La mayoría de los españoles quiere comer sano, pero solo una minoría lo consigue. Así lo revela el último Radar Saludiable de Grupo Dia, una iniciativa impulsada junto a la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) para conocer los hábitos alimenticios de los más de seis millones de clientes del Club Dia. La encuesta confirma una tendencia clara: ocho de cada diez personas aspiran a llevar una alimentación equilibrada, pero solo tres de cada diez lo logran en su día a día.

¿Por qué cuesta tanto alcanzar ese objetivo? El informe identifica tres grandes barreras: la percepción de que comer sano es más caro, la falta de tiempo y el desconocimiento sobre cómo acceder a opciones frescas, saludables y asequibles. Pilar Hermida, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Grupo Dia, explica en este vídeo cómo la compañía trabaja para romper esos mitos y facilitar el acceso a una alimentación saludable en todos los rincones de España.

Ahorro y proximidad

"Hay una falsa creencia de que comer saludable es más caro que consumir productos ultraprocesados, y no es así", subraya Hermida. Frente a ese prejuicio, Dia apuesta por el producto fresco y local –frutas, verduras, carnes, pescados– y por una política activa de promociones. Solo este año, los supermercados Dia han destinado más de 175 millones de euros a ahorros para sus clientes, que pueden llegar a suponer un ahorro del 25 por ciento en la cesta de la compra.

La proximidad también es clave. Con más de 2.300 tiendas físicas y un canal online que alcanza al 84 por ciento de la población, Dia pone el foco en la capilaridad y el compromiso local. El 96 por ciento de sus proveedores son nacionales, lo que permite no solo garantizar la calidad del producto, sino también reducir los tiempos entre la cosecha o captura y la llegada al lineal.

Precio, cercanía, transparencia y formación

El programa Comer mejor cada día, en el que se enmarca el radar, combina análisis de datos, educación nutricional, alianzas institucionales y acciones de divulgación. Hermida insiste en que no se trata solo de vender productos saludables, sino de explicar cómo se elaboran, cómo se leen las etiquetas y cómo pueden formar parte de una rutina alimentaria más equilibrada.

"Vivimos en un momento de máxima conciencia alimentaria, pero también de confusión", afirma. Muchos consumidores consultan ingredientes, pero no siempre saben distinguir entre un producto procesado y uno ultraprocesado. Por eso, desde Dia se trabaja también en mejorar la información disponible, tanto en los envases como en los canales digitales.

Con este enfoque integral, que combina precio, cercanía, transparencia y formación, Dia busca contribuir a un cambio sostenible en los hábitos de consumo. Una transformación que, como recuerda Hermida, no debería depender ni del lugar donde uno viva ni del presupuesto disponible. Porque comer bien, cada día, no debería ser un lujo.