La naturaleza como tema ha sido recurrente en la historia del arte pero desde hace varias décadas vemos como esta a adquirido un comportamiento más político, dejando de lado su función meramente estética. Ahora no son nenúfares ni paisajes los que protagonizan las obras. O sí, pero de otra manera. El cambio en el concepto de la naturaleza como algo que está en riesgo ha llegado a los cuadros, a las esculturas, a las performances y ha acabado llenando los museos.

Con la idea de este nuevo "paradigma para la humanidad" ha creado Angela Lampe, conservadora del Centro Pompidou de París, una muestra en la que el siglo XX y el siglo XXI dialogan a través de lienzos y esculturas que tienen como temática el biomorfismo, es decir, la naturaleza como ente.

"La naturaleza ofrece un ángulo para releer la historia del arte reciente que se ha descuidado hasta ahora. Desde finales del siglo XIX, con el movimiento Art Nouveau, hasta nuestros días, el uso de formas y materiales derivados de la naturaleza ha sido una constante en la creación artística. Sin embargo, hay enfoques muy diferentes: estéticos, alegóricos o simbólicos y más recientemente, más críticos y políticos", explica en una entrevista por e-mail a El Independiente sobre Arte y Naturaleza, la exposición que acaba de presentarse en el CaixaForum de Madrid tras su paso por Barcelona.

Raoul Hausmann, Nu, Allemagne [Desnudo, Alemania], 1931 Centre Pompidou en 'Arte y Naturaleza' del CaixaForum.
Hervé Paraponaris, Sound System [Sistema de sonido], 1993. Centre Pompidou en 'Arte y Naturaleza' del CaixaForum.

Aquí conviven "Picasso, Kandinsky, Le Corbusier, Raoul Hausmann, Jean Arp, Paul Klee, Georgia O’Keeffe o Alvar Aalto con artistas de las últimas décadas que han aportado nuevos puntos de vista comprometidos, como Pamela Rosenkranz, Jeremy Deller o Neri Oxman", explica. Y lo hacen con un tema en común pero en cuatro ámbitos distintos: Metamorfosis, Mimetismo, Creación y Amenaza.

Como explican desde la institución, "más de ochenta piezas que a través de la pintura, escultura, fotografía, cine, diseño y arquitectura son una gran celebración de las relaciones de la creación contemporánea con la naturaleza: desde el surrealismo al land art, al arte pobre y al arte conceptual, que abren perspectivas críticas a nuestra relación con el entorno".

Porque aunque Lampe asegura que el concepto ha cambiado considerablemente, porque pintores como Picasso o Kandinsky, o arquitectos como Gaudí, tenían un enfoque más artístico, incluso estético y la naturaleza les ofrecía una fuente de inspiración, una reserva de formas y conceptos"; desde hace algo más de una década los artistas han empezado a usar la ecología como tema, con todo su enfoque político.

Alexander Calder, Four Leaves and Three Petals [Cuatro hojas y tres pétalos], 1939. Centre Pompidou, en 'Arte y Naturaleza' del CaixaForum.
Max Ernst, Les trois cyprès [Los tres cipreses], 1951. Centre Pompidou, en 'Arte y Naturaleza' del CaixaForum.

"Uno de los artistas-activistas climáticos más famosos es el artista islandés-danés Olafur Eliasson, que presentó una de las obras más simbólicas: Ice Watch en diciembre de 2015, con motivo de la COP 21 que se celebró en la capital francesa. La escultura estaba formada por 80 toneladas de hielo de un fiordo cercano a Nuuk (Groenlandia). Esta instalación de bloques extraídos de icebergs y colocados en espacios públicos pretendía llamar la atención sobre el deshielo de los casquetes polares", explica Lampe.

Desde entonces, esa "gran emergencia de nuestros tiempos" está llenando exposiciones y la comisaria francesa asegura que "el público está reaccionando positivamente a esta advertencia a través del arte". De ahí la creación de esta muestra que recoge "la preocupación por los desafíos actuales sobre el medio ambiente y que renuncia a la categorización didáctica o a la cronología". "Los visitantes se adentrarán en el universo de la naturaleza, que, en la era digital, parece ser la última muestra de pureza y verdad", añaden desde CaixaForum.

Una de las salas de la exposición 'Arte y Naturaleza' en el CaixaForum de Madrid.

"En esta época, en la que, bajo el yugo de múltiples crisis —climática, ecológica y territorial—, la naturaleza, tal y como la conocemos, está en peligro de desaparecer, se impone la necesidad de reconsiderar nuestros vínculos con el mundo que nos rodea y del cual dependemos", añaden.

Pero, tal y como sentencia Lampe, nunca desde ese activismo de los grupos de acción por el clima que están realizando distintas actuaciones en las instituciones culturales. "Estos ataques, que son muy publicitados en los medios de comunicación, ponen en peligro nuestro patrimonio mundial. Son acciones infantiles e inmaduras y, por tanto, contraproducentes".