Más de un año le ha costado a Netflix conquistar el Santo Grial. La plataforma estadounidense ha conseguido entrar en China gracias a un acuerdo con la local iQIYI, lo que le permitirá difundir sus contenidos en el gigante asiático y completar así una expansión internacional que comenzó hace ahora 12 meses.

Hasta ahora Netflix estaba bloqueado por las autoridades audiovisuales chinas que son de las más restrictivas del mundo. Ningún contenido puede ser publicado sin pasar por una serie de filtros del gobierno local, que no se corta a la hora de aplicar la censura.

El acuerdo con iQIYI es muy importante para la plataforma estadounidense. La firma de Pekín es la gran dominadora del mercado de los contenidos en streaming, con más de 20 millones de suscriptores pese a que su servicio incluye anuncios. Con el pacto podrá ofrecer a su masa de usuarios buena parte de las producciones propias de Netflix, toda vez que estas cuenten antes con el beneplacito de los reguladores chinos.

Esta alianza cierra una de las aspiraciones de la firma presidida por Reed Hastings, que ya avisó de que estaba buscando algo así en la carta que envió a los inversores tras la presentación de resultados del tercer trimestre de su ejercicio fiscal 2016.

Máximos históricos

Tras presentar las cuentas relativas al primer trimestre del 2017 Netflix continuó con la escalada bursátil que ha protagonizado en los últimos tiempos, pese a no alcanzar las expectativas propias ni del mercado. La burbuja sigue inflándose y, con la noticia de su inminente entrada en China, han vuelto a superarse los máximos históricos en bolsa.

Mediada la jornada en Wall Street los títulos de la compañía de Los Gatos avanzaban casi un 5% hasta el superar los 150 dólares, rebasando así los anteriores registros del pasado 25 de abril. De esta manera, Netflix ya vale casi 62.000 millones de dólares, poco más de 56.700 millones de euros.

En los primeros tres meses del año 2017 la compañía ingresó 2.637 millones de dólares, más de 2.450 millones de euros, pese a que no tuvo un estreno de peso debido a que retrasó la llegada de la quinta temporada de House of Cards, su primera producción propia, hasta el segundo tramo del año en curso.

También se quedó por debajo de sus propias previsiones en el número de usuarios, pues no logró alcanzar la marca de los 100 millones a nivel mundial. En esos tres meses con los que arrancó el año Netflix sumó 4,95 millones de clientes nuevos, frente a los 7,05 que había ganado en el último trimestre del año 2016.

En su empeño por seguir dominando el mercado de los contenidos en streaming Netflix tiene que seguir alimentando la rueda de series y películas para lograr que sus usuarios, que pueden irse en cualquier momento, se mantengan fieles a la compañía. Y eso exige un esfuerzo económico difícil de sostener. Sus reservas de capital se han reducido en más de 400 millones de dólares, casi 365 millones de euros, en sólo tres meses y ya apenas están por encima de los 1.000 millones de dólares.

Eso ha provocado que tengan que buscar dinero más allá de las puertas de su sede en California. Esta misma semana anunciaban una emisión de deuda por valor de 1.000 millones de dólares, más de 910 millones de euros, para mantener bien engrasado su motor financiero.