En 1972  Richard Nixon (1913-1994) y Mao Zedong (1893-1976) mantuvieron un encuentro en China que supuso una gran victoria diplomática para Estados Unidos en plena Guerra Fría. Nacía una relación que puso a China en la senda del aperturismo tras la muerte del líder comunista. La comunicación entre Washington y Pekín dejaba más aislada a Moscú. Nada que ver con la situación actual en la que las tres potencias políticas y militares del mundo participan en una partida global muy diferente.

La visita de Nixon a Mao fue todo un acontecimiento mediático en EEUU y un gran ejercicio propagandístico por ambas partes. “Estamos en un punto en el que estos personajes pasan a la historia, a la memoria colectiva del público y el evento se convierte en mito con el tiempo. Este proceso y el saludo de Mao con Nixon es un gran momento histórico y es la razón por la que yo creo que Adams hace esta ópera”, afirma John Fulljames. Él es el director de escena de Nixon in China, de John Adams. La ópera minimalista más representada en los escenarios de todo el mundo llega al Teatro Real en coproducción con la Den Kongelige Opera de Copenhague y la Scottish Opera. Nixon En China es de las pocas óperas contemporáneas que gozan del favor de la crítica y buena aceptación entre el público.

 "Los personajes como Mao o Nixon aparecen sin el bagaje posterior - en el caso de Nixon el  caso 'Watergate' que terminó por acabar con su carrera-, pero Adams muestra a sujetos en un contexto en el que están tratando de ser héroes o, al menos, en dejar un legado para la posteridad", ha remarcado el escenógrafo Dick Bird. "Se trata de la recreación de la historia, más que de los destinos de las personas: los personajes son construcciones mediáticas y no personas reales", ha señalado el director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch.

El encuentro entre ambos mandatarios fue un gran evento político y mediático. En Estados Unidos se podía seguir la retransmisión de cada movimiento de Nixon, su esposa Pat y el más famoso de los secretarios de Estado de EEUU: Henry Kissinger.  El político y máximo exponente de la realpolitik sigue vivo con más de cien años y publicando libros con gran impacto. No falta Chiang Ch’ing o Madame Mao -como se la conocía en Occidente- cuarta esposa del líder chino que jugó un papel destacado en la destructiva Revolución Cultural maoísta.

Nixon in China despliega en escena el potencial visual e histórico de aquel momento con fidelidad a los momentos más mediáticos para posteriormente especular con unos personajes históricos que han buscado la grandeza histórica pero que después de ese momento cumbre entran en declive. Nixon no llega a ser lo popular que él considera merecer con el lastre de la Guerra de Vietnam y Mao vive sus últimos años de vida siendo consciente de que su revolución no perdurará.

Este es el drama de esta ópera, la historia arrolla incluso a los que se desviven en controlar el tiempo de los humanos. Sin embargo con quien no se especula en escena es con el personaje de Kissinger, la óperapolitik no le alcanza ya que el secretario de Estado no muestra un sólo sentimiento que no sea cálculo racional político.

Música minimalista

El estadounidense John Adams, uno de los máximos representantes del minimalismo, compuso esta obra en el año 1987 y, desde entonces, se ha convertido en una de las óperas contemporáneas más llevadas a escena. Entre el 17 de abril y el 2 de mayo serán las primeras representaciones de esta ópera en España. John Adams recibió en 2018 el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA y a raíz de ese galardón se puso en marcha este proyecto que cuenta con el patrocinio de la fundación del banco.

La directora musical coreana Olivia Lee-Gundermann considera que Nixon in China es todo un reto musical que a partir de una partitura minimalista con escenas la premisa fundamental es conseguir que todos los músicos toquen como si fuesen uno. "Creo que el público no se dará cuenta de lo compleja que es para su interpretación. Todos deben tocar extremadamente concentrados durante casi tres horas, especialmente los cantantes", afirma. Este trabajo tan coral conecta con la cultura asiática donde lo colectivo prima sobre lo individual, según destacó en rueda de prensa la directora coreana.

En la dirección musical de la ópera se alternarán, al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, la coreana Olivia Lee-Gundermann y el griego Kornilios Michailidis. Actuarán junto con los barítonos Leigh Melrose (Richard Nixon), Jacques Imbrailo (Chou En-Lai) y Borja Quiza (Henry Kissinger), las sopranos Sarah Tynan (Pat Nixon) y Audrey Luna (Chiang Ch’ing, Madame Tse-Tung), el tenor Alfred Kim (Mao Tse-Tung) y las mezzosopranos Sandra Ferrández (Nancy T`ang, Primera secretaria), Gemma Coma-Alabert (Segunda secretaria) y Ekaterina Antípova (Tercera secretaria).