Soy de los que hace 23 años se ponía en casa música de Sophie Ellis-Bextor, y no era muy común. Ahora no tendría mérito decirlo, porque muchos lo hacen gracias a la magia de las plataformas. El uso de uno de sus éxitos en una de las películas más virales de la temporada, Saltburn (Prime Video), la ha devuelto a la actualidad. Se acababan de caer las Torres Gemelas y en aquel momento sonaba (tampoco mucho) un tema llamado “Murder on the Dancefloor” (Asesinato en la pista de baile) que ahora ha sido remasterizado. El videoclip también ha sido procesado para que parezca, dos décadas después, como recién rodado.

Es muy de agradecer que haya podido encontrar otros muchos ejemplos de resurrección audiovisual gracias a nuestras queridas plataformas. El megaejemplo: nadie pudo quitarse de la cabeza durante toda la serie La casa de papel un himno surgido en los arrozales italianos durante el siglo XIX y adoptado por los partisanos italianos durante la Segunda Guerra Mundial. Sí, el "Bella Ciao" resucitó gracias a una producción española.

Vamos, nuevo, lo que se dice nuevo, no es. Pues ahí tienes a Becky G, con sus 26 años, haciendo un éxito la mar de actual con esta canción. ¿Hubiera ocurrido sin la serie? Lo dudo mucho.

Otro caso paradigmático en lo que a series se refiere fue el renacer de Kate Bush gracias a la inclusión en Stranger Things de su icónico "Running up that hill". Pero si damos el salto de la pequeña a la gran pantalla comprobaremos que esto del éxito pospuesto de grandes canciones es algo que viene pasando desde hace décadas. Otro grandísimo ejemplo es el grandísimo tema que ya hizo grande Dolly Parton llevándolo al número uno en 1974 y al cine en 1982. “I Will Always Love You” es una canción enorme.

Pero, claro, si una década después te ponen a Whitney Houston a cantarla, protegida por todo un Kevin Costner, en pantalla gigante y en el cine, te emociona. Y llegó a ser un éxito mundial total. Número uno en casi todos los países normales. Era la banda sonora de El Guardaespaldas.

Tarantino, amante de la música, también hizo justicia con bastantes temas que habían pasado al fondo del catálogo, un par de ellos solamente con Pulp Fiction. Jamás se escuchó tan bien a Chuck Berry como en la versión que bailan Uma Thurman y John Travolta de “You Never Can Tell” (nunca se sabe).

Y, por supuesto, nada más empezar, la música por excelencia de cualquier malote que se precie: "Misirlou". Por si alguien tiene curiosidad, el momento televisivo original de 1963 tiene también bastante gracia:

Durante aquellos años 90 de hombreras y colorines se recurrió mucho a los clásicos musicales. Todos recordamos una de las películas más emitidas en la televisión española: ocho veces en TVE, veintiuna en Telecinco y una en Antena 3, con un tema de Roy Orbison de 1964: “Pretty Woman”.

Fue tal el éxito de esa resurrección que llegó a ser número uno en la radio en los años 90. Doy fe. Y el tema tenía 30 años. Otra serie de aquellos años que devolvió a la actualidad a un clásico fue Ally McBeal, cuando puso de moda de nuevo al gran Barry White. Incluso apareciendo él mismo, como punto de partida.

Y luego, ya, como running gag, coreografía en los baños incluida.

Acabaré el escueto recorrido, que podría ser larguísimo, con una película de ciencia ficción que ha conseguido que hasta los chavales de menos de quince años se aficionen a ese extraño artilugio llamado cassette. Sí, en las películas y en el videojuego Guardianes de la Galaxia, en una nave espacial botada en un futuro muy remoto, aparece una hermosa platina a pantalla completa. En esa cinta teórica de las que rebobinábamos con un bolígrafo aparecen no pocos temas que ya pocos recordamos. Uno que fue éxito cuando el hombre aún no había llegado a la Luna (1968) está siendo de los temas de la época que más derechos está generando. "Hooked on a Feeling", de Blue Suede. Bendito sea el poder de resurrección musical de las películas y series.