Durante más de 200 lunes, incansables e impermeables al desaliento. Enfundados en chalecos amarillos, los miembros del Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS) han celebrado este lunes cuatro años en el kilómetro cero de sus protestas: la sede histórica del ministerio de Asuntos Exteriores, en el número uno de la plaza de la Provincia, a un tiro de piedra de la madrileña Plaza Mayor. Lo han hecho recordándole al ministro José Manuel Albares la agonía de los decenas de presos saharauis que cumplen condenas fabricadas en “las mazmorras de Marruecos”.
“Nuestro objetivo era que no se olvidase a los saharauis que se hallan en cárceles marroquíes por pedir pacíficamente libertad y autodeterminación”, relata a El Independiente José Taboada, presidente de honor de CEAS (Coordinadora estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara). “Estando aquí delante del ministerio, queremos recordar lunes tras lunes que hay una injusticia que España tiene que asumir”, subraya. “El Gobierno es el que nos está defraudando. Este ministerio no puede ser el símbolo de la ocupación. Por mucho lobby promarroquí, nosotros tenemos de nuestro lado a la gente que apoya al pueblo saharaui”.
"Albares nunca nos ha recibido"
El movimiento ha recordado bajo la llovizna que “a pesar de la ilegal ocupación por Marruecos de gran parte del Sáhara Occidental, España sigue siendo la potencia administradora del territorio saharaui y tiene la obligación de proteger a la población saharaui, como establece la Carta de las Naciones Unidas”. “Esa obligación debe contemplar, muy especialmente, a los treinta y cuatro presos políticos saharauis que se pudren desde hace ya casi una década en las mazmorras marroquíes, a más de mil kilómetros de su hogar, y que han sido represaliados con condenas abultadísimas (hay 9 cadenas perpetuas) por pedir pacíficamente lo que es su derecho: la autodeterminación”, señala el comunicado leído a viva voz este lunes.
“El macro juicio de Gdeim Izik, a raíz del brutal desmantelamiento por las fuerzas de ocupación marroquíes, del Campamento saharaui de la Dignidad en las proximidades de El Aaiún, en noviembre de 2010, resultó ser un juicio farsa, como todos los juicios políticos a saharauis. No hubo garantías procesales y se admitieron declaraciones arrancadas bajo tortura, lo que fue denunciado por los propios acusados, por juristas, organizaciones internacionales de Derechos Humanos, como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, e incluso por el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura. El Tribunal de Casación marroquí confirmó las sentencias, sin considerar todas las aberraciones jurídicas que se habían producido y dejando una mancha indeleble en el honor de la justicia marroquí”, apunta la declaración del grupo.
Para Cristina Martínez Benítez de Lugo, otra de las precursoras del movimiento, la reivindicación ha sobrevivido a todos los reveses, incluido el histórico cambio de posición del Gobierno español en el contencioso del Sáhara Occidental, la antigua colonia española ocupada ilegalmente por Marruecos desde 1976. “Albares nunca nos ha recibido. Le he enviado más de 100 cartas contándole la situación de los presos. Nunca se ha dado por aludido. Sus declaraciones son espantosas”, desliza. “El ministro ha dado la callada por respuesta y no ha movido ni un dedo”, denuncia el colectivo. “Sánchez hablaba hace unos días de la defensa de la integridad territorial de Ucrania. ¿Cómo puede hacerlo si luego hace lo que hace con el Sáhara?”, se pregunta Martínez.
El colectivo denuncia, además, las precarias condiciones en las que se hallan los presos saharauis a los que se les niega la asistencia médica más básica. “Son sometidos a la crueldad máxima. Marruecos les está dejando morir en las condiciones más duras”, lamenta Martínez. Un maltrato ante el que “España no protesta”. “Estamos viendo todos los días que España se achanta a todo lo que diga Marruecos. ¿Cómo se va a quejar de que se tortura a los presos? ¿Cómo se lo va a decir? España se somete a Marruecos”.
"Es una cuestión tabú"
“A Sánchez y a Albares se les llena la boca afirmando que defienden los derechos humanos en Gaza, en Ucrania y en cualquier otra parte del mundo, excepto en el Sáhara Occidental, la que fue nuestra Provincia 53 y ahora es una cuestión tabú desde el giro unilateral del jefe del Ejecutivo cediendo a los chantajes de Mohamed VI”, apunta el comunicado.
El movimiento califica de “infrahumanas” las condiciones de los presos. “Los estudiantes saharauis en prisión sufren penosas condiciones de vida: son víctimas de acoso, discriminación racial y privación de sus derechos, hasta el punto de no permitirles hacer los exámenes universitarios”, detallan. El resto de presos también padecen “la violencia, la humillación, la comida o la falta de higiene”. “Hay cuatro presos en aislamiento desde septiembre de 2017. Muchos presos muy enfermos no reciben tratamiento médico: hablamos de septicemia, tuberculosis, tumor de pulmón. Los están matando. Los presos son la parte más visible de la brutal represión que padece a diario el pueblo saharaui”.
“El régimen marroquí tiene el vergonzoso récord del encarcelamiento durante 25 años del ‘Mandela saharaui’, Sidi Mohamed Daddach, el preso político que más tiempo estuvo privado de libertad en África después de Nelson Mandela. Hoy, los presos saharauis resisten heroicamente y son la evidencia de la crueldad del invasor marroquí y de las trágicas consecuencias de aquellos ilegales acuerdos”, señala la nota. “En este 2025 se cumplen 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco y la llegada de la democracia, que el Gobierno tiene previsto rememorar. También se cumplen 50 años de los Acuerdos Tripartitos, que tienen tanta responsabilidad en la existencia de los presos saharauis y en el sufrimiento de este pueblo”, indica.
Al grito de “el pueblo saharaui jamás estará solo”, el movimiento está empeñado en seguir fiel a la cita. “Es que hay que resistir. Es una causa difícil porque tiene al Gobierno en contra pero hay que luchar”, alega Martínez tras un lunes de efemérides, reivindicación y lluvia.
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