Conocido especialmente por sus trabajos en el cine -algunos junto a Charlie Chaplin- y en el teatro, Edgar Neville tuvo otra faceta más oculta, la de poeta, en la que se atrevió, en pleno franquismo, a homenajear a Federico García Lorca y a condenar su asesinato en los albores de la Guerra Civil.

La obra poética completa de Neville ha sido reunida por primera vez en un libro publicado por el Centro Cultural Generación del 27, con sede en Málaga, en una edición que ha estado a cargo de Rafael Inglada. "Es un libro que cubre un espacio más olvidado, el Neville poeta, que surgió en los últimos años de su vida, cuando quizás por problemas de salud u otros problemas personales, la poesía vino a ocupar su última actividad creativa después del cine y el teatro", explica Inglada en una entrevista con EFE.

Al editor de esta obra le "sorprendió mucho" el poema que dedicó a García Lorca en 1966, en unos momentos en los que todavía era un tabú la muerte del poeta granadino, y no se explica cómo este homenaje "pasó desapercibido" a la censura franquista. "Y hoy, Federico amigo, al pasar por Granada, he querido seguir ese camino por donde tus verdugos te llevaran en aquel espantoso último día, tu postrer madrugada", rezaba ese poema de Neville, que había trabado amistad con Lorca en Granada.

Y añadía el poema que, al preguntar dónde estaban los restos de Federico, "nos responden miradas angustiadas, sin arrogancia ibérica, de sujetos que fueron los vecinos del crimen más injusto de mi patria", para más adelante proclamar: "Ya dirán dónde está cuando vayamos para llevarlo en hombros a la Alhambra, a que repose a los pies de una fuente que murmure: 'El crimen fue en Granada'".

Aunque no se suele incluir a Neville en la Generación del 27, Inglada considera que se le podría "adscribir como dramaturgo del 27", y no cree que esta exclusión se deba a que permaneciera en España durante la dictadura franquista. "Hubo muchos poetas del 27 en el exilio, pero también otros casos como los de Dámaso Alonso, Gerardo Diego o Vicente Aleixandre que decidieron permanecer en España. El 27 no es una generación de exiliados, aunque sea lo que más se conoce, y hubo también gente sufriendo la España del franquismo", precisa el editor.

Esta edición permite leer reunida en un solo libro la poesía de un personaje muy vinculado a Málaga y la Costa del Sol en los inicios de su "boom" turístico, ya que compró en los años 50 un chalé en Marbella que, quizás por nostalgia de sus años en Hollywood, bautizó como "Malibú" y que, después de la muerte de Neville, fue adquirido por el actor escocés Sean Connery. "Son poemas de desazón, de amor y de ímpetu de un hombre en los últimos años de su vida. Quizás vio una manera de exorcizar sus demonios a través de la poesía, como han hecho tantos poetas", señala Inglada.