La actriz estadounidense Jennifer Aniston ha revelado en una entrevista a la revista Allure, publicada este miércoles, que intentó ser madre y se sometió sin éxito a tratamientos de fertilidad durante una época muy dura de su vida, mientras recibía críticas por supuestamente priorizar su carrera sobre una familia.

La protagonista de la serie Friends (1994-2004), no obstante, asegura que tiene "cero remordimientos" por no haber sido madre e incluso siente "un poco de alivio" al no tener que pensar en la posibilidad de quedarse embarazada, algo que en su caso define como "un camino muy difícil".

Aniston señala que fue muy doloroso enfrentarse al mismo tiempo al relato esgrimido por los tabloides de que "era egoísta" y que solo le importaba su carrera para especular sobre su vida personal. "Ese relato de que era egoísta y solo me importaba mi carrera... Dios no permita que una mujer tenga éxito y no tenga un hijo", se desahogaba. "Decir que Brad y yo rompimos y terminamos nuestro matrimonio porque no le daba un hijo era una absoluta mentira. A estas alturas no tengo nada que esconder", afirma en una entrevista en la revista Allure"."Que Dios perdone a la mujer que tiene éxito y no tiene un hijo".

Mientras se la acusaba de no querer ser madre, ella lo intentaba con todas sus fuerzas, lo que aumentaba su frustración y dolor. "Todos esos años y años de especulación fueron realmente difíciles. Estaba sometiéndome a un proceso de fecundación in vitro, bebiendo tés chinos, lo que fuera... Estaba intentándolo todo", ha asegurado.

Ahora se ha decidido a dar el paso. "No tengo nada que esconder", sentencia. " Siento que estoy saliendo de mi hibernación. El mundo crea historias que no son ciertas, así que yo debo contar bien la verdad", ha sentenciado, desvelando uno de sus problemas para ser madre y el constante escrutinio público de la situación le han ocasionado más de un trauma. 

Por eso se siente liberada: "El barco ha zarpado, ya no tengo que pensar más en eso", confiesa con alivio. "Habría dado cualquier cosa porque alguien me hubiera advertido: 'Congela tus óvulos. Hazte un favor'. Simplemente, no lo piensas, así que aquí estoy", asegura.

"Si soy una especie de símbolo para algunas personas, entonces soy un ejemplo de la lente a través de la cual nosotros, como sociedad, vemos a nuestras madres, hijas, hermanas, esposas, amigas y colegas. La cosificación y el escrutinio que ponemos en las mujeres son absurdos e inquietantes. La manera en la que soy retratada por los medios de comunicación es simplemente un reflejo de cómo se ve y se dibuja a las mujeres en general, medidas a través de los estándares de una belleza deformada", apuntaba entonces sobre la excesiva presión que se ejerce sobre el cuerpo femenino.