El cáncer ocurre cuando las células comienzan a crecer sin control, y lo peor de todo es que casi cualquier célula del cuerpo puede convertirse en cáncer y propagarse a otras áreas del cuerpo humano. Son muchos los casos de enfermedades malignas que no tienen cura por el momento, pero el conocimiento científico avanza hacia su control.

Esto sucede con el mieloma múltiple (MM), una neoplasia maligna de células plasmáticas, que actualmente es incurable, “aunque los avances conseguidos durante la última década podrían cambiar esta consideración próximamente”, subraya la doctora Beatriz de Rueda, hematóloga de Quirónsalud Zaragoza.

En concreto, y para poder entenderlo mejor, la American Cancer Society explica que las células plasmáticas normales se encuentran en la médula ósea (tejido que se encuentra dentro de los huesos, donde se producen células sanguíneas, como los glóbulos rojos, las plaquetas y un componente importante del sistema inmunitario, los glóbulos blancos o leucocitos).

“El sistema inmunitario se compone de varios tipos de células que funcionan coordinadamente para combatir las infecciones y otras enfermedades. Los linfocitos son uno de los tipos principales de glóbulos blancos del sistema inmunitario, e incluyen a las linfocitos T y linfocitos B. Están en muchas áreas del cuerpo, tales como los ganglios linfáticos, la médula ósea, los intestinos, y el torrente sanguíneo”, añade.

Así, y cuando los linfocitos B responden a una infección, la sociedad científica señala que éstas maduran y se convierten en células plasmáticas. “Las células plasmáticas producen anticuerpos (también llamados ‘inmunoglobulinas’) que ayudan al organismo a atacar y a destruir los gérmenes. Las células plasmáticas se encuentran principalmente en la médula ósea”, indica.

Con ello, la American Cancer Society aclara también que cuando las células plasmáticas se vuelven malignas y crecen fuera de control, se produce una enfermedad que se denomina ‘mieloma múltiple’. “Las células plasmáticas producen una proteína anormal (anticuerpo) que se conoce por varios nombres diferentes, entre los que se incluyen ‘inmunoglobulina monoclonal’, ‘proteína monoclonal’ (proteína M), ‘pico M’, o ‘paraproteína’.

Entre otras características de esta enfermedad crónica e incurable enumera:

1.- Recuentos bajos de células sanguíneas: En el MM, la proliferación desmedida de células plasmáticas en la médula ósea pueden desplazar a las células productoras de células sanguíneas normales, causando recuentos bajos de células sanguíneas; lo que a su vez puede generar anemia (escasez glóbulos rojos, debilidad y cansancio), bajo nivel de plaquetas en la sangre (‘trombocitopenia’) y el consecuente aumento del sangrado y de aparición de hematomas, así como la leucopenia  (escasez de glóbulos blancos normales, que puede derivar en problemas para combatir infecciones.

2.- Problemas con los huesos y el calcio: Las células del mieloma facilitan la destrucción del tejido óseo y también interfieren con las células que ayudan a mantener la masa ósea.

3.- Infecciones: Las células plasmáticas anormales no pueden proteger al organismo de las infecciones.

4.- Problemas renales: En ocasiones células de mieloma producen un anticuerpo que puede dañar los riñones, provocando daño renal, y hasta insuficiencia renal. A esta complicación puede contribuir un aumento de los niveles de calcio en sangre como consecuencia de la destrucción del hueso.

5.- Aumento de la viscosidad sanguínea: En algunos pacientes con mieloma, la sobreproducción de inmunoglobulinas anómalas puede espesar la sangre, provocando problemas circulatorios.

Hay luz al final del túnel: la inmunoterapia

“El MM es la segunda forma más común de neoplasia hematológica, con aproximadamente 40.000 nuevos casos en Europa cada año. Los afectados suelen ser personas mayores de 65 años. La mitad de los pacientes en este grupo de edad, con los esquemas de tratamiento disponibles hasta hace poco, no llegaban a la sobrevivir más de cinco años”, asegura la doctora Lissette Costilla, hematóloga de Quirónsalud Zaragoza.

Precisamente, esta especialista forma parte de un equipo pionero en España en la aplicación, desde que está aprobada, de inmunoterapia junto con quimioterapia en pacientes recién diagnosticados de mieloma múltiple, y no aptos para trasplante de médula ósea autólogo (autotrasplante).

Se trata de un tratamiento de primera línea que en la actualidad se administra desde Febrero de este año a varios pacientes que, según afirma el doctor José María Grasa Ullrich, responsable de la Unidad de Neoplasias Hematológicas de Quirónsalud Zaragoza, han mostrado “muy buenos resultados” antes de los 3 meses de haber iniciado el tratamiento, “algo poco usual con los tratamientos disponibles hasta ahora”.

Hace una década se publicaron los resultados del esquema quimioterápico ‘VMP’ para este tipo de pacientes, en un gran ensayo clínico llamado ‘VISTA’, dirigido a nivel mundial por el profesor Jesús San Miguel y su equipo desde el Hospital Universitario de Salamanca, que supuso un gran avance para la época en cuanto a la supervivencia global y supervivencia libre de enfermedad para estos pacientes.

A finales de 2018, en base a nuevos ensayos, con una importante y relevante participación española, la Comisión Europea aprobó la combinación del ya referido esquema VMP con la inmunoterapia llamada ‘daratumumab’ (una terapia biológica contra el antígeno CD38, una proteína que se expresa en niveles altos en la superficie de las células tumorales del mieloma múltiple) en pacientes con mieloma múltiple de reciente diagnóstico que no son candidatos a trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos o células madre, por su edad o por situaciones clínicas que lo desaconsejen.

Los datos publicados de estos ensayos clínicos demuestran que añadir inmunoterapia con daratumumab a los fármacos ya empleados hasta ahora, mejora la respuesta en pacientes con MM de nuevo diagnóstico notablemente (57% de reducción de riesgo de progresión o muerte a los 30 meses de tratamiento, en el estudio ALCYONE); incluidos aquellos de edad avanzada que hasta ahora reaccionaban peor a los tratamientos disponibles.