Ione Belarra ya sólo se levanta de su escaño azul, que es como una mecedora de calceta, para ir a la alcoba o a la nada. Es una viuda del Gobierno como una viuda de Ulises o de Serrat, y eso que el Gobierno asegura estar muy vivo y además ninguna de estas dos Penélopes era viuda. Ione Belarra se ha quedado en su escaño azul con tristeza de marido muerto, esa tristeza mal planchada de los viudos y viudas de Delibes (Lola Herrera y José Sacristán aún son geniales doblando o arrugando la ropa entre sus frases). O quizá la tristeza que se le ha quedado a Belarra no es de marido sino de gato muerto, esa tristeza inabarcable de las mujeres que son viudas de un gato. El caso es que a Belarra no la dejan salir en las ruedas de prensa gubernamentales, donde sólo habla ese PSOE de sonrisa de grapa, espeluznante como la de una marioneta, de Isabel Rodríguez. Así que Belarra, viuda de Gobierno y con luto de loro, se va a hacer vídeos por su cuenta, que es un consuelo desgarrador, como ponerse a ver telenovelas.
Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete a nuestro canal de Whatsapp en este enlace.
Te puede interesar
-
Sumar redobla la presión sobre Sánchez para renovar el Poder Judicial sin el PP
-
El Gobierno controlará desde Moncloa toda la publicidad institucional
-
El Gobierno eleva su previsión para el PIB en 2025 al 1,9% y mejora el déficit al 2,5%
-
Veinte años después de la gran ampliación, Polonia está desplazando a España en la UE