Fundación Santander ha publicado una nueva entrega de los audiovisuales que conforman su proyecto audiovisual Vívela, ya en su segunda temporada. En esta ocasión, la mirada se dirige a la memoria, una dimensión tan propiamente humana que por fuerza ha de verse con frecuencia representada en la poesía, en la música y en el arte.
El proyecto de la Fundación Santander invita a una experiencia viva que conecta el arte con las grandes cuestiones de nuestro tiempo
«Muchas obras hacen referencia a grandes cuestiones de nuestro tiempo o a ámbitos del conocimiento que podrían parecer alejados del arte, pero en realidad se cruzan con él», explican desde Fundación Santander, responsable de esta iniciativa, que invita al espectador a dejar a un lado la visita habitual a la colección de arte del banco y transformarla en una experiencia viva y conectada con el mundo actual.
Los protagonistas de este último audiovisual son Marco Obrero, poeta, y Sheila Blanco, periodista, compositora y cantante, que analizan cómo algunas obras de la Colección Banco Santander nos muestran el recuerdo, el legado, la esperanza o el olvido. La memoria, tal como afirma Mario Obrero, es «un concepto muy amplio y hay muchas maneras de abordarlo (…). Está en la poesía, en la música y también en la pintura y en la escultura, que además son más tangibles porque nos dejan objetos físicos».
Sheila Blanco, al referirse al cuadro de Guillermo Pérez Villalta El ámbito del pensamiento (1989), descubre «una memoria intelectual representada por la luz que entra por una ventana, ilumina el alfabeto y transforma el espacio en una atmósfera compleja». Además, nos muestra la memoria «como un cubículo en el que reverberan los colores y las formas se distorsionan». En cuanto a Manolas, cuadro pintado por Francisco Iturrino en 1910, señala cómo plasma algo tan pretendidamente actual como el empoderamiento femenino, donde esas coloridas mujeres ataviadas para la ocasión «son las verdaderas guardianas de nuestro folclore».
La memoria como tránsito
Para Obrero, «la memoria no es algo inmóvil o estanco, más bien es una manera de caminar, o un tránsito». El grafiti, comenta en relación con la obra de Amalia Avia La puerta del Monigote (1979), también es huella y señal de la memoria y de la identidad propia, y de hecho lleva con nosotros desde Pompeya. Y el potente lienzo de Carlo Bonavia Naufragio en una cala rocosa (1757), nos muestra el espectro que va desde el hundimiento del olvido hasta la fortaleza de la memoria.
A modo de conclusión, Sheila remata esta reflexión sobre la memoria y el arte afirmando que «si el olvido es el naufragio, la memoria es la esperanza, nuestra salvación». Por su parte, Mario no tiene dudas: «Entre el naufragio y el olvido, y la asamblea de gente que, abrazada a sus recuerdos, resiste la intemperie, creo que sabemos dónde nos queremos quedar: sin duda, en la orilla de la memoria».
Una muestra del pasado, presente y futuro
La Colección Banco Santander es una de las recopilaciones corporativas más reconocidas por los amantes del arte y la historia. Formada a lo largo de 160 años, sus más de 1.000 obras catalogadas nos ayudan a comprender cómo ha evolucionado la historia de España desde el siglo II a. C. hasta nuestros días. Representación de la memoria, sí, pero también testigo del presente y proyección del futuro, muchas de estas piezas nos regalan una visión de algunos de los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad: el progreso social, la transición energética o la igualdad de género. Su visita es un viaje que, en palabras de sus organizadores, permite descubrir en cada obra «amores imposibles, fiesta, poder, naturaleza, traiciones, pasiones o guerras».
Además de su exposición permanente en la Sala de Arte de la Ciudad Financiera (Boadilla del Monte, Madrid), Fundación Santander ha desarrollado en los últimos años diferentes recursos multimedia para dar a conocer la colección del banco. El proyecto Vívela es sólo uno de ellos, pues en su página corporativa ofrece información detallada sobre 400 obras y un completo minisite sobre la colección numismática. También permite disfrutar con todo tipo de detalle de algunas obras maestras gracias a la fotografía gigapixel. En la misma línea, y en colaboración con Factum Foundation, ha digitalizado en 3D La Anunciación de El Greco, una de las obras más icónicas de la colección y una de las más representativas de la última etapa del artista.
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