Naiara llegó a la Unidad de Trasplante Cardíaco Pediátrico del Gregorio Marañón de Madrid antes de nacer. Las ecografías mostraban que su latido era muy débil y no mejoraba con el paso de la gestación. "No fue posible llegar al final del embarazo, explica la doctora Manuela Camino, jefa de la Unidad de Trasplante Cardíaco Pediátrico del Gregorio Marañón. "Pesamos que una vez nacida, con ese corazón tan débil y no iba a sobrevivir. Con 34 semanas no podíamos ofrecerle un trasplante, era demasiado prematura".

Pero la pequeña Naiara continuó aferrada a la vida y resistió, con su corazón enfermo, ganando semanas a su existencia. "Al ir madurando vimos que era posible porque era una niña casi a término. Se lo planteamos a los padres diciéndoles que era poco probable -por lo difícil que es contar con un corazón donante tan chiquitín- pero queríamos darle una oportunidad. Y esa oportunidad llegó con su corazón", explica Camino.

Esta es la historia personal detrás de un hito de la medicina española. El día que llegó el corazón se inició una de las operaciones de trasplantes más complicadas que se han vivido en el país del mundo donde más donantes de trasplantes hay. La operación duró doce horas. La donación partía de otra comunidad autónoma así que hubo que llevar al equipo cardiaco por avión.

En el procedimiento utilizado, el corazón del donante fallecido se recuperó antes de su extracción a través de un sistema de circulación extracorpórea, que permite mantener oxigenados los órganos susceptibles de trasplante y valorar el funcionamiento cardiaco. Tras comprobar una función adecuada con esta técnica creada en España, se procedió a la extracción cardiaca y al implante en el receptor.

Este procedimiento hace de este trasplante algo único en el mundo, porque el injerto cardiaco se implantó tras varias horas de isquemia fría en un centro alejado del hospital donante, algo excepcional. Un corazón parado y trasladado y vuelto a reanimar en otro lugar. Además el hito es mayor ante el hecho de que donante y receptor son bebés y porque el receptor es de otro sanguíneo incompatible respecto al donante.

24 horas antes de la operación, Naiara había empeorado mucho. Si no hubiera llegado ese corazón habría habido pocas posibilidades de supervivencia".

Manuela Camino, jefa de la Unidad de Trasplante Cardíaco Pediátrico del Gregorio Marañón

“El Hospital Gregorio Marañón fue el primero en España en realizar un trasplante cardiaco infantil entre dos niños con grupo sanguíneo incompatible, lo que se conoce como AB0 incompatible, y ahora se ha convertido en el primero en el mundo en llevar a cabo este tipo de trasplante con un corazón en asistolia, combinando ambas técnicas, que son tan recientes en medicina que hace tan solo tres años eran inviables. Esto supone aumentar significativamente las posibilidades de recuperar un corazón para los niños más pequeños, los bebés de apenas unos meses, para los que hay pocas donaciones”, explica el jefe de Cirugía Cardiaca Infantil del Hospital Gregorio Marañón, Juan Miguel Gil Jaurena.

Toda la épica de las 12 otras de la operación queda compensadas con el hecho de que de no haberse realizado Naiara, ya no hubiera aguantado más. “24 horas antes de la operación, Naiara había empeorado mucho. Si no hubiera llegado ese corazón habría habido pocas posibilidades de supervivencia”, afirma la doctora Camino.

España es uno de los pocos países del mundo que ha iniciado el programa de trasplante cardíaco de donante en asistolia. Desde enero de 2020, y pese a las dificultades impuestas por el Covid, se han realizado siete trasplantes de este tipo en nuestro país.