Las lentejas cobran de nuevo impulso como perfecto superalimento, pilar de bienestar cotidiano. De naturaleza sencilla, esta legumbre contiene nutrientes imprescindibles para activar el funcionamiento del organismo, aportando energía de larga duración, pero también protegiéndolo de desajustes metabólicos.

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Las lentejas, el superalimento

Las lentejas son ricas en hidratos de carbono complejos, energía que se libera de forma progresiva, por lo que aporta una energía sostenida que mantiene los niveles de glucosa en sangre estables, sin más altibajos, que interfiere en el rendimiento físico y mental. Una ración de lentejas da energía sostenida durante horas, sin necesidad de recurrir a alimentos con azúcares simples o la comida procesada, ya que aportan 353 kcal cada 100 gramos, con una proporción de un 63% de carbohidratos complejos, un recurso muy eficaz para las personas que intentan mantener un ritmo de vida activo, en una dieta equilibrada.

Proteínas vegetales y sin colesterol

Las lentejas, con una cantidad de proteínas de un 25 %, superan a muchas legumbres y se acercan a los valores de alimentos de origen animal; carecen, eso sí, de algunos aminoácidos esenciales, que se pueden compensar combinándolas con arroz, frutos secos o semillas. No tienen colesterol ni grasas saturadas, lo que las hace ideales para cuidar el corazón. Muy buena opción para las personas que llevan dietas vegetarianas o que quieren reducir el consumo de carne, pero sin renunciar al aporte proteico ni al sabor.

Superalimento digestivo y metabólico

Cuida el intestino y quita el hambre

Con 11 gramos de fibra cada 100 gramos, las lentejas favorecen el tránsito intestinal, equilibran la microbiota y mantienen la sensación de saciedad. También permiten que la fibra mixta regule la absorción de la glucosa y el colesterol, lo que las convierte en un aliado para el control de peso y la mejora de la salud digestiva. En efecto, su efecto saciante va a favorecer una reducción de la ingesta calórica diaria y va a evitar el picoteo entre comidas: un determinante en el mantenimiento de una alimentación más equilibrada.

Minerales esenciales para el cuerpo y la mente

Hierro, magnesio, fósforo, potasio y zinc son solo algunos de los minerales que nos brindan las lentejas. Su asociación permite reforzar el sistema nervioso, potenciar el rendimiento cognitivo y combatir la fatiga. Una sola ración puede rellenar más de un tercio de la cantidad diaria de hierro que necesitamos, especialmente si se acompaña con alimentos que contienen vitamina C. El potasio ayuda a mantener la presión arterial, mientras que el fósforo protege la función neuronal. Las lentejas constituyen una alternativa completa y funcional.

Cómo incorporar lentejas en tu dieta

Las lentejas están disponibles en una gran cantidad de variedades: la castellana, perfecta para guisar; la verdina, cremosa y rápida; la pardina, digestiva y versátil; la coral, ideal para cremas; y la beluga, rica en proteínas, muy socorrida en las ensaladas. La gran diversidad de lentejas que hay permite integrarlas en las recetas sin correr el riesgo de perder el sabor y la textura de los platos de carne o pescado. Cada variedad tiene sus propias características. Las lentejas aportan a nuestra cocina del día a día opciones ricas y nutritivas que son fáciles de hacer.

Preparación sencilla y versátil

Las lentejas se preparan fácilmente, ya sea con remojo o sin el mismo, y también se pueden comprar cocidas en conserva. Se puede añadir hierbas como el laurel o el comino para mejorar las lentijas desde el punto de vista digestivo y también potenciar su gusto sin recurrir a ingredientes pesados. Los guisos, las sopas, las ensaladas o con curry son platos que permiten una versatilidad sin fin. También son una buena opción para la cena. Su bajo valor calórico y la sensación de saciedad ayudan a evitar los excesos en la cena y a favorecer un sueño reparador.

Las lentejas, junto a su completo perfil de nutrientes, reclaman nuevamente su lugar de superalimento asequible, versátil y saludable. Recuperarlas en la comida diaria es dar un paso hacia la sostenibilidad de la energía, hacia la salud del intestino y un corazón más fuerte.

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