El eurodrama no murió cuando concluyó Eurovisión, el pasado sábado, cuando España repitió (otro año más) una pésima posición, la número 24 de 26, pese a la aplaudida e impecable interpretación de su representante, Melody, con su tema Esa diva. La artista sevillana regresó de Basilea directa hasta Málaga, sin viajar con la delegación española, sin pasar por Madrid y sin rueda de prensa —que la habrá, prometió ella misma—. Pero mientras se hacen esperar sus palabras, la tempestad gira, en España y en más puntos de Europa, en torno a la participación de Israel en el certamen, y su medalla de plata que supo a oro, conseguida gracias al extraordinario apoyo del televoto. La representante hebrea, Yuval Raphael, a punto estuvo de hacerse con la victoria del festival. Solo en el último segundo logró imponerse Austria, que con su contratenor JJ y su canción Wasted love se alzó con el triunfo sobre todo por el respaldo de los jurados profesionales.
La polémica no ha hecho sino engordar desde el sábado. No solo porque RTVE pidió a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) que abra el debate sobre el televoto. No solo porque también reclamó que le desgloso cuántos votos recibió cada país en España. No solo porque la cadena pública sorteó la amenaza de multa por parte de la organizadora del festival con un mensaje en pantalla durante 16 segundos —"Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y Justicia para Palestina"— apenas segundos antes de que arrancara la final. El debate se inflamó aún más porque el presidente del Gobierno decidió entrar de lleno en él. De forma clara. Rotunda: "Nadie se llevó las manos a la cabeza cuando se inició hace tres años la invasión de Rusia a Ucrania y se le exigió la salida de, nada más y menos, competiciones internacionales. Y también el no participar en Eurovisión. Tampoco debería hacerlo Israel, porque lo que no podemos permitir son dobles estándares tampoco en la cultura".
Desde RTVE aseguran que no hay "novedades" respecto a la solicitud hecha a la UER sobre la reflexión del televoto y su desagregación en España: "La política va por un lado y nosotros, por otro"
Sánchez apostaba, con claridad, por echar a Israel de Eurovisión. Como ocurrió con Rusia en 2022, cuando agredió a Ucrania. Fuentes del Ejecutivo recordaban que, aunque esa es la opinión del presidente, no tiene en sus manos la potestad de instar a la salida del país hebreo del certamen. Quien puede hacerlo es RTVE. De hecho, en abril, su presidente, José Pablo López, se dirigió por carta al director general de la UER para solicitarle "la apertura de un debate en el seno de la organización sobre la participación de la televisión pública de Israel (KAN)" en el festival que se celebró esta pasada semana en la ciudad suiza de Basilea. Fuentes de la cúpula de RTVE, consultadas por este diario, indicaron que no había "novedades" respecto a la solicitud hecha el domingo a la UER sobre la reflexión del televoto y su desagregación en España. "No tenemos nada que decir sobre esto. La política va por un lado y nosotros, por otro", señalaron.
El jefe del Ejecutivo marcaba, sin embargo, la actualidad política de la jornada. Y con un tema nada fortuito ni menor. La final de Eurovisión arrasó en TVE el pasado sábado: fue vista por 5.884.000 espectadores, un 50,1% de cuota de pantalla, su mejor dato desde 2022, cuando la representación española recayó en Chanel y en su tema SloMo. Un impresionante share que creció durante las votaciones, pasada la madrugada: entonces había 6.315.000 personas viendo el certamen, un 59,7% de audiencia (7,6 puntos más que en 2024, cuando por España actuó Nebulossa y su Zorra). A España le sigue gustando, y mucho, Eurovisión, y las preguntas sobre qué sucedió con Israel no cesaban. En la Moncloa reconocen que están convencidos de que la opinión pública española está alineada con la posición del Gobierno. Esto es, de condena a la matanza de civiles perpetrada día a día por el Ejecutivo de Benjamin Netanyahu, de solidaridad con el pueblo palestino. "Absolutamente", dicen en el equipo directo de Sánchez.
En el Ejecutivo creen que la línea defendida por el presidente, de defensa de la causa palestina y de condena a la masacre de Israel, casa con la opinión pública española. "Absolutamente", defienden
Eurovisión permitía además al líder socialista salir de una semana negra, marcada por la filtración de los wasaps que se cruzó, entre 2020 y 2023, con quien fuera su mano derecha, José Luis Ábalos, imputado por el Tribunal Supremo por presunta corrupción. Las conversaciones aireadas no le cercan judicialmente, pero sí han tenido impacto informativo, le han irritado e incomodado y han inquietado al PSOE. Sánchez ya regresó a su agenda internacional el pasado viernes, en Tirana (Albania), en la sexta reunión de la Comunidad Política Europea (CPE), y sobre todo el sábado en Bagdad, como invitado de honor en la cumbre anual de la Liga Árabe, donde advirtió de que "Palestina se desangra ante nuestros ojos", y que por tanto "nada de lo que está ocurriendo en Gaza y Cisjordania puede serle ajeno a Europa y al resto de Europa". Este próximo viernes, Sánchez se reunirá con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para abordar cuestiones bilaterales, pero también para hablar sobre Gaza.
"Muy bien visto"
La causa palestina, pues, vuelve a estar en el centro de su discurso político, consciente de que la opinión pública española empatiza con ella. Su Gobierno reconoció Palestina como Estado hace justo un año, a las puertas de las elecciones europeas, y ese gesto se convirtió en un gancho para sus bases, en disputa con su izquierda. Ahora, el presidente se ha aferrado a Eurovisión para resintonizar con ellas, para recordar que España es dura con Israel. Un asidero que también le hacía falta tras el "lamentable error" —lo dijo él mismo— del contrato de compra de munición a una empresa israelí que tuvo que cancelar después de que Sumar le exigiera dar un paso atrás.
El Gobierno también utiliza Eurovisión como herramienta de defensa, porque en las últimas horas el PP había alentado el mensaje de que Melody resultó castigada por la política de Sánchez y RTVE
"A mí me parece muy bien que el presidente se haya subido al tema de Eurovisión, más allá de la oportunidad coincidiendo casualmente con la visita a los países árabes. Nos permite reconectar con nuestros electores, sin duda. Y la mayor parte de la gente piensa como piensa el Gobierno", aseguran fuentes de la ejecutiva socialista. "Muy bien visto por parte de Pedro sumarse a la polémica", aplaude un ministro.
También el Ejecutivo utilizó Eurovisión como herramienta de defensa, porque en las últimas horas el PP había alentado el mensaje de que Melody había resultado castigada por la política de Sánchez y de RTVE. De hecho, los populares madrileños sostuvieron este lunes que los 12 puntos que España entregó a Israel en el televoto —como hicieron otros 11 países (Australia, Azerbaiyán, Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suiza y Suecia) y el resto del mundo (las naciones que no participan en el festival y se cuentan como un país extra)— eran la "respuesta" de los españoles al presidente.
"Yo desde luego creo que la radio y la televisión pública han representado a todos muy bien a nuestro país y han elegido estar en el lado correcto de la historia", contestó por su parte el titular para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, también secretario general de los socialistas madrileños. El ministro calificó de "lamentables" las campañas de PP y Vox, "que reflejan mucho odio, mucha inhumanidad y, desde luego, muy poco patriotismo [...] y con un asunto tan grave como es lo que está pasando en Gaza".
La radio y la televisión pública han representado a todos muy bien a nuestro país y han elegido estar en el lado correcto de la historia", apunta el ministro Óscar López, que tilda de "lamentable" las campañas de PP y Vox, porque reflejan "odio" e "inhumanidad"
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, criticó el "numerito" de RTVE en la gala, porque lanzó ese mensaje sobreimpresionado en pantalla de "paz y Justicia para Palestina" apenas segundos antes de que comenzara la final para sortear así la advertencia previa de la UER, que le había amenazado con sanciones si se repetía lo que ocurrió en la segunda semifinal, la del pasado jueves, cuando los comentaristas de la cadena pública, Tony Aguilar y Julia Varela, hicieron referencia a los más de 50.000 muertos en Gaza, justo instantes antes de la actuación de Yuval Raphael.
Para Ayuso, RTVE es "la más secuestrada por la politización bochornosa de todo lo público en manos de su Gobierno", "síntoma de debilidad y decadencia, de régimen". La cadena pública belga fue más allá que RTVE el jueves: directamente cortó la señal cuando cantaba la artista israelí, en señal de protesta. La propia cuenta del PP nacional deslizaba que el mal resultado de Melody y su canción, Esa diva —37 puntos, de ellos 10 solo por el televoto, y una posición 24 de un total de 26 países participantes—, se debía a Sánchez. López aplaudió la interpretación de la sevillana, que a su juicio "mereció estar mucho más arriba".
Vox fue incluso más allá que el PP. "Hay que ser cruel para abrazar al pueblo palestino cuando Sánchez premió a Hamás. Hay que ser miserable para abrazar al pueblo ucraniano cuando gracias a su política energética Sánchez está pagando los misiles que caen sobre Kiev", dijo el líder ultraderechista, Santiago Abascal. La formación ha pedido además la caída del presidente de RTVE por "incumplir el principio de neutralidad" que consagra la Carta Magna.
La izquierda del PSOE pide apretar más las tuercas
Para la izquierda del PSOE, el paso dado por Sánchez este lunes es positivo, pero no suficiente. La colíder de Sumar, Lara Hernández, reclamó la suspensión de las relaciones diplomáticas y comerciales con Israel. El coordinador de IU, Antonio Maíllo, cree que lo ocurrido ha sido "una operación propagandística del Gobierno genocida de Israel, con un intento de lavado de cara cultural y de atraco" usando a su favor Eurovisión. Y Pablo Fernández, portavoz de Podemos, atribuyó el apoyo masivo a Israel de la audiencia española a una campaña orquestada por la ultraderecha para votar de manera masiva a un Estado "terrorista, asesino y genocida", informa EFE.
La intérprete israelí consiguió 60 puntos del jurado, que le dejaron en el puesto 15º, pero los 297 apoyos del televoto la auparon hasta la segunda plaza, solo superada, y en el segundo final, por Austria
El propio Netanyahu celebró como una auténtica victoria el segundo puesto conseguido por su país, mostró su "orgullo infinito" y felicitó a Raphael, superviviente del atentado de Hamás del 7 de octubre de 2023, como una heroína. El primer ministro anunció a la vez una nueva ofensiva sobre la Franja de Gaza. Ni siquiera en las horas siguientes al certamen se detuvo el ataque israelí. Ni las muertes. Israel pudo cimentar su casi triunfo en Eurovisión —ya quedó también muy cerca en 2024— gracias a una tupida red de apoyos y una campaña hábilmente orquestada por el Departamento de Diplomacia Digital del Ministerio de Exteriores del país. Una investigación de la propia UER reveló que una agencia oficial del Gobierno hebreo había llevado a cabo una eficiente campaña de publicidad digital para empujar a favor de Raphael. La artista había recibido 60 puntos de los jurados profesionales, que le dejaron en la posición 15ª de la tabla. Sin embargo, los 297 puntos del televoto la auparon a ella y su balada, New Day Will Rise, hasta el segundo puesto, con 357 apoyos, por los 436 totales que captó Austria (258 de los jurados y 178 de la audiencia).
RTVE reclama a la UER una auditoría —preferiría que fuera externa— sobre cómo se distribuyó el televoto español. Es decir, que se sepa cuántos fueron los apoyos que recibió cada país en España y que se abra un debate sobre este sistema de participación del público porque puede quedar "afectado por los conflictos bélicos" que hay actualmente y que hagan perder su esencia artística y cultural al festival. Respecto a los números, por ahora solo se tiene el voto agregado. Así, en la primera semifinal, en la que participó Melody —aunque ella tenía pase directo a la final dado que España es uno de los Big Five, los cinco grandes contribuyentes del certamen (con Francia, Italia, Reino Unido y Alemania—, se registraron 774 llamadas, 2.377 SMS y 11.310 votos online. Las cifras crecieron exponencialmente en la final del sábado: 7.283 llamadas, 23.840 SMS y 111.565 sufragios online. La traducción: España concedió 12 puntos a Israel, 10 a Ucrania, 8 a Polonia, 7 a Estonia, 6 a Finlandia, 5 a Suecia, 4 a Austria, 3 a Albania, 2 a Noruega y 1 a Francia. El jurado español no entregó ningún punto a Israel: los 12 fueron para Suiza, los 10 para Países Bajos, los 8 para Francia, los 7 para Austria, los 6 para Reino Unido, los 5 para Malta, los 4 para Italia, los 3 para Alemania, los 2 para Ucrania y el último punto para Albania. Las teles públicas de Bélgica e Islandia también han pedido a la organización del certamen más transparencia y una auditoría.
Esperando a Melody
Este lunes, la UER defendió el sistema de televoto como "el más avanzado del mundo". "Los resultados de cada país son revisados y verificados por un amplio equipo de personas para descartar cualquier patrón de votación sospechoso o irregular", señaló el director del festival, Martin Green, a preguntas de EFE. Cada persona puede emitir hasta un total de 20 votos: el sistema lo permite.
La UER defiende que el sistema de televoto es "el más avanzado del mundo" y adelanta que no sancionará a RTVE por su mensaje previo a la final. Y defiende el patrocinio del gigante israelí de la belleza Moroccanoil
También la UER confirmó, informa Europa Press, que no sancionará a RTVE por su mensaje previo de apoyo a Palestina emitido el sábado, sobreimpresionado en pantalla en letras blancas sobre fondo negro: la cadena pública española es "responsable de cualquier contenido emitido fuera de la retransmisión del festival de Eurovisión". La organización también defendió el patrocinio de Moroccanoil, el gigante de la cosmética israelí. La UER defendió que se trata de una "empresa global con sede en Nueva York" y que ha sido "un valioso patrocinador del Festival de la Canción de Eurovisión desde 2020". "Nos complace que nuestra colaboración haya continuado en 2025", advirtió la UER, que añadió que ningún anunciante tiene "influencia ni impacto directo" en el contenido editorial de la competición, "ni en la participación de ninguna emisora miembro de la UER".
El concurso seguirá teniendo cola en los próximos días. Y no solo por las palabras del presidente, que dejarán más resaca. También por la reaparición de Melody tras sus días de descanso. Ella deseó que por encima de todo prevalezca "el arte y la música". Ahora tiene que aclarar si cree que la política tuvo mucho que ver con lo que ocurrió en Basilea. Respecto a Israel y respecto a ella misma. Pero la artista también quiere mirar hacia delante. Hacia su próximo single, El apagón, que sale el viernes y que dará el relevo a la fallida, para decepción y sorpresa de toda España, Esa diva.
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1 Comentarios
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hace 1 minuto
A Pedro, el de la luz, no le vengan con el fracaso, se mire por donde se mire de la participación española, no le vengan con los washaps sobre sus amigos (ya veremos que piensa de los que en teoría no lo son), no le vengan con lo del apagón o otras menudencias como lo de su esposa, de la que está enamorado, de la de su hermano, que no existe o de la corrupción o de sus compañeros en organizaciones más cerca de las sectas que de la democracia.
Y por supuesto nada que valorar de la perdida continua en europa de lo que el llama fuerzas progresistas…
No, Israel es muy mala hoy, hace un año no.
Eurovisión está politizada hoy, hace años tampoco.
Y ya tenemos humo para distraernos durante lo que dure….