Lo publicó hace una semana y el vídeo ha superado ya 1,3 millones de reproducciones. Cualquier paso que da Madonna en sus redes es seguido por millones de fans, que en este caso han visto uno de los rituales de belleza de la artista.

Nada fuera de lo habitual, si no fuera porque en este caso la artista promociona - porque así ocurre con todo lo que hace en público - una práctica que además de inútil (y asquerosa) es peligrosa según los expertos. Al final del vídeo, tras bañarse en agua helada, la cantante se bebe sonriente una taza su propio pipí. "Es genial beber la propia orina después de un baño en agua helada", asegura la cantante. El objetivo, rejuvenecer y adelgazar.

Sin embargo, beber la propia orina es una práctica sin base científica y los expertos coinciden en que es "una barbaridad". La farmacéutica y divulgadora Gemma del Caño explica que "no tiene base ni científica ni lógica. No es una moda actual, lleva años y además de inútil puede ser peligroso, porque si el cuerpo elimina los residuos, es porque no los necesita".

Tal como indica Del Caño, la orinoterapia no es una moda actual, sino que se apoya en milenios de creencias. Desde los aztecas a los egipcios, pasando por el romano Plinio el Viejo, entre las muchas propiedades mágicas que se atribuían al pipí está el luchar contra las quemaduras, mordeduras o para fortalecer los ojos. Su vigencia ha permanecido durante siglos y actualmente hay quien le atribuye propiedades de reequilibrio o incluso anticancerígenas. "Precisamente entre lo que se excreta por la orina se encuentran restos de medicamentos, que si está tomando alguien con cáncer y se bebe su propia orina los volvería a reintroducir en el cuerpo", añade Del Caño.

El porqué de los beneficios de la orina, explica Alberto Nájera, doctor de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Castilla-La Mancha, se encuentra en el equilibrio. "La justificación de quienes promueven esta barbaridad es que en el útero materno, antes de nacer, el feto bebe su propia orina junto al líquido amniótico y no padece enfermedades y por tanto para evitarlas una vez nacido hay que volver a hacerlo para evitarlas. Es, como en todas las pseudociencias, un punto de partida muy contundente pero sin ningún fundamento", afirma.

No existe evidencia científica alguna de que la orinoterapia aporte beneficios y el médico y cirujano Rafael Abad, de la Asociación para proteger al enfermo de las pseudoterapias (Apept), advierte del peligro de "beber un producto de desecho". "La orina no es aséptica, aunque la persona esté sana la orina siempre tendrá alguna bacteria, por lo que siempre habrá un riesgo de infección. Tanto si se aplica de forma atópica sobre la piel como si se bebe o, peor aún, como también se ha hecho, inyectada".

Abad desmonta cada una de las aplicaciones. "De forma atópica sus defensores justifican sus beneficios por la urea, que en la orina está presente en un 3 o 4%. Pues bien, las cremas llevan del 5 al 50% y su prescripción la hará un dermatólogo según el beneficio que se busque. Pero la orina nunca llegará a esa concentración y además llevará bacterias, por lo que aparte de inefectiva podrá provocar una infección, especialmente si se aplica sobre una herida abierta".

Respecto a su ingesta, Abad advierte igualmente del riesgo de infección, que aumenta exponencialmente si la práctica incluye su inyección directamente en sangre: "Aquí aumenta el riesgo de sepsis, de hecho hay una muerte documentada por esta causa en 2006".

Sin llegar al riesgo de muerte, las pseudoterapias son peligrosas porque, además, pueden llegar a sustituir a las prácticas científicas. "Estos personajes públicos tienen mucha responsabilidad", denuncia Nájera. "Los médicos nos esforzamos por promover el sentido común pero estas celebrities tienen mucha más influencia. La gente les sigue porque piensan que si eso le va bien a su ídolo, a ellos también les irá bien. Pero tienen que entender que a Madonna le va bien porque canta bien, no porque se beba su propia orina", concluye Abad.