En las remotas montañas de Gilgit-Baltistán, Pakistán, se encuentra el enigmático Valle de Hunza, el hogar de una tribu que ha cautivado la atención del mundo entero debido a su asombrosa longevidad y apariencia juvenil.

Los habitantes de este valle, conocidos como los Hunza, han sido objeto de numerosos estudios y teorías sobre el secreto de su vitalidad.

Según cuentan, los Hunza afirman vivir hasta los 110-120 años, manteniendo una salud envidiable y una apariencia juvenil incluso en la vejez, llegando a parecer que tienen incluso veinte años menos de la edad real. Este misterioso fenómeno ha llevado a expertos de todo el mundo a investigar las posibles razones detrás de su longevidad.

La dieta Hunza, clave en la longevidad

Uno de los aspectos más destacados de la vida de los Hunza es su peculiar dieta. Durante los meses de verano y más calor, se alimentan principalmente de frutas y verduras crudas, mientras que en invierno y meses de frío optan por albaricoques secos, granos germinados y queso de oveja. Estudios médicos han revelado que su ingesta diaria promedio es de 1.933 calorías, con solo 50 gramos de proteínas, 36 gramos de grasa y 365 gramos de carbohidratos.

Un médico escocés que estuvo estudiando a los Hunza durante siete años en la década de 1920, destacó que la baja ingesta de proteínas en su dieta es el factor principal de su longevidad. McCarrison comparó esta tribu con poblaciones vecinas que viven en condiciones climáticas similares pero no siguen una dieta adecuada, concluyendo que la diferencia en la esperanza de vida es notable.

Además, otra de las cosas que ayuda a la longevidad es el consumo de agua de glaciar, que fluye naturalmente filtrada por capas de hielo y roca, rica en minerales como el cuarzo que actúan como potentes antioxidantes. La dieta de los Hunza, eminentemente vegetariana y basada en alimentos frescos, evita en gran medida los alimentos procesados.

Alta actividad física

Otra de las claves de esta tribu es su incesante actividad. Las personas que viven en Hunza, tras casarse con un miembro de la comunidad, ha compartido sus observaciones sobre los hábitos de vida de los Hunza. Esta tribu nunca deja de moverse, incluso en la vejez.

Los ancianos participan activamente en actividades cotidianas, desde pastorear animales hasta participar en actividades comunitarias como la limpieza de canales de agua.

Tienen una fuerte conexión comunitaria. Los barrios y pueblos están unidos, cuidándose mutuamente, especialmente los ancianos que son respetados y atendidos por sus familias. También se señala la casi nula e inexistente delincuencia, destacando que los niños pueden jugar al aire libre sin preocupaciones.

Por tanto, la combinación de una dieta saludable, una vida activa, el consumo de agua de glaciar y fuertes lazos comunitarios parece ser el secreto detrás de la longevidad y vitalidad de los Hunza. Aunque algunos escépticos cuestionan estas afirmaciones, la tribu sigue siendo un enigma fascinante para científicos y curiosos de todo el mundo.

La búsqueda de la eterna juventud continúa en las altas montañas de Pakistán, donde los Hunza desafían las convenciones y ofrecen lecciones de vida para el resto del mundo.