Más de cuatro años después el Covid-19 sigue dando que hablar. Esta misma semana hemos sabido que Europa ha suspendido la venta de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus por petición de la propia empresa, que aseguró que la razón principal era la falta de demanda. Aunque pocos días antes se había hecho público que, por primera vez, la compañía había admitido que su vacuna puede provocar efectos secundarios. Pero ahora la noticia vuelve a estar en el nacimiento de una nueva cepa, que está extendiéndose como la pólvora por Estados Unidos.

Según datos de los Centros de Control de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) actualmente hay 11 variantes activas en el país americano. Pero desde el pasado 14 de abril hasta el día 27 del mismo mes casi el 25% de los contagios de Covid eran de KP.2, una nueva variante que ya se ha convertido en la predominante. En la segunda posición se ubica la JN.1, que hasta ahora encabezaba la clasificación, con el 22% de los casos. Y el podio lo cierra la JN.1.7, con cerca del 13% de los casos. Todas ellas son variantes de ómicron.

Los medios estadounidenses ya se están haciendo eco de la expansión de la KP.2, que apunta a que podría ser más contagiosa que algunas variantes anteriores, aunque los síntomas parecen ser los mismos. "FLiRT se identificó por primera vez en aguas residuales de Estados Unidos, pero se desconoce su origen preciso", explicó Lawrence Young, virólogo y profesor de oncología molecular en la Universidad de Warwick (Reino Unido) a la revista a Newsweek. "Se está extendiendo en Estados Unidos y más allá. Y esto genera preocupación de que pueda provocar una ola de infección en el verano", añadió.

"KP.2 es miembro de un grupo de variantes del SARS-CoV-2, a veces llamadas variantes FLiRT debido a los nombres técnicos de sus mutaciones", explican desde la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América (ISDA). "La variante KP.2 es descendiente de la variante JN.1 y contiene varias mutaciones que se asocian con el escape de la protección inmunitaria mediada por vacunas. La investigación preliminar (aún no revisada por pares) sugiere que el número de reproducción efectivo relativo estimado de KP.2 puede ser 1,22 veces mayor que el Re de JN.1. Este hallazgo preliminar sugiere una mayor aptitud viral que la de JN.1", añaden.

En cualquier caso, la proporción de contagios causados por KP.2 no deja de aumentar. Durante la semana del 30 de marzo apenas representaba el 3,9% de los casos. Pero ahora uno de cada cuatro pacientes tiene esta variante. "Los hallazgos preliminares sugieren una mayor aptitud viral que otras variantes y subvariantes de JN.1, aunque un ensayo de pseudovirus en esta investigación sugiere que la infectividad de KP.2 puede ser 10,5 veces menor que la de JN.1. Es importante destacar que, en los ensayos de neutralización del virus, KP.2 mostró una resistencia sustancial a los sueros de individuos vacunados con la vacuna monovalente XBB.1.5 (es decir, la vacuna COVID-19 actualizada más recientemente)", añadieron desde ISDA.

Todo esto pilla a Estados Unidos con la mirada puesta en otros lados. Y es que los datos de los CDC revelan que tan solo el 22,6% de los adultos estadounidenses informaron haber recibido una vacuna Covid actualizada 2023-24 desde septiembre del año pasado. Y muestran que la cobertura de vacunación aumentó según la edad, siendo más alta entre los adultos de 75 años o más.

Preocupación entre los expertos

De acuerdo con Megan L. Ranney, decana de la Escuela de Salud Pública de Yale, FLiRT tiene "algunas características preocupantes", como cambios en la proteína de pico, que desempeña un papel en ayudar al SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid, a afianzarse, colonizar el cuerpo y hacer que las personas enfermen, según explicó la experta al portal de noticias médicas WebMD.

"Necesitamos seguir monitoreando la propagación de esta variante, lo cual es difícil dado que las pruebas actuales son muy irregulares. Pero la propagación de nuevas variantes del virus y la disminución de la inmunidad son una preocupación especialmente para los más vulnerables: los ancianos y aquellos con un sistema inmunológico deteriorado", detalló Young.

"Si bien las vacunas disponibles actualmente no son una combinación perfecta para estas nuevas variantes, las inyecciones de refuerzo deberían proporcionar cierta protección, al igual que la infección previa. Pero es posible que estas variantes FLiRT causen una pequeña ola de infección en los próximos meses", zanjó Young.

Desde WebMD recordaron que la variante JN.1 siguió un camino similar a la que ahora apunta KP.2: "Se propagó por todo el mundo durante el invierno y todavía representa el 95% de los casos de Covid en EE. UU. Su linaje es la variante ómicron, que ha estado circulando de alguna forma desde 2021. Aún así, nuevas variantes pueden afianzarse rápidamente. JN.1 no representaba casi ninguno de los casos a mediados de noviembre, pero rápidamente saltó al 21% en diciembre y al 85% en la tercera semana de enero".

El Miami Herald recalcó que esta época del año es también el momento de las alergias estacionales, que pueden causar síntomas similares al Covid, como secreción nasal y dolor de garganta. Pero apuntaron que la fiebre y los dolores musculares no suelen ser indicativos de alergias y pueden indicar un caso de coronavirus.