Un hombre de 65 años falleció este miércoles 21 de mayo de 2025 tras ahogarse en una piscina comunitaria del municipio alicantino de San Miguel de Salinas, según confirmaron fuentes sanitarias y policiales. El suceso, ocurrido alrededor de las 12:40 horas, marca el primer fallecimiento por ahogamiento de la temporada estival en la provincia, reavivando preocupaciones sobre la seguridad en zonas acuáticas.

Detalles del incidente y respuesta de emergencia

El Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) recibió una llamada alertando de un posible ahogamiento en una urbanización residencial de San Miguel de Salinas. Al lugar se desplazó una ambulancia del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU), cuyos sanitarios intentaron reanimar al hombre sin éxito, limitándose a certificar su fallecimiento. Testigos relataron que el individuo se encontraba bañándose en la piscina cuando ocurrió el accidente, aunque se desconoce si existían problemas de salud previos que pudieran haber influido.

La Guardia Civil ha asumido la investigación para determinar las circunstancias exactas, incluida la posibilidad de negligencias en el mantenimiento de la instalación o la ausencia de supervisión adecuada. La autopsia, pendiente de realizarse, podría aportar datos clave sobre las causas médicas del deceso.

Contexto: ahogamientos en la Comunidad Valenciana

Este caso se enmarca en una preocupante tendencia en la provincia de Alicante. En 2024, la temporada de baño registró decenas de muertes por ahogamiento, incluyendo la de una niña de dos años en una piscina de Finestrat el pasado 11 de mayo4. Pese a no estar aún en verano, el incidente de San Miguel de Salinas subraya los riesgos asociados a las piscinas comunitarias, especialmente en urbanizaciones con alta afluencia de residentes y visitantes.

Cabe destacar que la localidad cuenta con una piscina municipal –cuya apertura está programada para junio–, pero el suceso ocurrió en una instalación privada gestionada por una comunidad de vecinos. Expertos recuerdan que el 90% de los ahogamientos en zonas periurbanas de la Comunidad Valenciana se vinculan a descuidos humanos o falta de medidas preventivas.

Reacciones institucionales y medidas preventivas

El Ayuntamiento de San Miguel de Salinas expresó sus condolencias a la familia del fallecido y reiteró la importancia de extremar las precauciones en piscinas, incluso fuera de la temporada oficial. Desde la Conselleria de Sanidad se insistió en la necesidad de vigilar especialmente a personas mayores y niños, grupos de mayor riesgo.

Paralelamente, asociaciones de vecinos han reclamado la instalación de vallados perimetrales y sistemas de alarma en piscinas comunitarias, así como la contratación de socorristas durante los meses de mayor uso. Estas demandas cobran relevancia ante el crecimiento urbanístico de la zona, donde promociones como el Residencial Angelina o el Nuevo Residencial de Bungalows destacan sus piscinas comunitarias como atractivo turístico.

Investigación en curso y lecciones pendientes

Mientras la investigación judicial avanza, el suceso plantea interrogantes sobre la regulación de piscinas privadas. A diferencia de las instalaciones públicas, las comunitarias no están obligadas a contar con socorristas, dependiendo su seguridad de la diligencia de los propietarios.

Este drama humano en San Miguel de Salinas sirve como recordatorio de que la prevención de ahogamientos requiere una combinación de concienciación ciudadana, inversión en infraestructuras seguras y protocolos ágiles de emergencia. Con la temporada estival a las puertas, autoridades y comunidades enfrentan el reto de evitar que tragedias como esta se repitan.