Arte

Mondrian, viaje a la vanguardia que conquistó el mundo con tres colores

Azul, rojo y amarillo, a Piet Mondrian (1872-1944) le bastaron estos tres colores para entrar en la historia del arte. Si se contempla la obra de Mondrian, desde sus inicios en los Países Bajos a sus últimos trabajos en su estudio en Nueva York, media en su vida, como en el mundo del arte, una transformación revolucionaria. La misma del momento vital que vivió y protagonizó con su trabajo. 

“Mondrian forma parte de las vanguardias históricas donde hay voluntad de transformar radicalmente el mundo, desde diseños de ciudades a diseños de un mueble o el diseño de una habitación”, explica el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja Villel. En el museo madrileño se podrá ver hasta el 1 de marzo de 2021 la muestra Mondrian y De Stijl, una exposición en la que se puede hacer ese viaje por la obra de Mondrian que no es otro que el de viaje por las décadas que cambiaron el mundo.

La exposición arranca con los orígenes de Mondrian en los Países Bajos. Cuesta asociar su nombre a bodegones y retratos, pero así inicia su carrera pictórica con naturalezas muertas y paisajes, antes de adentrarse en la vanguardia de la mano de De Stijl y ser conocido por sus revolucionarias composiciones de orden geométrico.

El movimiento De Stijl (El Estilo), nace de la cabecera de una revista creada por el pintor y crítico Theo van Doesburg. La revista agrupó y difundió las ideas de la nueva plástica abstracta entre los años 1917 y 1931. La búsqueda de la modernidad fue la máxima de este colectivo al que Mondrian se sumó pese a ser más mayor que la mayoría de sus componentes.

Además de la relación Mondrian con este colectivo se aprecian en la muestra las aportaciones del grupo a la pintura, su concepción de la arquitectura y el diseño. Un aspecto que tiene su máxima representación en los diseños del arquitecto y diseñador  Gerrit Rietveld.

Mondrian en su estudio en París en 1933.

Más que líneas y colores

La muestra quiere destacar cómo la obra de Mondrian no era un arte alejado del mundo en el que se exponía. “La tesis de la exposición es que Mondrian trabajaba el espacio, le importaban los marcos, iba modificando las obras en función de las exposiciones que iba haciendo, por eso no le interesaban las exposiciones colectivas, por que no le permitía trabajar la relación entre la obra y el espacio”, explica Borja Villel. “Hay una serie de salas individuales de Mondrian en las que hemos querido reproducir como él entendía los espacios, y estos ambientes se contrastan con las salas en las que se muestran a otros artistas De Stijl”, añade.

La exposición es la más relevante de este 2020 que el museo cumple su 30 aniversario. Comisariada por Hans Janssen, suma 95 obras, con 35 de Mondrian y 60 de los artistas de De Stijl. Figuras como Theo van Doesburg, Bart van der Leck, Hendrik Petrus Berlage, Georges Vantongerloo o Vilmos Huszár.

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Silla Roja y azul. Gerrrit Rietveld

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Composición C, con rojo, amarillo y azul. Mondrian 1935

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Pintura II 1936-43, con amarillo, rojo y azul

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Composición B, con rojo 1935

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Ritmos con líneas negras, 1937/1942

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Composición en rombo, con ocho líneas y rojo. 1938

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