Hace unos meses saltó la polémica en Twitter cuando unas madres reaccionaron a los vídeos de uno de los conciertos de Aitana al que habían acudido menores de edad. Decían que el show no era apto para niños, demasiado sensual y provocativo. Otros defendían a la artista y aseguraban que cada cual elige a donde va con su familia y ahora que han salido a la venta las entradas para su concierto del próximo 28 de diciembre de 2024 en el Santiago Bernabéu han sido muchos padres de los primeros en hacerse con ellas en la preventa.

Aitana congrega a muchísimo público infantil, niñas y niños de entre 4 y 12 años que suplican a sus padres por una entrada para sus conciertos y que las acaban consiguiendo. A sus shows acuden muchas familias que se gastan cientos de euros para escuchar a la artista que sus hijos ven en la tele y cantan en el patio del colegio. Se saben todas las canciones, les encantan los videoclips y hablan entre ellos de cuándo es el próximo concierto.

En el caso de Jorge, sus dos hijos de 6 y 4 años son fans de Aitana desde que una niña les enseñó una de sus canciones en el colegio. "Primero fue la canción de Zzoilo y luego las demás. El otro día les dijeron en clase que iban a salir las entradas a la venta y encima que el concierto iba a ser en el Bernabéu así que imagínate, he comprado cuatro entradas en grada a 70 euros cada una más gastos de gestión. Es mucho, 70 euros por un niño de 6 años, pero también te digo, los Cantajuegos también son caros y esta música me disgusta menos", asegura a El Independiente.

En cambio a Ana, madre de un niño de 6 y de una niña de 2, no le gusta nada la música de Aitana pero este concierto le parece "toda una experiencia". "A mi hijo, sobre todo, le gusta la canción de Zzoilo pero va un amigo suyo así queríamos apuntarnos porque además es en el Bernabéu, es un planazo. Quería llevar a mi hija también porque ese día cumple 4 años y no me parecía bien dejarla en casa a la pobre", confiesa pero dice que no se había planteado que el show no fuera del todo infantil. "Ella me da una pereza que me muero y los bailes... Sí, supongo que no están diseñados para un público infantil, no lo había visto así", admite y asegura que se había puesto un tope de 80 euros por entrada y que al final se ha quedado sin ellas. "He entrado un poco tarde y ya no había ni siquiera tres juntas, sólo en pista y con los niños pequeños me da más miedo".

Como Mar, que aunque no irá al Bernabéu, llevó a sus hijos al último concierto de Aitana en el Wizink Center pero a grada. "La conocen por una amiga con la que van a clase de violín y porque la han visto mucho por la televisión. La verdad que fue un poco casualidad que les dejara ir porque no me entusiasma pero al final se trata de producto del marketing enfocado a las masas así que ha captado al público infantil", asegura y añade que el baile en sí no le preocupa. "Me preocupa más el tono reguetonero de la música que escuchan ahora que se presta siempre a movimientos sexuales".

También que pagó 50 euros por cada entrada. "Se las compré de reventa a un amiga por hacerle el favor al mismo precio que las compró ella. Espero que con la edad se les pase porque está música no me gusta nada y eso que a mí me encanta la música", asegura. Como tampoco le gusta a Beatriz, con una niña de 8 años y un niño de 6, aunque su marido ha comprado las entradas en cuanto ha conseguido un ordenador.

"Mi hija ha venido hoy a las siete de la mañana corriendo a decirnos que ya se podían comprar y nos lo ha suplicado"

"Mis hijos la conocen por el colegio y por las clases de baile, al final se habla mucho de ella. Desde que se anunció el concierto han estado con el tema de las entradas, lo escucharon en la radio, mi hija todos los días a cada rato nos recordaba que el lunes se podían comprar y esta mañana a las siete de la mañana ha venido corriendo a decirnos que hoy ya se podían comprar y nos lo ha suplicado", cuenta y asegura que tenía como tope 100 euros por entrada. "Que es mucho porque vamos cuatro pero al final nos han costado 50 cada una", comenta a este periódico.

También que no le preocupa el show y que le pareció un poco tontería todo lo que se montó en torno a su baile. "Hay que saber diferenciar lo que es un baile en un show musical de lo que es otra cosa… Y en cuanto al público infantil, y hablo por mis hijos, no le dan connotaciones de ningún tipo a un baile, sea como sea. Las connotaciones sexuales que se le han dado a algunos de los bailes de Aitana dependen más del punto de vista de los adultos", añade. Y su marido, Fernando, dice que a él tampoco le preocupa y que ya es la "segunda vez" que van a verla.

La mayoría aseguran que en su entorno y en los chats de madres y padres se está hablando del concierto de Aitana y que la mayoría de los niños están ejerciendo mucha presión para ir. "Y eso que es dentro de más de un año, imagínate que en verano sale otro grupo y les deja de gustar Aitana", sentencia Jorge.