"Estamos acostumbradas a la crítica sin fundamento así que, aunque se haya formado tanto revuelo, ni nos ha sorprendido". Carolina Iglesias (Oleiros, 1993) lleva Estirando el chicle desde mayo de 2020, consiguiendo situar el podcast que comparte con Victoria Martín (Madrid, 1989) como el más escuchado en España. No sólo lideran estadísticas cada vez que sacan un nuevo episodio los domingos, también triunfan en un espacio reconvertido en libertad y refugio para gran parte de las cómicas españolas.

La Chocita del Loro, emblema de la madrileña Gran Vía, ha devuelto a la palestra "un discurso que llevaba sin escuchar 15 años", afirma a El Independiente Pilar de Francisco, guionista de Late Motiv. La directora del recinto, Laura Sánchez Vegas, admitió en una entrevista viral que las mujeres habían relegado su humor al victimismo y feminismo, declaraciones que el gerente de la 'Chocita' ha secundado en una entrevista a El País, en la que admite que "el nivel de las mujeres es más bajo para hacer humor".

Estamos muy lejos de ser un nicho. Nicho es la comedia machista y ojalá cada vez más reducida hasta que se vuelvan a la cueva"

carolina iglesias, cómica y creadora del podcast 'estirando el chicle'

"Me alegra que estas cosas salgan a la luz, pero no me paro ni un segundo a explicar que somos graciosas, porque lo somos", replica Iglesias en referencia al revuelo generado por las declaraciones de Sánchez Vegas. "Vivimos de ello y es nuestro trabajo". Asimismo, la cómica considera que la Chocita está de forma reiterada copando "titulares sobre personas relacionadas con ese local que inciden en la misoginia y la homofobia".

Realidades paralelas

Independientemente de la polémica generada y la infinidad de respuestas que el local de comedia madrileño ha recibido por parte de mujeres que conforman el gremio artístico, el éxito no se demuestra a golpe de tweet, sino con datos y tangibles del éxito que las cómicas están teniendo en España.

La comedia, "da de comer" a las mujeres. "Muchas compañeras llevamos 8 o 9 ganándonos la vida" entre monólogos, guiones o llenando teatros, como bien enuncia Pilar de Francisco. "Habla de una realidad que no existe, que es la de que las cómicas no venden entradas", apostilla.

"Estirando el chicle vende teatros en 20 minutos, Inés Hernand no para de llenarlos con su show, Martita de Graná, las de Deforme Semanal, la Riot Comedy de Penny Jay, Perra de Satán, Asaari Bibang", enumera Carolina Iglesias. "Estamos muy lejos de ser un nicho. Nicho es la comedia machista y ojalá cada vez más reducida hasta que se vuelvan a la cueva", espeta.

Las alegaciones de la directora de la Chocita planteaban que los espectáculos femeninos no apelaban "al público variopinto" del local madrileño. "A lo mejor estamos dando voz a gente que da sus opiniones sin argumentarlas", responde tajante la creadora de Estirando el chicle. "Las mujeres se consideran un público menor por el hecho de ser mujeres, pero somos el 52% de la población", argumenta.

Muchas compañeras están triunfando porque su humor es aire fresco y no el mismo tipo de chiste roído sobre la suegra"

pilar de francisco, cómica y guionista de late motiv

Una herencia, una lacra

Chistes y bromas enfocadas a un cierto consumidor que han terminado por "cansar" a la otra mitad de la sociedad. "Las mujeres llevamos toda la vida escuchando programas y bromas dirigidas a ellos, estábamos deseando sentirnos representadas", afirma Iglesias. "Muchas compañeras están triunfando porque su humor es aire fresco y no el mismo tipo de chiste roído de la suegra", secunda Pilar de Francisco. "Machista te hacen y feminista te haces, tienes que poner de tu parte", continúa.

Como guionista de uno de los programas de comedia más alabados en España, Pilar de Francisco afirma que, incluso siendo mujer, resulta complicado desechar ciertos prejuicios a la hora de construir sus monólogos. "Se ve como humor blanco que un hombre hable de pajas en prime time, está muy arraigado, esos han sido mis referentes cuando era pequeña y lo veía normal", explica. "Hace unos años, ahora ya no, se escuchaban chistes de 'la emborracho y me la llevo a casa', ¿pero qué burrada era esa?".

Además de heredar ciertos clichés bajo la mira masculina, la mujer cómica encuentra trabas a la hora de mostrar con la misma libertad que ellos ciertos aspectos de su cotidianidad en su intento de elaborar pasajes de humor. "Me vetaron la palabra regla y lesbiana, porque se consideran tabús sobre la sexualidad de la mujer", relata de Francisco. "Todavía hay gente se escandaliza por decir "'hacerte un dedo' cuando hemos oído chistes de chicos masturbándose toda la vida".

Ampliando el abanico

Compañeras que llenan huecos de mercado y butacas de teatros. Público sediento de nuevas historias, anécdotas y de sentirse representado tras el micrófono. "A partir del 8M de 2018 vimos un cambio de inercia", refleja Pilar de Francisco. "Se buscaban cómicas", apostilla irónica. "Se dieron cuenta de que hacía falta abrir espacios tanto en redacciones, como delante de las cámaras".

Carolina Iglesias, que acaba de cerrar la tercera temporada de Estirando el chicle, apela a la decisión de apertura del oyente, que tiene cada vez más notoriedad en el ránking de preferencias. "Los puestos de poder están copados por hombres, pero por suerte el público cada vez tiene más peso en esta ecuación y ya no están sólo las redes para que demuestren su opinión y apoyo", reitera. "Cada vez necesitamos menos la aprobación de un hombre para avanzar, aunque muchas veces es responsable del techo de cristal de muchas".

Para la guionista de Late Motiv, el humor que ocupa el cartel de la Chocita "es cada vez más minoritario", y se lamenta de que un espacio que ha actuado como faro de la comedia en la capital se boicotee a la hora de apelar a un público variado: "El capitalismo es hacer tu negocio rentable y te estás quedando atrás", apostilla.

En ese aspecto, Pilar de Francisco considera que el cuidado que se aplica a los guiones actuales para que se conviertan, no en voz de uno, sino de varios, es una de las medidas que se están aplicando en programas de comedia en nuestro país. "Cuidamos el guion para hablar en un lenguaje en el que dé igual tu orientación sexual o tu género”, y para que no "falten discursos ni voces".