España registró en noviembre cerca de 9.200 muertos por coronavirus, convirtiéndolo en el peor dato de fallecidos en un mes desde abril, cuando se registraron 16.144 fallecidos, con más de 900 diarios en su primera semana.

Hay que tener en cuenta que el Ministerio de Sanidad incluye en sus balances las muertes notificadas en noviembre y que se producen ese mismo mes. Las comunidad autónomas, en cambio, engrosan sus balances con las muertes que se produjeron en meses anteriores pero que se constataron en sus registros durante el mes de noviembre, de ahí que la cifra se eleve a los 9.200 muertos. Si sólo mirásemos el conteo de Sanidad, la cifra de muertes en el mes pasado sería de 6.279 fallecidos, que seguiría siendo el peor dato desde abril.

No obstante, según del Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, el exceso de muertes en España se acerca desde marzo pasado a las 70.000, de las que más de 20.000 se han producido después del 20 de julio.

A la vista de los datos de noviembre, desde el ministerio de Sanidad, la secretaria de Estado, Silvia Calzón, hizo ayer un llamamiento a la responsabilidad y la prudencia a raíz de las aglomeraciones del fin de semana en puntos neurálgicos de Madrid, Barcelona y Valencia, tras el encendido de las luces navideñas, y pidió que se evitasen en días sucesivos.

Por comunidades autónomas, Andalucía, Asturias, Murcia, Aragón, Ceuta y Melilla han sufrido en noviembre su mes más mortífero desde el inicio de la pandemia. Con casos tan llamativos como el de Asturias, que registró en el último mes el 54% de todas las muertes sufridas desde que estalló la crisis sanitaria. De hecho, el Principado es la región con la tasa de fallecidos más alta en noviembre: 52 por cada 100.000 habitantes. Le sigue Aragón, con 47 decesos por cada 100.000.