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Jordi Mollà: "Me identifico más con Manolete que con Goya o Picasso"

'El arte de trascender / El legado del toro' es un proyecto del actor, director y artista catalán para la Fundación Osborne en la celebración del 65 aniversario de uno de los símbolos más importantes de la cultura española

Jordi Mollà durante la presentación de 'El arte de trascender'.

Hace 65 años nació una de las imágenes más icónicas, potentes y alegóricas del imaginario colectivo español, el toro de Osborne. Su monumental silueta puebla los campos y caminos de la península ibérica como un simbólico sello de hispanidad arraigado tanto en nuestra tierra como en nuestra cultura.

La admiración del ser humano por este animal es un fenómeno que trasciende diferentes épocas y culturas. La mitología griega, la tradición judía, la religión hinduista, las pinturas rupestres de nuestros antepasados... La singularidad del toro y su figura es un tema tan universal como inabarcable.

En el caso de Jordi Mollà (L'Hospitalet de Llobregat, 1968), la representación taurina, emblema de la bodega gaditana, ha marcado su desarrollo tanto emocional como profesional desde el principio. "Para mí, el toro representa mi niñez, yendo de vacaciones con mis padres en el coche. Veía estos toros gigantes en las autopistas que para mí simbolizaban vacaciones, familia, fiesta, paellas, acequias, campos... Luego, en mi adolescencia, cuando tenía 21 años, significa mi entrada en el cine, gracias a Jamón, Jamón. Y ahora, con este proyecto, parece ser una celebración de mi madurez".

El actor, director y artista español es el encargado de reunir en 65 piezas únicas, la esencia de este símbolo, en un aniversario que además coincide con los 30 años del estreno de Jamón, Jamón (Bigas Luna 1992). El arte de trascender / El legado del toro es un proyecto para la Fundación Osborne que estará expuesto a partir de este jueves y durante todo julio en la galería de arte Gärna Studio Gallery, en Madrid.

Eloy Martínez de la Pera, comisario de exposiciones de este proyecto, cuenta que a la hora de buscar a un artista que guardara una conexión directa entre la valla del toro de Osborne y la película de Bigas Luna, Jordi Mollà era "el perfecto engranaje".

Este trabajo, realizado íntegramente en las bodegas ubicadas en el Puerto de Santa María, pasa por distintas fases artísticas en las que Mollà se sirve de la icónica silueta serena y monumental de la bestia, para plasmar diseños que recuerdan a Basquiat, Pollock, Tápies y, por supuesto, a los españoles Goya, Picasso o Barceló.

Sobre la obsesión general de sus predecesores con la tauromaquia, el artista catalán incide en la necesidad fundamental de enfrentarse a la parte más irracional de nuestra naturaleza. "Representa la lucha entre el hombre y la naturaleza. Aunque en el caso del ruedo, ese pobre toro tiene todas las de perder en la plaza, no deja de ser un hombre contra una bestia. Imagino que por eso tiene una estética que atrae a caracteres como los suyos. Si te fijas en Goya, Picasso y Barceló tienen mucho en común, ellos son el toro, pero yo soy más Manolete, me veo más como el torero".

Y es que, a pesar de que en la obra de Mollà hay una gran cantidad de colorido y formas adornando las figuras de Osborne, si le preguntas, el pintor se queda con la sencillez y claridad que muestra un toro negro, con detalles en blanco y rojo en el que se puede leer 490 kilos. "Es tan simple, tan directo, tan bien compuesto, que al verlo puedes percibir el olor del toro".

El artista reconoce que lo más difícil del proceso, ha sido mantener intacta la esencia del toro de Osborne. Para ello, ha tenido el cuidado de dejar siempre alguna parte del fondo en negro, que recordara su origen.

Mollà ha querido plasmar en estos toros un sentido de hispanidad a través de mensajes y palabras que reflejaran la fuerza del carácter español. Se pueden leer consignas como: "vamos torito bravo, alegría, luz, amar, vivir, palante y arriba, ole toro...". Palabras escritas que potencian el mensaje lleno de intensidad y pasión que desprenden estas figuras.

En este proyecto, Jordi Mollà se ha enfrentado al remate de una estrecha relación que comenzó con esos premonitorios recuerdos de infancia, marcados por la gallarda figura del toro que lo encumbró en su toma de la alternativa con Jamón, Jamón y Bigas Luna. Ahora, con El arte de trascender / El legado del toro, el artista culmina este enlace tan estrecho, haciendo suyos los 65 años de historia de este símbolo universal.

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