La cirugía robótica está avanzando a pasos agigantados y, en la actualidad, las ventajas superan a las limitaciones, sobre todo en ciertos tumores de cabeza y cuello. Ha llegado el momento en el que se permite la extirpación de cánceres de orofaringe sin abrir la mandíbula, y lo que es más importante para el paciente, y para sobrellevar de la mejor manera todo el proceso: sin dañar tejido sano. ¿Esto cómo se logra?

Hasta ahora, para operar un cáncer de base de lengua, en muchos casos, mediante la cirugía tradicional, había que cortar y abrir la mandíbula para extirpar el tumor. Pero esto ya es cuestión del pasado. Ahora ya no es necesario dañar tejido sano para curar al paciente.

“Estamos cambiando un tipo de cirugía transmandibular más agresiva, en la que abres la mandíbula y tienes que causar mucho daño en partes sanas para llegar a la lesión, por una cirugía que te lleva directamente a la zona de la lesión”, celebra el jefe del servicio de ORL del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Madrid, el doctor Raimundo Gutiérrez Fonseca, experto en estas técnicas.

En concreto, en España se emplea desde 2013 la robótica aplicada a la otorrinolaringología. “Lo último en cirugía robótica lo protagoniza el robot quirúrgico Da Vinci, que en el campo de la Otorrinolaringología (ORL) permite abordajes menos agresivos en las patologías tumorales. Además no sólo eso, también logra solucionar casos muy concretos de pacientes con apnea del sueño”, resalta el recientemente miembro del equipo de ORL del Hospital Ruber Internacional de Madrid.

El doctor Gutiérrez Fonseca, que practica este tipo de intervenciones en el Hospital Ruber Internacional, subraya que la última generación del Da Vinci es capaz de acceder directamente a la orofaringe a través de la cavidad oral, y realizar así cirugías mínimamente invasivas de patologías tumorales (orofaringe, base de lengua, amígdala, algunos tipos de cáncer de laringe).

Entre algunas de las ventajas de este robot quirúrgico, el experto menciona que se trata de un sistema de cirugía mínimamente invasiva, en el que el cirujano manipula unos brazos robóticos a distancia por medio de una consola, de forma que se logra:

  1. Una mayor precisión, ya que se elimina el temblor natural de la mano del cirujano, obteniendo en consecuencia un mayor grado de movimiento que la muñeca humana.
  2. Da Vinci ofrece un sistema de visualización endoscópica tridimensional que permite al cirujano “adentrarse de forma virtual” en el cuerpo del paciente.

“Su uso ha supuesto un cambio de concepto en el campo de la Otorrinolaringología, especialidad quirúrgica de la Medicina que cubre todo tipo de patología anatómica, estructural y funcional de oído, nariz, faringolaringe y estructuras asociadas”, reconoce Gutiérrez Fonseca, quien también realiza consultas en el área de ORL en el nuevo centro médico Ruber Internacional, situado en Paseo de la Habana (Madrid).

Equipo ORL con Da Vinci Equipo ORL con Da Vinci

ENTRENAMIENTO PREVIO

Eso sí, no es oro todo lo que reluce y, aunque el uso del Da Vinci permite abordajes menos agresivos y un mejor manejo de las secuelas, éste no está exento de limitaciones ya que, según advierte el doctor Manuel García Simal,  ORL del Hospital Ruber Internacional (Madrid), se requiere de un entrenamiento para su uso.

Igualmente, avisa de que se trata de última tecnología, por lo que son aparatos caros, que rondan los dos millones de euros cada robot. “No hay tantos tumores o lesiones en esa zona como para que en cualquier hospital tengan un Da Vinci”, aprecia el especialista, a la vez que precisa que otra de sus limitaciones es que no sirve para todos los pacientes, bien por su patología o por sus características anatómicas.

“Si la persona tiene un problema de apertura bucal, no puedes utilizarlo”, afirma en este sentido el doctor Gutiérrez Fonseca. A su vez, la doctora Myriam Navarro Cunchillos, co-directora de la Unidad de ORL del Hospital Ruber Internacional (Madrid), lamenta que a día de hoy el robot quirúrgico no es capaz de cortar hueso.

“Si hay que extirpar un margen de mandíbula no podríamos hacerlo. En estos casos hacemos las partes blandas con el robot. Lo retiramos y cortamos la mandíbula por medio de otra tecnología. Después introducimos de nuevo el Da Vinci y seguimos trabajando”, subraya Gutiérrez Fonseca, experto en estas técnicas.

Por ello, sostiene que, aunque se ha avanzado mucho en cirugía robótica orofaríngea y, en muchos casos ya no es necesario dañar tejido sano, aún hay mucho margen de mejora, como el desarrollo de brazos robóticos adaptados específicamente a la otorrinolaringología.

Finalmente, en el caso de la apnea obstructiva del sueño, la doctora Myriam Navarro Cunchillos resalta que estos pacientes presentan interrupciones repetidas de la respiración mientras están durmiendo, lo que lleva a alterar significativamente su calidad de vida. “Esta enfermedad tiene muchos tipos de tratamiento y uno de ellos es la cirugía robótica”, asegura.