La inflamación se encuentra también asociada a gran cantidad de problemas de salud desde trastornos digestivos, trastornos autoinmunes hasta trastornos metabólicos. Aunque el yogur, la cúrcuma e incluso aquellas producciones populares de nuestros antepasados también han sido aliados tradicionales a la hora de combatir esta pega, hemos de destacar que existe un alimento tradicional más aún, por su poderosa capacidad de combatir la inflamación, el kéfir. Este alimento probiótico natural se erige como el mayor recurso para combatir la inflamación desde el intestino.

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Kéfir, el alimento más completo para tu intestino

El kéfir es una bebida fermentada, que incluye gránulos constituidos por bacterias y levaduras, propiamente beneficiosas. El kéfir es más amplio que el yogur, que contiene, normalmente, solo dos especies microbianas. Esta diversidad extremadamente amplia de microorganismos vivos mejora el equilibrio de la microbiota intestinal, así como también reduce la inflamación y mejora la barrera intestinal.

Los estudios también tipifican que el kéfir estimularía mediadores antiinflamatorios, incrementaría su concentración y propiciaría una disminución de la acción de las citocinas proinflamatorias (moléculas involucradas en el proceso de la inflamación: en una situación de desequilibrio, un aumento de las citocinas proinflamatorias puedan favorecer una inflamación crónica). Además, también se ha observado que el consumo de kéfir de modo regular podría favorecer un funcionamiento del sistema digestivo con menor reactividad ante cualquier agente externo.

Refuerzo del sistema inmunológico

El kéfir tiene también un efecto muy por encima del intestino, puesto que su perfil nutricional constituye una de las circunstancias del origen de su efecto, en función de este, es rico en minerales como el fósforo o el magnesio y en vitaminas, entre las que se encuentran las K y del grupo B, también refuerza el sistema inmunitario y reduce el impacto de estrés oxidativo, otro de los grandes promotores de inflamaciones. Sus proteínas de muy fácil asimilación hacen que también se promueva una digestión más efectiva.

Por qué el kéfir es más eficaz que el yogur

El yogur así como también el kéfir son dos preparados fermentados que poseen probióticos, pero el kéfir tiene el privilegio que tiene más diversidad y mayor cantidad de microorganismos vivos; por lo tanto, su riqueza bacteriana le permite incidir más profundamente a nivel intestinal y también incidir en procesos inflamatorios generales como la artritis o la dermatitis.

De él también podemos decir que regula la producción de citocinas, mediadoras que pueden inducir inflamación en condiciones de alteración del mismo. Por todo lo anterior, el consumo de kéfir puede ayudar a mejorar o aliviar síntomas como la hinchazón abdominal, las digestiones pesadas o las molestias intestinales.

Más digestible y apto para intolerantes

El proceso de fermentación del kéfir provoca una significativa disminución de los niveles de lactosa y lo convierte en un producto más asimilable que el yogur. Además, incluye las enzimas, como la galactosidasa, que contribuyen a la hidrólisis de los azúcares de la leche y evitan las molestias digestivas. Esto lo hace un alimento ideal en un régimen antiinflamatorio, aunque precisamente para personas con cierta intolerancia a la lactosa.

Beneficios del kéfir que van más allá del intestino

El kéfir, que es al mismo tiempo bajo en calorías, rico en nutrientes y enriquecido en proteínas saciantes, resulta ser una bebida natural de gran ayuda en los planes de control de peso. La presencia de calcio y vitamina K en el kéfir es de ayuda para la salud ósea y la prevención de la osteoporosis, sobre todo en personas de edad avanzada.

Protección frente a problemas gástricos

Este alimento milenario también protege contra enfermedades como la gastritis. Manteniendo una flora intestinal sana, mejora el tránsito, disminuye el estreñimiento y refuerza las defensas naturales del organismo.

Al tratar de encontrar una alimentación antiinflamatoria que realmente sea eficaz, el kéfir no solo va más allá del yogur, sino también se perfila como el alimento definitivo para equilibrar el intestino y rebajar de forma natural y duradera la inflamación.

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