La doctora Vanesa Pytel, jefa de la Unidad de Neuromodulación del Servicio de Neurología de Olympia Quirónsalud, ha revelado que existe una distinta reacción cerebral al hablar con humanos que si lo hacemos con la Inteligencia Artificial (IA).

PUBLICIDAD

Pytel explica que las conversaciones humanas son complejas. Nuestro cerebro no solo descifra palabras, sino que también interpreta gestos, tonos, pausas y emociones, activando áreas como la amígdala y la corteza prefrontal medial para descodificar lo que la otra persona siente. Ella comparó esta interacción con "bailar un tango", donde la atención plena, la sincronía emocional y la adaptabilidad son esenciales, creando una conexión invisible.

Según informa Europa Press, hablar con una IA cambia este patrón. Aunque se procesa el lenguaje, la respuesta emocional se "apaga", dando lugar a una interacción más lógica y técnica. Falta el contacto humano, la resonancia emocional y la riqueza de lo imprevisible. Es funcional, pero no significativo.

La neuróloga enfatiza la ausencia de empatía en la IA. Pese a simular una escucha activa o un tono emocional, la IA no siente ni interpreta afectivamente. Esto es suficiente para tareas mecánicas o informativas, pero un obstáculo importante en liderazgo, vínculos humanos o procesos creativos, donde una conversación es un encuentro entre subjetividades.

Aun así, Pytel destaca las oportunidades cognitivas de la IA. La necesidad de formular pensamientos claros y estructurados fortalece habilidades como la síntesis y el pensamiento crítico. Sin embargo, advierte: "La eficiencia no reemplaza la conexión. La IA agiliza procesos, pero no construye vínculos". La verdadera transformación nace de conversaciones reales.

La inteligencia artificial da un paso más: ya es capaz de combinar conceptos igual que la mente humana
La inteligencia artificial da un paso más: ya es capaz de combinar conceptos igual que la mente humanaLa inteligencia artificial da un paso más: ya es capaz de combinar conceptos igual que la mente humana | Pixabay

El desafío de comprender el uso de la IA

El desafío radica en entender cómo, cuándo y para qué usar los distintos tipos de inteligencia. Aunque las máquinas ayuden a pensar y decidir con lógica, solo los humanos pueden sentir, conectar, intuir y transformar, algo crucial en un mundo cada vez más automatizado.

Pytel concluye que el liderazgo del futuro se basará en hacer las preguntas correctas, escuchar con empatía y construir confianza. Alerta sobre cómo el funcionamiento cerebral moldea decisiones y relaciones, instando a no ignorar este hecho. Si bien conversar con la IA es útil, el valor del encuentro humano es insustituible: la IA procesa palabras, los humanos las sienten.

PUBLICIDAD