Dependiendo de lo que cada uno considere como su parte más recóndita, el sanctasanctórum de una casa puede ser una habitación, la cocina o el salón. Pero en el caso de la plaza romana de San Giovanni in Laterano, el Sancta Sanctorum es la cámara que alberga algunas de las mayores reliquias de la fe cristiana: los peldaños de la Escalera Santa por la que Jesús de Nazaret subió para su proceso, la Cruz con gemas del papa Sergio, la Cruz esmaltada de Pascual I o piedras de Tierra Santa. El lugar más santo de los santos, como define su locución latina.

Fue creada en el siglo XIII, pero estuvo cerrada durante siglos hasta que un herrero fue el único capaz de romper sus cerraduras en abril de 1903. Décadas después, Juan Pablo II mandó que el tesoro de la cámara fuese destinado en gran parte a la Biblioteca Apostólica del Vaticano. Y ahora, los Museos Vaticanos han anunciado que algunas de esas reliquias vuelven a ver la luz. En concreto, las vestimentas San Pedro y San Juan Evangelista: una túnica y una dalmática, respectivamente.

Túnica de San Juan Evangelista, durante el proceso de restauración | Vatican News

Una túnica y una dalmática

Ambas de estilo oriental y probablemente de copta egipcia, su tejido está formado por fibras de lino, ortiga y lana. Unas características que no han hecho más fácil su proceso de restauración.

Tal y como reconoce la restauradora Emanuela Pignataro, ambas prendas se encontraban "en muy mal estado". Pese a que la dalmática de San Juan (siglos I y II d.C.) es más antigua que la túnica de San Pedro (VI y VII d.C.), la del primero es que la se encontraba en peores condiciones. Para que volvieran a estar presentables, las prendas han tenido que pasar por un proceso de conservación que comenzó en 2019 y que el Gabinete de Investigación Científica del Laboratorio de Tapices y Textiles de los Museos Vaticanos ha terminado recientemente.

¿Estas prendas pertenecieron realmente a San Juan y San Pedro? Es difícil saberlo, pero así lo describió el diácono Juan en el siglo IX en un pasaje de la biografía del papa Gregorio Magno. Y lo cierto es que han sido objeto de devoción por parte de los fieles durante siglos. De hecho, si se observan de cerca las túnicas, hay múltiples cortes en los dobladillos que se relacionan con el uso extendido durante siglos de tomar pequeños fragmentos para la creación de reliquias para la devoción pública y privada.

A la salida de la Capilla Sixtina

Estas reliquias podrán verse en la Sala Degli Indirizzi di Pio IX, a la salida de la Capilla Sixtina. Y lo harán, tal y como ha comunicado la institución, "durante un breve periodo". Desconocemos el nombre del herrero que rompió las cerraduras del Sancta Sanctorum, pero a él le debemos que los visitantes de la maravilla pintada por Miguel Ángel vayan a tener la oportunidad única de acercarse a estas túnicas.