Octubre es ese mes en el que las sandalias se cruzan con los leotardos en el metro y en los pasillos de los centros comerciales conviven los últimos bañadores y los primeros adornos navideños. Se empieza a notar el frío (con permiso del veranillo de San Miguel, que este año parece que dura más de la cuenta) y los virus se preparan para arrancar su temporada. Los centros de salud empezarán la campaña de la gripe en pocas semanas.

Y para evitar contagios, los expertos coinciden. La vacuna y una correcta higiene de manos son las únicas armas eficaces contra los virus. Siempre que se utilicen bien, claro. En el caso de las manos, el lavado y la generalización del uso de geles desinfectantes pueden generar alguna confusión. ¿Son alternativas igual de eficaces en todos los casos? ¿Siempre funcionan? Veamos qué dicen los estudios y los expertos.

El boom de los geles hidroalcólicos

Los antisépticos de manos o desinfectantes son soluciones hidroalcólicas - con un porcentaje variable de etanol - cuyo uso se ha generalizado en los últimos años. Cada vez más gente los lleva en el bolso o los tiene a mano en la mesa de la oficina y se siente protegido tras usarlo. "Los desinfectantes de manos son efectivos siempre y cuando se utilicen sobre manos aparentemente limpias - sin restos visibles - y de forma correcta", indica Elisa Cordero, experta en gripe de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).

Manos "aparentemente limpias", afirma Cordero, porque este tipo de geles no arrastran la suciedad, especialmente si está húmeda. Así lo confirmaba un estudio japonés publicado esta semana en la revista de la Sociedad Americana de Microbiología. Los investigadores comprobaron que cuando en las manos había moco húmedo, el desinfectante no era efectivo. Cuando estaba seco, por el contrario, el virus se eliminaba tras 30 segundos de aplicación.

Esa es la otra clave de la utilización de este tipo de geles. Hay que usarlos el tiempo suficiente - unos 30 segundos o lo que indique el fabricante en el envase - y frotando todas las partes de las manos, tal como indica la Organización Mundial de la Salud OMS). "Dependiendo de la formulación la solución actúa de una manera u otra. Cuanto mayor sea el porcentaje de gel, será más lenta su actuación pero será más menos agresiva con la piel porque el gel es dermoprotector", explica Ruth Figueroa, responsable del Plan de Higiene de manos del Hospital de Basurto en Bilbao.

Figueroa subraya que cualquier gel que contenga una concentración de entre el 60 y el 90% de etanol será efectiva - según las indicaciones de la OMS - y que cualquiera de las que se pueden adquirir de forma general en las tiendas cumplen con los requisitos que establece la Unión Europea. "En general, permiten eliminar la mayoría de los virus y bacterias excepto la clostridium difficile, que solo se elimina mediante el lavado de manos con agua y jabón", explica la experta.

Sobre la proliferación del uso de estos geles, la dermatóloga Cristina Vico, de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), recuerda que "han surgido en relación al aumento de ese tipo de dispositivos en los hospitales y centros de salud, donde se ofrecen a pacientes y acompañantes en un entorno específico, pero múltiples estudios demuestran que los desinfectantes de manos tienen su papel principal precisamente en estos entornos, en hospitales, donde las manos entran en contacto con microorganismos sin presentar excesiva suciedad. En entornos comunitarios donde las manos pueden estar más sucias o presentar más grasa estos desinfectantes no funcionan bien".

Entonces, ¿mejor lavarse las manos?

Cordero dice que lo correcto, para asegurar una buena desinfección, "sería primero un lavado de manos para retirar restos y después utilizar gel bien distribuido por la palma, reverso y zonas interdigitales. Porque el gel no sustituye el lavado de manos si éstas no están limpias".

Para Vico, el lavado de manos es la forma más efectiva para prevenir infecciones entre la población general y alude a los datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC), según el que el lavado de manos reduce la prevalencia de enfermedades respiratorias y resfriado común entre un 16 y 21%.

Figueroa incide en que el gel antiséptico es una opción muy válida, especialmente si es necesario limpiar las manos muy a menudo. "Si uno se lava las manos 30 veces en un día puede acabar con la piel reseca o una dermatitis. Por ello, cuando las manos no tienen suciedad visible el gel antiséptico es una perfecta opción para protegerse contra los virus", concluye la experta.