La cercanía de la caducidad de los kits de detección por PCR adquiridos la pasada primavera y no vendidos, la negativa de las autoridades sanitarias a que se realice en las oficinas de farmacia, el boom de los test de antígenos y la expectativa de la vacuna están favoreciendo el abaratamiento del precio de la prueba más fiable para el diagnóstico del coronavirus, hasta el punto de que algunos laboratorios aseguran estar ofertando a grandes colectivos "a precio de coste".

"En marzo había la sensación de que iba a haber mucha necesidad de PCR, pero ya se está viendo que llega la vacuna, no se prevé una demanda brutal por parte de la sociedad y las existencias caducan. Es como si tienes una producción de naranjas y, antes de que se echen a perder, las colocas como puedes", explica a este diario de forma gráfica el máximo ejecutivo de una compañía tecnológica que invirtió en equipos al inicio de la pandemia para ofertar este servicio.

En el abaratamiento de las PCR no sólo está influyendo la negativa del Gobierno a que las farmacias puedan realizarla, lo que aumentaría sobre el papel el número de pruebas ante la capilaridad de esta red de oficinas. También la apuesta que las administraciones públicas están haciendo desde finales del pasado mes de septiembre por los test de antígenos, que son muncho más baratos y ofrecen el resultado en no más de 15 minutos. Para frenar la cadena de transmisión y controlar la pandemia, la rapidez a la hora de detectar positivos -muchos evolucionan sin aparentes síntomas- es clave.

La cercanía de la caducidad de los kits comprados en marzo, el uso intensivo de los de antígenos y la esperanza de la vacuna, claves en la bajada del precio

"El drama es que, teniendo material que va a caducar, no nos dejan hacerlas", añade el empresario, que advierte del posible mal uso que se puede estar haciendo con los test de antígenos. "Sólo detecta un caso positivo si los síntomas son brutales, no vale para hacer cribados. Se está haciendo demagogia política sin base científica", critica la fuente, que lamenta que los gobiernos central y autonómicos estén "despreciando" en gran medida las PCR para que no aumenten las "estadísticas" de contagios.

Con la actual estrategia de control de la epidemia que siguen las autoridades sanitarias y el riesgo de que parte del material comprado en marzo y abril se aproxime a su fecha de caducidad y siga envasado, algunos laboratorios están tratando de dar salida a la mercancía en operaciones de cierto volumen a costa de reducir de forma significativa el margen de beneficio. A menor demanda, precio más barato.

Anuncio de la adjudicación de la Policía Nacional para la realización de pruebas PCR por menos de 70 euros.

A finales de septiembre, la Dirección General de la Policía cerró un acuerdo para la realización de "un mínimo de 8.000 pruebas" para la determinación analítica de la covid-19 entre sus funcionarios. Según se detalla en el anuncio de adjudicación, el importe unitario es inferior a 70 euros, menos de la mitad de lo que se viene cobrando en muchas clínicas cuando un ciudadano ha querido confirmar si estaba infectado por el virus. "Cobrar 70 euros es lo comido por lo servido", zanja un empresario.

Pruebas PCR a 70 euros

El anuncio de adjudicación publicado en la Plataforma de Contratación del Sector Público no detalla el importe ofertado por la empresa con la que se ha formalizado la operación (Eurofins Megalab SA), pero sí el presupuesto: 600.000 euros. En el caso de que el acuerdo se hubiera firmado en 70 euros, el Cuerpo Nacional tendría cubierta la realización de 8.500 pruebas a sus agentes hasta el 24 de marzo de 2021.

Se trata de precio final y exento de IVA en virtud del real decreto-ley de trabajo a distancia, que el pasado 22 de septiembre amplió hasta el 31 de octubre la aplicación de un tipo del cero por ciento del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) "a las entregas interiores, importaciones y adquisiciones intracomunitarias de material sanitario para combatir la covid-19, cuyos destinatarios sean entidades públicas, sin ánimo de lucro y centros hospitalarios". Los kits de pruebas para la detección del coronavirus son uno de los 44 productos bajo el paraguas de esta medida fiscal, cuya vigencia se ha prorrogado hasta el próximo 30 de abril.

Los test de antígenos no son tan fiables como la PCR, pero sí mucho más baratos y más rápido: ofrecen el diagnóstico en menos de 15 minutos

Seis días después de que la Dirección General de la Policía adjudicara dicho contrato, el Ministerio de Sanidad -a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa)- encargó a la filial en España de Abbot que le suministrara cinco millones de test de detección rápida de antígeno SARS-CoV-19 por 22,5 millones, lo que arroja un precio unitario de 4,5 euros.

El mismo día que el Ingesa acordó encargarle a la multinacional estadounidense dicho lote de cinco millones de unidades, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid dio cuenta ante el Consejo de Gobierno durante la reunión semanal de la resolución por la que el Servicio Madrileño de Salud había ordenado la tramitación con carácter de emergencia de la compra de dos millones de pruebas de diagnóstico rápido ara sus centros sanitarios. La empresa adjudicataria también fue Abbott y el precio ascendió a nueve millones de euros.

Al uso intensivo de los test de antígeno se ha sumado el nuevo escenario que se abre con el avance de las vacunas en la estrategia global para contener la pandemia. La estadounidense Pfizer, Moderna y la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca mantienen muy avanzados sus proyectos, hasta el punto de que la compañía Moderna ha anunciado que este mismo lunes presentaría la solicitud de autorización de uso de emergencia a la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA) y la aprobación condicional de la vacuna a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).