Se preveía y la profecía se ha cumplido. El Warrior (1982) de Jean-Michel Basquiat se ha convertido en la obra de arte moderno occidental subastada en Asia más cara de la historia, con un precio final de 35.077.853 euros (se oscilaba que los pujadores podrían pagar por el una cifra entre los 24 y 36 millones de euros).

Warrior (1982), de Jean-Michel Basquiat.

La obra se ha ofrecido en un lote de la temporada de primavera de ventas del siglo XX, en un evento virtual nocturno que Christie's ha organizado en la jornada de hoy y en el que ha atraído pujas de Hong Kong y Nueva York.

Pintado en la cúspide de su corta pero intensa carrera, el cuadro es una alegoría al propio Basquiat, que se muestra en la pintura como un guerrero que enfunda su arma y que se prepara para la batalla. El pintor americano siempre ha plasmado la desigualdad social y política de la comunidad afroamericana en sus pinturas.

99 millones sin título

Basquiat es uno de los artistas más cotizados en la historia del arte moderno, pues su récord se postula en los 99 millones de euros por su obra –Sin título–, que data del mismo año que Warrior y que compró un magnate japonés en el Sotheby's de la Gran Manzana. Su segunda obra mejor pagada también es una pintura sin nombre que Christie's vendió por el módico precio de 48 millones de euros.

La obra solidaria de Banksy recauda 19 millones

El 6 de mayo de 2020, durante la primera oleada del Covid-19, una pintura del británico Banksy apareció en el Hospital Universitario de Southampton. Destinada a formar parte de una recaudación solidaria, el regalo envuelto en papel de oro que apareció en el centro médico se ha vendido en la subasta de Christie's por 19.422.522 euros.

A través de la Southampton Hospitals Charity, los ingresos de la venta se utilizarán para financiar proyectos de bienestar para el personal y los pacientes del complejo médico, y se distribuirán a una comunidad más amplia de proveedores de atención sanitaria, tanto dentro del NHS (el sistema sanitario británico) como del sector benéfico.

Una reproducción de Game Changer, una obra que muestra a un niño intercambiando a sus peluches de superhéroes por uno de una enfermera, permanecerá a la vista de los futuros pacientes, visitantes y personal del hospital.

Game Changer (2020) de Banksy.

Frenesí por el digital

Hace una semana, Christie's volvió a marcar un nuevo récord histórico tras vender la tercera pieza de arte digital más cara de la historia: un objeto único conformado por 5.000 imágenes que se convirtió en la tercera obra más cara de un artista vivo en el ránking de Christie's tras dos obras de Jeff Koons y David Hockney.

Bajo el título de Everydays: The First 5000 Days, el artista Beeple ha unido un objeto único no fungible (NFT por sus siglas en inglés), un collage de 5.000 instantáneas que el artista habría recopilado en los últimos 13 años.

Everydays: The First 5000 Days, la obra del artista Beeple que ha roto el récord en Christie's al ser la tercera obra de arte más cara de la historia.

Mike Winkelmann (1981), nombre verdadero de Beeple, devolvió a la palestra el debate de si todo se puede considerar como arte, al conseguir que su obra digital tokenizada se pagara por una cifra de 69 millones de dólares. Pagado en Ethereum por medio de criptomonedas, la obra "no puede en ningún caso ser copiada ni plagiada porque se ha creado con tecnología blockchain”, advertían desde la casa de subastas en un comunicado al comienzo de la puja. 

"Los artistas llevan más de 20 años utilizando hardware y software para crear obras de arte y distribuirlas por Internet, pero nunca hubo una forma real de poseerlas y coleccionarlas. Con las NFT eso ha cambiado. Creo que estamos asistiendo al inicio del siguiente capítulo de la historia del arte, el arte digital. Se trata de una obra que tiene tanto oficio, mensaje, matiz e intención como cualquier otra realizada en un lienzo físico, y me siento más que honrado y humilde por representar a la comunidad del arte digital en este momento histórico", admitía el propio artista.