vergara.

Imagen de los difusores disponibles en la sala de la exposición olfativa “La esencia de un cuadro”
Imagen de los difusores disponibles en la sala de la exposición olfativa “La esencia de un cuadro”. © Museo Nacional del Prado

10 aromas para transportarte a la obra

En pleno siglo XXI, el afán por transmitir al público la esencia de una obra de una manera diferente parece no tener límites. Gracias a la tecnología desarrollada por Puig, AirParfum, la gente que visite la muestra se encontrará con una decena de fragancias creadas para la ocasión. Con las siguientes denominaciones: alegoría, guantes perfumados, higuera, flor de naranjo, jazmín, rosa, lirio, narciso, civeta y nardo, estos aromas se podrán disfrutar sin saturar el olfato, respetando la identidad y matices de cada uno de ellos gracias a la tecnología citada anteriormente. Distribuidos en cuatro difusores individuales, los visitantes se adentrarán de lleno en la obra y experimentarán de una forma inédita de los elementos.