Cuando el psicólogo Alberto Soler recibe a unos padres en su consulta, siempre les pregunta cómo les gustaría que fuese su niño. Y una palabra aparece siempre en primer o segundo lugar: "Obediente". Sin embargo, nunca oye la misma respuesta cuando les pregunta qué tipo de adultos quieren que sea. "Ahí nunca sale la obediencia. Porque en realidad lo que queremos no es que sean obedientes, sino que nos hagan la vida más fácil. Por eso creemos que hay que pensar menos en fomentar la obediencia y más el pensamiento crítico, su colaboración".

Contenido Exclusivo para suscriptores

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

¿Ya estás suscrito? Identifícate aquí