A finales del siglo pasado, Lauryn Hill (Nueva Jersey, 1975) tenía todo lo que ansiaba una joven de 23 años: una cara bonita, 5 premios Grammy y 20 millones de euros en el banco. Con un solo disco en solitario, ya había redefinido el R&B y el hip-hop, y había hecho historia al convertirse en la primera mujer en ganar cinco Grammys en una misma noche. Los más grandes de la música querían colaborar con ella, la industria veneraba a la que estaba destinada a ser la heredera de Whitney Houston y, sin embargo, a Lauryn Hill todo esto le sonaba a cuento chino. Estaba en la cresta de la ola cuando decidió dar carpetazo y desentenderse de todo. Y de todos.

Ahora, sólo unos pocos recuerdan su nombre. La artista, que cumple hoy 50 años, apenas hace actos públicos, vive retirada con sus seis hijos y no saca música nueva. Lauryn Hill es, como ella misma dice, una víctima del sistema. "Había logrado hacerme con todo lo que creía que quería, sólo para descubrir, ¿esto es todo? Cuanto menos tengo, más libre soy para hacer lo que quiera", aseguró la artista a comienzos de los dos mil. Sin embargo, antes de hablar de Lauryn en solitario, tenemos que hablar de ellos. De los Fugees.

El éxito de tres chavales de instituto

Lauryn Noelle Hill nació el 26 de mayo de 1975 en East Orange, una ciudad del estado de Nueva Jersey. Allí, entre guetos y tórridos veranos, la niña se empapaba de arte urbano. Su desparpajo natural y agallas (Lauryn jamás se ha callado una) le instaban a soñar con algo más que el Foot Locker en el que trabajaba a media jornada. Así, tras probar suerte en el mundillo del cine (apareció en la secuela de la exitosa Sister Act), Pras, un chaval de su instituto de origen haitiano, se le acercó y le invitó a participar en un proyecto musical junto a su primo, Wyclef Jean. Lauryn tenía diecisiete años cuando se unió a los Fugees.

Lauryn Hill dio vita a Rita en 'Sister Act 2: De vuelta al convento'
Lauryn Hill dio vita a Rita en 'Sister Act 2: De vuelta al convento' |
© 1993 Touchstone Pictures

Su primer disco, Blunted on Reality (1994) tuvo una salida discreta. Lo fuerte vino con el segundo. The Score se lanzó dos años después, y el éxito fue inmediato. "Tratamos de hacer algo positivo con la música, porque parece que hoy solo funciona la negatividad", prometía Hill, la cara amable del grupo, durante la promoción del disco.

El trío gestó una sinergia musical que entremezclaba rap alternativo con el hip-hop que tan de moda estaba entre los adolescentes de los noventa, pero también versionó clásicos del jazz y del soul (su versión del clásico de Roberta Flack, Killing me softly with his song, tiene 800 millones de reproducciones en Spotify), lo que terminó de encantar a todo tipo de público. Y todo ello bajo la etiqueta solemne del R&B. "En esa etiqueta se metían cosas tan dispares como Boyz II Men, Michael Jackson o Mariah Carey haciendo gorgoritos. Fue gracias al disco de los Fugees que el R&B adquiere una entidad propia con influencia urbana del rap y el hip-hop", explica Jesús Báez Alcaide, autor de Los viejos rockeros (nunca) mueren (Principal de los Libros, 2024) y popular divulgador musical en X, en una entrevista con El Independiente.

The Score llegó a ser seis veces disco de platino y, tras un éxito masivo, lo lógico sería ponerse a trabajar inmediatamente en un tercer trabajo musical, pero lo cierto es que no fue así: Fugees se separó al año siguiente. ¿Cómo podía un grupo que lo tenía todo para seguir valiéndose de la industria y postularse como una revolución del R&B desaparecer de un día para otro? ¿Cómo podían tres veinteañeros tirar por la borda el éxito profesional que se les había prometido? Por algo tan complejo y tan mundano como el amor. Resulta que Lauryn se quedó embarazada y, desoyendo a los ejecutivos que le recomendaron abortar, dio a luz a su hijo Zion en 1997. Wyclef y Lauryn habían sido pareja todos estos años y el escándalo no tardó en saltar por los aires: el hijo no era de Jean.

La mala educación de Lauryn Hill

Durante la gira de The Score, Lauryn había conocido al que más tarde se convertiría en su marido: el jugador de fútbol americano, Rohan Marley, hijo del cantante Bob Marley, con quien llegaría a tener cinco hijos. El grupo se separó: Pras se dedicó a las bandas sonoras y Wyclef siguió su camino en solitario, expandiendo el R&B a los sonidos latinos, llegando a colaborar con Shakira y su popular Hips don't lie. Pero Lauryn quería cobrar su venganza y eclipsar a los Fugees. De esta atípica vendetta nació The miseducation of Lauryn Hill.

Lauryn se volcó en la creación del proyecto, haciendo las de productora, directora creativa, cantante y compositora, algo que, según Báez, "parece olvidar mucha gente". La artista se desnudó emocionalmente y contó sus más oscuros secretos: desde su relación con Rohan Marley, la tensión con los Fugees, o la situación de la comunidad negra en los Estados Unidos. De hecho, su título hace referencia a un libro de los años 30, The miseducation of the negro, sobre cómo los afroamericanos eran adoctrinados a principios del siglo XX para depender de los blancos. El pasado, presente y futuro de la música negra condensados en 80 minutos.

Sáez defiende que el mayor logro del disco es conseguir "una fusión de estilos", algo que muchos han tratado de imitar pero que, más que fusionar, "yuxtaponen". "[En The miseducation of Lauryn Hill] hay cabida para el rap, el hip-hop, el soul, el jazz, el reggae... Y Lauryn consigue empastar todas esas influencias sin que suene a pastiche. Ese es su mayor acierto: mezclar un montón de influencias diferentes y que suenen como algo nuevo", señala el divulgador.

El disco fue un bombazo todavía más grande que el de los Fugees: The miseducation of Lauryn Hill vendió 19 millones de copias, singles como Doo Wop (That Thing) o Ex-Factor se colocaron en lo más alto de las listas de música, y arrasó en los Grammys, convirtiendo a Hill en la mujer con más nominaciones en una sola edición (10) y más premios obtenidos (5), incluido 'Álbum del Año'. Además, en 2024, el popular servicio de streaming Apple Music lo nombró "el mejor álbum de todos los tiempos". Fue entonces cuando Lauryn Hill, sencillamente, desapareció.

"Es más fácil ver a Bin Laden con Bush que trabajar con Lauryn Hill"

Nadie sabía dónde se había metido ni por qué no sacaba música nueva. Muchas de sus —ínfimas— apariciones públicas estaban protagonizadas por su carácter errático y rebelde. En 2001, casi que por sorpresa, se grabó en los estudios de la MTV por dos horas. Sola y con una guitarra, Hill cantó las nuevas canciones que había fabricado en su letargo, no sin antes poner de manifiesto lo que tanto le había costado aceptar: "La música era mi amor, y por todo lo que creía que tenía que acompañar a mi música, se convirtió en mi carga. ¿Cómo puede algo que tanto amaba convertirse tan rápidamente en algo que detesto y odio?".

La discográfica no perdió la oportunidad de lanzar el especial y publicitarlo como segundo álbum de la cantante. Sin embargo, MTV Unplugged No. 2.0 no tuvo el éxito de su predecesor, siendo descrito por los medios especializados como "la continuación más bizarra de la música popular". Un ejecutivo de su discográfica llego a decir que el disco "habría hecho que cualquier otro artista fuese asesinado".

Lauryn empezó a labrarse la fama de excéntrica: suspendía giras de un día para otro, aparecía en sus conciertos tres horas más tarde, cantaba apenas 40 minutos y se iba... "Ir a un concierto de ella era como una lotería: no sabías si iba a hacer algo bueno o una mierda", recuerda Báez quien, a su vez, incide en que "muchísimos cantantes masculinos de rock han hecho lo mismo y no se les ha criticado, al revés, hasta se ve como algo normal".

Fue durante esta época que los Fugees trataron de reconciliarse pero, de nuevo, el carácter desequilibrado de la cantante hizo imposible que se diera una gira mundial de retorno. Pras llegó a decir que había más posibilidades de "ver a Osama Bin Laden y a [el expresidente George W.] Bush tomando un café con leche en Starbucks mientras discutían sobre política exterior" que de volver a trabajar con Lauryn Hill.

¿Qué ha sido de Lauryn Hill?

"Miserable y acabada", fue la definición de un representante del Vaticano después de que Hill aclarase en un concierto dado en la misma Santa Sede que no estaba ahí "para celebrar el nacimiento de Cristo", sino para preguntarles a los allí presentes que "por qué no estáis de luto tras la muerte de este lugar", denunciando la corrupción y abusos del clero.

Lauryn Hill llegaba tarde a todos lados, incluida a la declaración de la renta. En 2012 la artista debía más de medio millón de euros en impuestos, que fueron saldados con una devolución de los mismos y tres meses en la cárcel. Hill, por aquel entonces madre de seis hijos y divorciada de Marley, se excusó en un post de Tumblr alegando que dejó de pagar impuestos porque "sintió la necesidad" de retirarse de la sociedad "para garantizar mi seguridad y mi bienestar, y los de mi familia".

Ahora, la cantante aparece en contadas ocasiones. Sigue con sus conciertos intermitentes e hizo acto de presencia en la pasada edición de la MET Gala, celebrada a principios de mes en Nueva York. Su actitud no ha variado a lo largo de los años: la diva buscaba la cámara y trataba a la prensa con cierta actitud condescendiente. Lauryn apareció también en el funeral de la cantante Roberta Flack, para el que cantó junto a su ex la versión del sencillo de la fallecida que los catapultó a la fama durante su época en los Fugees.

Hoy en día, la estela de Miss Lauryn Hill (así exige a todo el mundo que se dirija a ella) sigue presente en cualquier artista que se acerca a ese cajón de sastre que es el R&B. Para Báez, la música de Alicia Keys y John Legend esta "claramente influenciada" por la de Hill, de una manera "hasta descarada". Otros artistas más nuevos, como la joven rapera Doechii, no se avergüenzan en señalar a Hill como inspiración máxima de sus proyectos, granjeándole la oportunidad de salir a actuar con la cantante en uno de sus conciertos.

El problema principal de Lauryn Hill es la propia Lauryn Hill. Su despertar temprano a la fama acarreó que la artista quemase etapas muy temprano: sin llegar siquiera a los 25 años, Lauryn Hill era ya madre y mujer. Y, frente a ello, su cuento de hadas se tornó apagado y gris. "Al final, ella era una chica de barrio. No era una hija de nepotismo y eso es más difícil de manejar", explica Báez, quien ve a Lauryn Hill como "una especie de Nina Simone. Precisamente por eso estoy a la espera de un resurgimiento de Lauryn como se merece".