Las personas con asma no forman parte de los grupos de riesgo frente al Covid-19, ni tampoco tienen mayores posibilidades de contagio. No obstante, es importante se controle de más durante la pandemia para evitar males mayores.

Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) recuerdan también que los pacientes asmáticos con Covid-19 no tienen mayor riesgo de ser hospitalizados respecto a los no asmáticos, al mismo tiempo que destacan que su riesgo de ser intubados no es mayor al conjunto de pacientes que ingresan por coronavirus en un hospital.

El jefe del Servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, Luis Manuel Entrenas, insiste en que los pacientes con asma deben seguir las mismas recomendaciones que la población general para disminuir el riesgo de contagio. «No existe evidencia de que los pacientes asmáticos tengan más riesgo de ser infectados por el Covid-19, y tampoco se ha observado que constituyan un grupo de especial riesgo para el desarrollo de complicaciones graves», mantiene.

No existe evidencia de que los pacientes asmáticos tengan más riesgo de ser infectados por el Covid-19

LUIS MANUEL ENTRENAS, JEFE DE NEUMOLOGÍA EN QUIRÓNSALUD CÓRDOBA

En concreto, desde la SEPAR se aconseja no suspender ni modificar ninguno de los medicamentos para el asma: «Aunque no se dispone de datos específicos para el Covid-19, las infecciones del tracto respiratorio por otros virus (gripe, virus respiratorio sincitial, etc.) causan con frecuencia agudizaciones del asma. Por tanto, es fundamental no suspender durante la pandemia la medicación de mantenimiento, incluyendo los corticoides inhalados».

Los pacientes con asma controlada que dejan de utilizar el tratamiento con corticoides inhalados «tienen el doble de riesgo de sufrir una exacerbación». También la sociedad científica española de los neumólogos recomienda mantener el tratamiento con corticoides tópicos nasales, en caso de rinitis asociada a asma.

«Se calcula que más de la mitad de los pacientes con asma no tiene su enfermedad controlada. La causa principal es la falta de adhesión a la medicación. Se trata de una enfermedad crónica que requiere de un tratamiento crónico pero, en ocasiones, los pacientes se confían y abandonan el uso de estos medicamentos, debido a la eficacia y a la potencia antiinflamatoria de los medicamentos», lamenta el jefe del Servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, Luis Manuel Entrenas.

Así, muchas veces sucede que como el paciente no percibe la necesidad, el proceso inflamatorio que estaba controlado se reactiva, y surgen de nuevo los síntomas.

Síntomas del asma vs. síntomas del Covid-19

Los síntomas de un ataque de asma y los de las infecciones respiratorias, como la creada por el Covid-19, pueden ser difíciles de diferenciar. «En general, el asmático ya conoce los síntomas de su enfermedad, donde no es frecuente tener fiebre o dolor de cabeza y suelen mejorar con el uso de medicación broncodilatadora o de rescate», resalta el neumólogo.

Según explica, el asma es una enfermedad inflamatoria de las vías aéreas que desencadena obstrucción bronquial y se manifiesta por dificultad al respirar, sensación de falta de aire, ruidos torácicos (pitos) y tos: «Puede ocurrir de forma aislada y limitada a las vías aéreas, pero con mucha frecuencia se asocia a manifestaciones en otros órganos del aparato respiratorio como la nariz (rinitis, rinosinusitis), o de otros sistemas, como la piel (dermatitis), especialmente en pacientes que asocian procesos alérgicos».

Por eso, el experto de Quirónsalud considera importante que los pacientes conozcan su enfermedad y no suspendan su tratamiento para poder mantener el asma bajo control. «Esta enfermedad es fácilmente controlable con medicación. Sin embargo, un porcentaje de pacientes desarrolla asma de más gravedad, con gran impacto en su calidad de vida», alerta Entrenas.

Como todas las enfermedades crónicas, lo más importante es mantener un buen control y prevenir los ataques

LUIS MANUEL ENTRENAS, JEFE DE NEUMOLOGÍA EN QUIRÓNSALUD CÓRDOBA

Para estos casos de control más difícil, existen nuevas terapias biológicas que consiguen el control evitando los efectos secundarios de las medicaciones antiguas como los corticoides sistémicos. «Existen distintos niveles de afectación de la enfermedad y distintas formas de asma, dependiendo de la edad de comienzo, la asociación con otros procesos, el tipo de proceso inflamatorio subyacente y comorbilidades, entre otros aspectos».

El jefe del Servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba añade que los pacientes disponen de un tratamiento para las crisis puntuales, lo que se denomina ‘tratamiento de rescate’, y un tratamiento de mantenimiento, que es el que se debe utilizar de forma regular todos los días para controlar la enfermedad, aunque el paciente se encuentre totalmente asintomático.

Según recuerda, el asma es una enfermedad multifactorial que no se puede prevenir y en la que participan muchos elementos, tanto relacionados con la persona (genética, comorbilidades), como con el entorno (exposición ambiental a irritantes, contaminantes o alérgenos). «Como todas las enfermedades crónicas, lo más importante es mantener un buen control y prevenir los ataques», insiste Entrenas.

Por ello, el neumólogo aconseja a todos los pacientes que consulten con su especialista y, en caso de que sea necesario, acudan al hospital. «Los centros sanitarios hoy en día han diseñado circuitos libres de coronavirus, tal y como demuestra el Hospital Quirónsalud Córdoba, que cuenta con la certificación ‘Applus+ Protocolo Seguro frente al Covid-19’, una calificación que acredita su cumplimiento de los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia», concluye el doctor Entrenas.