Historia

Muerte entre paisanos: la Guerra Civil en las retaguardias

Cola de milicianos republicanos para recibir el rancho durante la ofensiva de Oviedo, 3 de marzo de 1937. Constantino Suárez. Museo del Pueblo de Asturias

Cola de milicianos republicanos para recibir el rancho durante la ofensiva de Oviedo, 3 de marzo de 1937. Constantino Suárez. Museo del Pueblo de Asturias.

Dos ciudades españolas, dos ciudades asturianas, en definitiva, dos ciudades hermanas, una guerra y dos fotógrafos. El Museo Nacional de Antropología en colaboración con el Museo del Pueblo de Asturias ha enfrentado las imágenes de Oviedo y Gijón durante la Guerra Civil española (1936-1939) en la exposición Frente a Frente. Dos visiones fotográficas de la Guerra Civil para que el espectador vea los efectos de la guerra en la población civil de cada uno de los bandos.

"Nos pareció interesante abordar el conflicto con dos fotógrafos: Constantino Suárez [Gijón, 1899-1983] estaba en la España republicana y  Florentino López "Floro" [Oviedo, 1900-1954] estaba en Oviedo, le coge el cerco dentro y se convirtió en un reportero gráfico de lo que estaba pasando dentro de la ciudad, que estaba siendo atacada por los republicanos", explica Juanjo López Álvarez, director del Museo del Pueblo de Asturias.

Florentino López “Floro” retrató el cerco a la capital asturiana, en manos de los sublevados; al tiempo que Constantino Suárez se movía por los distintos frentes del bando republicano, entre ellos el propio cerco de Oviedo, que retrató desde las trincheras de los sitiadores. Las imágenes de estos dos fotógrafos, cuyos archivos se conservan en el Museo del Pueblo de Asturias de Gijón, tienen semejanzas que van más allá de su adscripción a los dos bandos enfrentados por la guerra.

Esta mirada antropológica del conflicto demuestra que los civiles en una guerra se comportan de manera similar y, como asegura el responsable del Museo de Asturias, las "bombas que caen desde los barcos que están en el mar en Gijón del ejército franquista o las bombas de los republicanos contra los que estaban dentro de Oviedo y sus consecuencias, son las mismas. En esta exposición las fotos están unidas por los protagonistas. Se ve una población que sufre, de las mismas consecuencias, del mismo sufrimiento en las mismas escenas en distintos bandos. Básicamente, el humano en guerra", concluye.

Los dos retratan a la misma sociedad atrapada en una guerra, de ahí el parecido existente entre las fotografías que los dos hicieron: la misma destrucción, las mismas penalidades, el mismo sufrimiento, pero también el mismo deseo de que la vida siga su curso a pesar de todo.

El director del Museo Nacional de Antropología, José Luis Mingote Calderón, incide en la idea de la mirada antropológica. "Le hemos dado una vuelta a esa idea de la guerra como algo glorioso. No se habla cómo se gana una batalla, se habla de sufrimiento y de población civil machacada. En este sentido, la guerra se plantea entre buenos y malos pero al margen de eso hay una población a la que le pilla la guerra, y esto es lo que se ve en la muestra. La visión de las víctimas es algo que ha cambiado, las guerras son destructoras y crean éxodos de personas, no son gloriosas", asegura.

"Esta es una exposición creada para que la gente que no vaya a verla de manera militante se presente ante las imágenes y vea que si a esas fotos no le pones el nombre da igual donde estén porque son iguales", concluye.


Frente a frente. Dos visiones fotográficas de la Guerra Civil. Museo Nacional de Antropología. Del 21 de junio al 29 de septiembre.

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