Como cada 6 de julio desde hace más de 35 años, la Iglesia Nuestra Señora de los Navarros ha celebrado su particular San Fermín en el madrileño barrio de Chamberí. En esta ocasión, ha fallado el lanzamiento del cohete, pero la celebración fue la misma, con reparto de chistorra y vino clarete.

A las doce menos cuarto de la mañana decenas de personas portaban el típico pañuelo rojo agolpadas a las puertas de la parroquia de Eduardo Dato. Navarros, madrileños y turistas esperaban tras dos años de interrupción por culpa de la pandemia el lanzamiento del chupinazo.

Lamentablemente este año tampoco se ha podido terminar de llevar a cabo por un fallo técnico, ya que la madera preparada para la ocasión no permitía deslizar bien el cohete y se ha decidido suspender para garantizar la seguridad de los asistentes.

Aun así, a las doce en punto se han dado vivas a San Fermín y ha empezado la fiesta en la que se ha obsequiado a los asistentes con el típico vino clarete de Navarra y abundante chistorra.